20 septiembre 2006

A qué llaman proceso de paz
(Fragmento)
Santiago González

Durante el mes de agosto de 2004, seis dirigentes etarras encarcelados tan relevantes como Francisco Mujica Garmendia (Pakito), Iñaki Bilbao (Iñaki de Lemona ), Iñaki Arakama (Makario), Karlos Almorza (Pedrito de Andoain ), Kepa Solana y Koldo Aparicio enviaron una carta a la organización en la que expresaban su moral de derrota y su propuesta de abandonar la actividad terrorista:

"la lucha armada que desarrollamos hoy en día no sirve (...) nuestra estrategia político-militar ha sido superada por la represión del enemigo contra nosotros (...) nunca en la historia de esta Organización nos hemos encontrado tan mal. (...)aquí no se trata desaber si el retrovisor del coche está mal o si la rueda está pinchada. Lo que falla es el motor. Es decir, falla la estrategia político militar sustentada en la potencialidad de la actividad armada."

"La incapacidad de potenciar la lucha armada y la imposibilidad de acumular fuerzas que posibiliten la negociación en última instancia con el poder central nos obliga a replantear la estrategia vanguardista defendida hasta ahora.”


Tres meses después, Otegi hace la oferta de Anoeta. El presidente del Gobierno responde en un mitin de su partido en San Sebastián que está dispuesto a hacer esfuerzos por la paz. Medio año más tarde, Pakito y su tropa son suspendidos de militancia, a pesar de que rectifican y al cabo de trece meses son expulsados de la organización.

Era normal que rectificasen. Haber llegado a la conclusión de que ningún Gobierno va a querer negociar contigo y que te desmienta el mismísimo presidente del Gobierno es un contratiempo que debe predisponer al buen terrorista a la melancolía. Por otra parte, ¿es lógico que una banda que ha asumido la idea de abandonar el terrorismo, expulse a los abanderados de su proyecto? cabe decir que el primer acierto de Zapatero contra ETA no es total: derrota al sector
equivocado, a los que querían rendirse...

(Publicado en 'Cuadernos de Pensamiento Político' de FAES)

15 septiembre 2006

Por la boca muere el pez


Patxi López:
“Además, no es cierto que (los nacionalistas) tengan intención de respetar la legalidad, como nos repiten constantemente. Saben perfectamente, todos sabemos, que para modificar el marco político se necesita mayoría absoluta del Parlamento Vasco, que sólo conseguirán si cuentan con la aquiescencia de Batasuna, cosa que, primero sería lamentable, ya que hablamos de un partido suspendido legalmente, y segundo, ni siquiera parece posible hoy a juzgar por las posiciones que les hemos oído hasta ahora.” (Conferencia en la Universidad Carlos III. 25 de noviembre de 2002.

Patxi López reiteró su negativa a compartir foro con Batasuna como partido ilegalizado mientras no condene el terrorismo o ETA desaparezca. (EL DIARIO VASCO - 9/9/2005)
“Batasuna es una formación ilegalizada y son ellos los que tienen que dar los pasos para ser legales.” (EL CORREO, 9 de abril de 2006)

«Otegi es un referente de la izquierda abertzale y responsable de empujar a ese mundo hacia la vía política». (ETB, 21 de marzo de 2006)

Rodolfo Ares:

"Batasuna es una organización ilegal que lo que tiene que hacer es hacer lo necesario para convertirse en una formación legal si quiere hacer política". (26 de mayo de 2006)
José Antonio Pastor:

El portavoz del PSE-EE en el Parlamento Vasco, José Antonio Pastor, aseguró que su partido no participará en una mesa de diálogo en la que esté Batasuna, mientras ésta no haga "una condena expresa de la violencia o la violencia haya desaparecido". (EL MUNDO, 24 de junio de 2005).

Miguel Buen:

«mientras persista la acción terrorista y si Batasuna no la condena, no nos vamos a sentar en una mesa a dialogar con alguien que no condena el terrorismo». «Es obvio que no le vamos a decir al lehendakari con quién se tiene que reunir, pero nosotros no nos vamos a sentar a una mesa a dialogar con alguien que no condena el terrorismo». (El Diario Vasco, 9-9-2005).

José Blanco:
«Cuando no hay ninguna condición objetiva que permita ningún tipo de acuerdo ni de entendimiento con una fuerza que es ilegal, lo único» que se le pide a Batasuna es que «contribuya» a «normalizar la vida política del País Vasco, a convencer a ETA de que abandone las armas y a garantizar un clima de paz y de convivencia». (DEIA, 19 de noviembre de 2005)
“El lehendakari Ibarretxe se ha reunido con Arnaldo Otegi, que no es representante de nada, es portavoz de sí mismo, porque esa formación está ilegalizada, y mientras no se legalice no existe.(…) Se trata de una reunión del presidente del Gobierno vasco con una persona que en su día representaba a Batasuna, que tendrá sus ideas, su forma de ver la política. (…) Esa a formación ha sido ilegalizada como consecuencia de la aplicación de la Ley de Partidos… No existe. Si Ibarretxe ha considerado importante reunirse con una persona que en su día fue dirigente de un partido que hoy no existe, no tengo más criterio que decir si me parece bien o si me parece mal.” (Tele-5, El Programa de Ana Rosa, 19 de abril de 2006).
"No se puede hablar de pactos con Batasuna" porque "es una formación ilegal". (30 de abril de 2006)
María Teresa Fernández de la Vega:

“No estamos dispuestos a polemizar, en el caso de Batasuna, con una organización ilegal. Batasuna no puede integrarse en la vida política si no hace una declaración expresa de condena de la violencia y se somete al cumplimiento de la Ley, incluida la de Partidos Políticos. "A la legalidad sólo se vuelve por la legalidad. Todo el mundo tiene que saber que en el Estado de Derecho no hay paréntesis, no hay descanso, no hay espacios en blanco y se aplica siempre". (21 de mayo de 2006)
Alfredo Pérez Rubalcaba:

"Quien está fuera de juego tiene que estar en el juego, el juego tiene reglas y hay que cumplirlas. Tienen que entenderlo". (27 de mayo de 2006 en El Círculo de Economía).

06 septiembre 2006

Fe de errores

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"…es necesario evitar errores, errores en la política a seguir para combatir el fenómeno terrorista. Es un error bajar la guardia, no prevenir, no estar alerta o sembrar expectativas excesivas mientras ETA no cese definitivamente en su actividad como organización armada. Convertir la tregua en el objetivo es un error de este tipo, porque no es la tregua, sino el cese definitivo de la violencia lo que debemos perseguir.
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Durante los meses pasados de tregua, ETA no estaba de vacaciones, sino operativa, en tareas de aprovisionamiento, como eufemísticamente dijo en su comunicado, de preparación, en definitiva, para volver a matar si así le convenía o decidía, como efectivamente hizo. Por eso, mientras no desaparezca definitivamente, los medios que otorga el Estado de Derecho a los Gobiernos deben seguir siendo activos y tener el respaldo de los partidos democráticos.
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Es otro error no considerar que la paz es una cuestión que nos concierne a todos, y en consecuencia, pretender que una estrategia acordada exclusivamente entre nacionalistas llevará al desistimiento de ETA, o que la exclusiva intervención del Gobierno de España, sin acordar las medidas a tomar con los demás partidos del arco parlamentario, traerá la solución.
Fernando Buesa, 28 de enero de 2000
Las últimas palabras
Sr. Presidente, señorías:

Hoy, que es 18 de febrero, se cumple justamente un año desde que tratamos por primera vez este asunto de la violencia callejera en el Parlamento vasco en esta legislatura.

Entonces, aquel 18 de febrero de 1999, los grupos parlamentarios nacionalistas se limitaron a promover una resolución que sólo ellos respaldaron en la que se hacía una apuesta a favor de un proceso de paz que habría de realizarse en ausencia de todas las expresiones de violencia. Si aquélla era su apuesta, señores nacionalistas, la han perdido claramente: entonces ETA estaba en tregua y hoy no lo está, hoy ya ha vuelto a asesinar, y sigue en el intento de cometer nuevos crímenes terroristas. Entonces, como ahora, se había desatado una escalada de violencia callejera, entonces como acompañamiento siniestro de la tregua y de su política y hoy como refuerzo de la vuelta a la actividad terrorista de ETA.

Esta es la situación. La hemos abordado también en otra ocasión, el 5 de noviembre de 1999. Entonces los socialistas les propusimos de nuevo en el debate de la Cámara este asunto para plantearles una reflexión sobre la ineficacia de su política, señores nacionalistas, para erradicar comportamientos violentos.

Habían suscrito el 18 de mayo anterior, el lehendakari y los grupos parlamentarios que apoyaban al Gobierno, un acuerdo de legislatura que establecía una posición política que incluso se presentó como un activo para la paz, aquella de la apuesta inequívoca por las vías exclusivamente políticas y democráticas y la desaparición plena de todas las acciones y manifestaciones de violencia. Hoy ese acuerdo está en suspenso y eso es bien expresivo de la insuficiencia de su política para atajar estas manifestaciones.
(…)
Y la pregunta es hoy bien clara: ¿Han mejorado las cosas?¿Han conseguido ustedes que haya menos violencia en las calles?¿Han logrado que quienes políticamente no nos identificamos para nada con el nacionalismo tengamos más tranquilidad, más seguridad y más libertad? En absoluto. No han logrado ustedes nada de todo eso.

Y son ustedes quienes gobiernan, son ustedes quienes gobiernan en Euskadi y quienes tienen la obligación y la responsabilidad de que estas situaciones de violencia sean perseguidas y desaparezcan.

(…)

El lehendakari y su Gobierno nos han defraudado. Ninguna voluntad había, tras las amables palabras del lehendakari, de enmendar errores para combatir eficazmente la violencia callejera. La minoría parlamentaria que le apoya en este parlamento tampoco tiene ninguna voluntad de enfrentarse de un modo exigente con los grupos violentos.

(…)

Estamos hartos de que ustedes se dediquen a darle vueltas al diccionario y a retorcer el sentido de las palabras para ver si encuentran una expresión feliz que sea asumible por Euskal Herritarrok a la hora de plantear sus resoluciones parlamentarias. ¡Dejen de mirar tanto y con tantos paños calientes a su suspendido socio parlamentario, y vuelquen su atención en las ciudadanas y ciudadanos de este país que sufren los ataques y carecen de seguridad y libertad! Ellos son los que tienen derecho a exigirles que paren, con todos los medios legítimos de que dispone el gobierno, esos ataques, y ustedes son los que forman el Gobierno democrático de este país.

(…)

Señorías, de estas cosas hemos venido a hablar esta mañana, sobre estas cuestiones hemos venido a exigir responsabilidades y actuaciones del Gobierno: sobre cómo se protegen los derechos y las libertades de la gente que no piensa como los nacionalistas. Hemos venido también a pedir un pronunciamiento del Parlamento. Y la respuesta que ustedes nos dan, la que ofrece su enmienda, señores del P.N.V. y de E.A., se lo digo con toda la amargura y el lamento, es una simple tomadura de pelo en la que uno no puede ni entrar.

Gracias.
Fernando Buesa, 18 de febrero de 2000