29 noviembre 2008

Guerra simbólica

Santiago González

El Tribunal Supremo ha sentenciado que la bandera española debe ondear en el exterior del Parlamento vasco. Es el punto final (por ahora) de un proceso que empezó con un requerimiento del delegado del Gobierno, sistemáticamente ignorado por el Parlamento. Aquí, las cosas como son, hay que subrayar la coherencia de la cámara legislativa: si se negó a obedecer una orden del Supremo para disolver el grupo municipal SA, a ver cómo iban a hacer caso al requerimiento de un delegado del Gobierno.

La abogacía del estado recurrió y el TSJPV estimó el recurso en un fallo que fue recurrido a su vez por el Parlamento vasco ante el Supremo. La sentencia ha hecho juego con las que antes se dictaron contra la Academia de Arkaute, y los Ayuntamientos de Bilbao y San Sebastián. Otra sentencia del alto tribunal obliga a las JJGG de Gipuzkoa en el mismo sentido. Tienen un plazo para que la bandera de España ondee en el exterior del edificio: el 20 de enero, fiesta de San Sebastián.
La presidencia de las Juntas debería aprovechar el festejo, mientras se degustan las preceptivas angulas que forman el menú donostiarra del festejo. Los duelos, ya se sabe, con pan son menos. El alcalde de San Sebastián, que también se ha resistido a colocar la bandera hasta recibir la sentencia del Supremo, tiene alguna experiencia en esto. Durante el puente de la Constitución de 2001 paró a comer en Casa Setién, un restaurante cántabro cuyos dueños tienen un retrato del dictador, con su marco, en una repisa del comedor. Elorza, al terminar su almuerzo, dejó testimonio de sus convicciones democráticas. Pidió el libro de reclamaciones y anotó su protesta, matizada en la última frase por la buena mano del cocinero: “En el año 2001 y en la España democrática resulta una nota de mal gusto y una provocación para cualquier demócrata la existencia de un testimonio del Dictadura y del Fascismo. Por lo menos podrían anunciarlo a la entrada de este establecimiento en el que se come realmente bien.”

Han pasado 26 años desde las fiestas de Bilbao que instauraron la guerra de las banderas como una liturgia principal del día grande de la Aste Nagusia y la cuestión ha venido resolviéndose año tras año mediante un cumplimiento vergonzante de la legalidad: se ponen las banderas, pero la puntita nada más, vale decir durante un rato a la hora en que el mocerío está dormido.

En la semana de Pascua que siguió a la legalización del PCE en 1977, el Comité Central aceptó la bandera y la monarquía. “¿Qué preferís, la monarquía sueca o una república bananera?”, preguntaba la dirección. “La sueca, la sueca”, respondíamos las bases como un solo hombre. Cuando ya estábamos derrotadas, el ponente que enviaba la dirección a convencernos, se adornaba con el pase del desdén: “además, una bandera es un trapo”.

El Ayuntamiento navarro de Villava ha vivido este año su guerra particular de las banderas. Los concejales de ANV colocan la ikurriña en la mesa del salón de plenos, so pretexto de que “fue adoptada en referéndum por el pueblo de Villava”.
El resto de los partidos, en plan iconoclasta, coloca una bandera de los grupos Iron Maiden o Kiss, los concejales del PSN; una del Osasuna, los de UPN. No acaban de percibir la asimetría: ellos no se toman los símbolos en serio, pero su actitud no contagiará nunca a sus rivales. La democracia española asumió la ikurriña hace ya 32 años, pero nadie debe esperar que el nacionalismo acepte la española nunca, por mucho que tratemos de exprimir el famoso discurso parlamentario de Azaña en mayo de 1932. Quien llevaba razón era Ortega: sólo se puede conllevar.

Es extraordinario que no se haya conseguido un consenso elemental para definir un espacio simbólico de universal aceptación. Asombra recordar que Ardanza colocaba la bandera española en Ajuria Enea en 1985, con el respaldo explícito de Arzalluz a su gesto: “se ignora que Aguirre tenía izada la bandera española en el Carlton”, escribió entonces. Más asombra que 23 años después sean algunos responsables socialistas los que se resisten a colocarla, en una nueva prueba empírica de que las pistas de aterrizaje se acaban usando preferentemente para el despegue.

Caerán más resoluciones como éstas. El TS, que crea jurisprudencia, ha de ser forzosamente coherente y, tal como dice en su última sentencia, no puede aceptar que las leyes se deroguen por el mero transcurso del tiempo que pasan sin ser cumplidas. Por más que EA no apoye las sentencias del Supremo. Alguien debería explicarles que las leyes no requieren ser apoyadas. Basta con ser cumplidas.

28 noviembre 2008

Club de fans de Almudena Grandes
Testimonios publicados en elpais.com


• 181 Macu - 27-11-2008 - 21:12:20h
Todos mis respetos y admiración aAlmudena Grandes y a su marido. SR Antonio Muñoa Molina, mire que me usted escribe bien, pero ,en estos momentos me recuerda a un tal rouco ( para mi, no merece ni mayúsculas)

• 179 Carol - 27-11-2008 - 21:04:15h
Ninguno me gusta, Muñoz Molina en un muerto como escritor y como intelectual un mediocre. Almudena en berborreica y un dispareate, pero lo que trasluce muñoz molina me parece más grave. Es el discruso franquista que nos metieron en el cerebro bien asumido, los rojos se merecieron lo que les pasó ¿verdad muñoz molina?. De una vez abran las fosas, abran los archivos, sepamos las cifras... Todo esto ha tapado el artículo de Julián Casanova publicado ayer. magnífico. Eso es lo que hay que averiguar.

• 169 RAQUEL - 27-11-2008 - 20:30:06h
Estoy alucinada.Pero han leido el artículo de AG? Ella no justifica la violación; precisamente muestra el contraste entre la beateria de la monja y el absoluto desprecio que supone la violación. Por favor, lean el artículo y luego hablen, no hagan como Muñoz Molina que extrae una frase y se deja la siguiente. Me asombra tanta palabra porque un gurú llamado MM pontifica y de paso cuestiona la memoria histórica. Ya le hemos visto el plumero hace tiempo.

• 163 Sergio - 27-11-2008 - 20:18:30h
He vuelto a leer el artículo de Almudena y no comprendo tanto revuelo. en primer lugar la autora no dice que el copyright de la famosa frase de la sumisión sea de la madre maravillas si no que "es un consejo de la madre Maravillas"; en segundo lugar dudo que la autora (si se sigue un poco su trayectoria) abogue por el maltrato femenino ni por el chiste casposo, las cosas hay que leerlas en su contexto y con sentido literario y, tercero, creo que en España lo que sobran son miuras que entran al trapo rojo de manera permanente sin importar mucho la altura intelectual. Lo importante es dar caña.

• 161 Francisco Tomás Díaz - 27-11-2008 - 20:16:39h
¡Ánimo, Almudena! La hipocresía ladra, luego cabalgamos.

• 152 Sílver - 27-11-2008 - 19:37:38h
Siguiendo la consigna "al enemigo, ni agua" (de la que por cierto, Muñoz dice huir) se despacha con una, primero, desafortunada y después -en vista del dato aportado- errónea cita de Grandes con un tono que exhala un tufillo a inquina. Una pena, porque se echa de menos mayor disputa intelectual (eso que tan bien hace Savater, por ejemplo). Pero así no, para soltar veneno ya tenemos al PP.

• 148 Manuel R. García - 27-11-2008 - 19:27:14h
Leo a Almudena; leo a Antonio: aquella, en su artículo, no quiere reir. Y no lo hace. Habla, antes de la "frase"de un pretencioso contrato "sadomasoquista". Que viene a serlo. Con el alma por medio, lo diga San Juan de la Cruz o la Cruz de Muñoz Molina. Ahi entronca el macabro pensamiento de la monja. Como podríamos entroncar el "debemos morir como Jesús, sufriendo" que lanzara el cardenal para ahuyentar los cuidados paliativos que él mismo -que cosas- querría para sí en su lecho.de seda y muerte. ¿Desafortunado...? Llevado al extremo de un entendimiento forzado y, mismamente,... extremo. Que es lo que hace Muñoz Molina. Si, derivado. Y mucho desde aquella deriva cuartelaria del "plomo" tras el brutal atentado del 11-M. No lo sé, es una pregunta: ¿Grandes le recriminó aquella ignominia panfletaria...?. ¿Pidió disculpas Muñoz Molina por tal aberración?. Grandes sigue donde siempre ha estado y quienes la conocen, lo agradecen. Muñoz Molina, alejado de su Nueva York del alma, es quien muta en rosa. Diez.

• 146 runas - 27-11-2008 - 19:18:22h
La poesía (la literatura, las artes plásticas, cinematográficas...la vida) es un arma cargada de futuro: "Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan decir que somos quienes somos, nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno. Estamos tocando el fondo. Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse." (Gabriel Celaya) Pálante, Almudena.

• 142 elvira - 27-11-2008 - 19:11:18h
Recuerdo cuando Almudena participaba en la tertulia de Julia Otero, en la radio. Allí ejercía espontáneamente de factor de moderación entre los de derechas y los de izquierdas, y lo hacía muy bien. Estoy convencida de que no es esa mujer rabiosamente sectaria que algunos quieren garabatear aprovechando la ocasión. Sí, ha metido la pata, pero tal vez esté harta y cansada, motivos no le faltan. Intelectuales y gente prominente de derechas dicen barbaridades sin que ningún otro intelectual de derechas (ni de izquierdas, últimamente) les reproche o corrijan en nada

• 141 Mágina - 27-11-2008 - 19:10:07h
Todavía recuerdo el ardor guerrero con el que Muñoz Molina defendía el patriotismo constitucional de Aznar, así que no me extraña nada de lo que escriba este personaje.

• 140 Vidente - 27-11-2008 - 19:08:02h
Veo pronto a Muñoz Molina en el PP, si no lo está ya.

• 137 Jornalero - 27-11-2008 - 19:03:15h
En " El jinete polaco" ya le asomaba su vena falangista, como buen hijo de pequeño propietario rural,así que no me extraña nada su deriva posterior.

• 135 Ardor pepero - 27-11-2008 - 19:00:27h
Almudena no estuvo muy afortunada pero este Muñoz Molina cada vez es más de derechas. Lo veo pronto en la orbita del PP, con Pio Moa y Cesar Vidal.

• 134 Paco - 27-11-2008 - 18:58:33h
Sinceramente el comentario sobre la monja creo que se ha sacado de contexto; en el artículo había contexto: había ironía, había amargura... y se hablaba de otras cosas que de las que valdría la pena hablar... aunque sé que otros no estarán de acuerdo... Me parece que Muñoz Molina se ha pasado con su ataque, me ha parecido algo cruel... Por último, en relación a algunos comentarios: la gente tiene derecho a ser revanchista, a querer exiliarse, a no perdonar, a querer dividir, a estar amargado... incluso a ser malo... son cosas que se sienten y que se son... no se puede obligar a la gente a ser lo que no es... si no te gusta lo que escribe AG, basta con no leer lo que escribe... es así de fácil.

• 120 Trabe - 27-11-2008 - 18:26:10h
Aquí el único "exiliado" de lujo es Muñoz Molina, tan demagogo como siempre y ahora también desafortunado al exacerbar las palabras de Grandes. El supuesto "mal gusto"(¿que significa "mal gusto" ?) no debe hacernos olvidar el meollo del artículo a pesar de la pouc acertada exégesis teológica de Muñoz Molina.

• 119 nuria - 27-11-2008 - 18:26:00h
Almudena, me gustó tu columna. Animo, dices verdades como puños, no hay nada peor que la mojigatería y la insentatez. Ah! y los escritores de la "gauche caviar", que van de canapé en canapé, repartiendo bendiciones a unos y recriminando a otros.

• 117 diego-tauro - 27-11-2008 - 18:23:59h
"Déjate enseñar, déjate mandar, déjate sujetar y despreciar y serás perfecta" : Sor Maravillas o san Juan de la Cruz, da igual. Parece un tratado sobre la sumisión que debemos tener hacia los (seres) poderosos que deben decidir por nosotros. No me vale. No veo nada perfecto en sentirse como un gusano.

• 76 María Isabel - 27-11-2008 - 17:13:28h
Reconozco que Almudena Grandes no estuvo muy fina (vamos que metió la pata) en una parte de su escrito. ¿Pero hubiera respondido ahora Muñoz Molina con la misma dureza si el autor del escrito hubiera sido alguno de los autores que frivolizan, por decir algo, sobre este mismo tema y que están cerca o dentro de opciones conservadoras? Yo creo que no, y que sus escritos actuales obedecen a una toma de posición, a una trinchera frente a alguien y frente a algo. Mal asunto.

• 73 contento - 27-11-2008 - 17:09:59h
Antonio Muñoz Molina se ha convertido en otro de esos personajillos que zafandose en una frase poco afortunada se dedican a desprestigiar a una persona y a la memoria española (la colectiva). Pobre servicio nos viene haciendo este hombre que también se va....... con la derechona.

• 72 Ariadna - 27-11-2008 - 17:09:58h
Grandes: tu frase sobre la monja en cuestión es desafortunada. Otra cosa es que Muñoz Molina haya perdido compromiso, allá él, aunque es legítimo. Es increíble que se esté hablando tanto de la monja Maravillas. No entro en si fue o no ejemplar, lo que no es de recibo es que una monja tenga placa en el Congreso.

• 71 Dinamitero - 27-11-2008 - 17:09:52h
No conozco mucho la obra de Almudena Grandes, la de Muñoz Molina, sí, por desgracia. Otro caso más de escritor sobrevalorado que se queja de los oficialismos cuando puede y que es el primero en gozar de todas las prebendas cervantinas y académicas. Claramente, los mediocres (Sánchez Drago, Espada, y ahora este personaje) cuando no pueden destacar en la izquierda se van hacia la derecha, porque ahí la ausencia de intelectuales les hace más visibles.

• 69 carmen - 27-11-2008 - 16:59:58h
el pobre muñoz molina está amargado con la mujer que tiene y no es para menos

• 68 Lutzow - 27-11-2008 - 16:56:59h
Almudena se equivoca gravemente en las formas... además, no resulta necesario faltar a la ecuanimidad para denunciar los crímenes fascistas... muchos cometieron atrocidades durante la guerra, un contexto salvaje que saca lo peor de todos... pero mientras unos fueron castigados con el exilio, largos años de cárcel o la muerte (entre ellos muchos inocentes), otros se fueron de rositas... o con varias medallas colgadas de la pechera... Nunca olvidemos que fue un golpe militar quien nos robó la libertad durante 40 años...

• 63 Chema - 27-11-2008 - 16:17:56h
Don Antonio , que le pasa a usted, se ha transformado ,y los 40 años de franquismo, y la ecuanime labor de la iglesia en esos años, y el papel de la mujer , en esos tiempos , por ejemplo , su mujer solo seria famosa, por ser su mujer.o por ser monja, como la Sra Maravillas,

• 58 Emilio - 27-11-2008 - 16:10:54h
Admiro la calidad literaria de Muñoz Molina y también la de Almudena Sánchez, a la que he leído menos. Siento simpatía por los dos, pero me preocupa desde hace tiempo la deriva ideológica que percibo en Muñoz Molina. Sinceramente, está fuera de lugar acusar a Almudena Sánchez de "machismo" o algo así, algo sin sentido para quien conozca la trayectoria de esta escritora. Sea de San Juan de la Cruz o sea de sor Maravillas la frase es absurda en el siglo XXI. Las críticasde Muñoz Molina son exageradísimas.

• 51 Miguel Caro Caro - 27-11-2008 - 15:45:16h
Con esta frase de san Juan de la Cruz, estaría resuelto el tema de la "violencia de géneros". Los místicos, no tuvieron pareja , ni hijos. Tendrían otra opinión del tema y dirían otras frases. Mis respeto por los místicos pero el siglo XXI, no tiene nada que ver con ellos. Por la igualdad y el respeto por las diferencias.

• 50 Ciro - 27-11-2008 - 15:41:25h
No me creo nada. Ni me creo que Grandes quisiera hacer un chiste machista con su columna, por la que ya ha manifestado su pesar, ni tampoco que Muñoz Molina quiera erigirse en el acusador oficial de la crueldad republicana. Más bien creo que se les ha ido de la mano a ambos este asunto y más bien creo que acabarán arrepentidos ambos por ello. Con ocasión de la polémica de las caricaturas de Mahoma, Vargas Llosa en una tribuna en este periódico reivindicaba el derecho a ser irreverente sin que a uno lo crucifiquen.

• 44 Belén - 27-11-2008 - 15:22:50h
Todo mi apoyo para almudena Grandes )y Luis Garcia Montero). Se le olvida a Muñoz durante los 40 años de franquismo. ahora les toca el turno a los republicanos y a sus familias

• 36 Juan Carlos - 27-11-2008 - 14:57:17h
Sr. Muñoz Molina: no se preocupe usted que no somos tan olvidadizos. Durante muchísimos años la maquinaria propagandística del franquismo y, después, otros como usted nos han recordado lo criminales que fueron los rojos. Menos demagogia. No se es más demócrata por intentar parecerlo tratando de buscar ecuanimidad: lo que necesitamos es justicia,... y memoria.

• 34 Julia Rosa - 27-11-2008 - 14:52:48h
¡Qué decepción, Muñoz Molina! Parece que estar al lado de los poderosos contagia ciertos modos y maneras. Toda mi admiración para Almudena.

• 25 José Egea Caballero - 27-11-2008 - 14:17:18h
Almudena es dura, eso yo lo veo. Pero ¿de qué otra forma se puede actuar cuando ves que la iglesia pugna por mantener los privilegios de la época franquista a todos los niveles(financiación, enseñanza, ciudadanía,etc) y el Gobierno y sus soportes miran hacia otro lado?. Antonio, ¡cuanto has cambiado!

• 18 Harta - 27-11-2008 - 13:50:27h
Muñoz Molina cada vez se siente más extraño en su país porque ya ha hecho todo lo que ha podido por escalar puestos en el mundo de la cultura y precisamente fuera de su país. Si las incursiones que va a hacer en "su país" van a ser de este tipo, mejor que se sienta extraño. Qué poca vergüenza atreverse con ese discursito conciliador pero siempre recordando que los otros, los pobrecitos de la derecha, también sufrieron. Ya está bien ¿no? Ya está bien.

• 17 Carlos - 27-11-2008 - 13:42:01h
Para imparcial: No, no se puede. Si crees en una España laica no puedes estar a favor de placas en el Parlamento para monjas franquistas, si crees en el respeto a las personas no puedes no condenar el franquismo. Así de claro, no se puede ser imparcial. Un beso para Almudena Grandes

• 14 yoyo - 27-11-2008 - 13:20:57h
Esta polemica es un malentendido tonto, bien sabemos lo que piensan Muñoz Molina y Grandes, y por supuesto los dos escritores saben lo que pasó en la guerra civil, pero una placa en el Congreso para una monja, no tiene sentido. Esto de los místicos no me pone nada, prefiero a Machado y su olmo seco.

• 11 Carlos - 27-11-2008 - 13:10:49h
Es triste ver la involución ideológica de Antonio Muñoz Molina y de su mujer. De aquel brillante escritor de izquierdas y comprometido de "Beltenebros" no queda nada ¿Qué será lo siguiente, Antonio? ¿Estás con Sor Maravillas y con Bono o con la izquierda? ¿Estás con la Memoria Histórica o con los que la niegan? No te reconozco

• 9 JUAN FRANCISCO GONZALEZ PULIDO - 27-11-2008 - 12:57:54h
Creo que lo que dice Almudena Grandes es que la famosa frase es "un consejo" a sus monjas, no que la Madre Maravillas sea la autora de la frasecita de marras.

• 6 Pablito - 27-11-2008 - 12:49:12h
Antonio, eres la mayor decepción del mundo intelectual de este país. Mi apoyo a Almudena.

• 4 Belén - 27-11-2008 - 12:40:21h
Es chocante que de todo lo que se ha escrito acerca de Sor Maravillas en estos días, lo único que ha movido a Muñoz Molina a participar en el debate es el artículo de Grandes y encima para acusarla de machista. No he visto a Muñoz Molina redactar ni una línea de preocupación por los asesinatos de mujeres, ni por la actitud de la iglesia sobre esos asesinatos (aguanta, hija, aguanta). Ya vale de poner en su sitio solamente a algunas personas. Que pena, Muñoz Molina, que pena

• 2 Rafael - 27-11-2008 - 12:35:21h
Creo que es indiferente quien fuera el autor original de la frase y el sentido que diera a la misma. Lo que se debate es el uso y la finalidad que le daba esta mujer. Y a mi me parece claro que su mensaje era el de "resignate y obedece". Y, por cierto, creo que era lo mismo que decía Juan de la Cruz, porque, ya me dirá usted qué diferencia hay entre algo tan etéreo como "el alma" y la propia persona.

26 noviembre 2008

España como vía crucis

Santiago González

España es en ocasiones una procesión que va detrás de un crucifijo con propósitos alternativos: bien para hacerle rogativas, bien para ajustarle las cuentas, si aquellas hubieran sido desatendidas. Raúl del Pozo recogía hace unos meses aquí al lado una copla popular alusiva: “No he visto gente más bruta/ que la gente de Alcocer,/que echaron el Cristo al río/ porque no quiso llover.

Hay una España seca y otra húmeda, las dos Españas de siempre. Ramón Cabrera, el general carlista, lo entendía bien al arengar a los suyos: “¡A por ellos, que son de regadío!” Hay una España de trasvases y otra desaladora, aunque a veces la segunda transige con los primeros, siempre que pueda llamarlos con nombres creativos: ‘conducciones puntuales de recursos hídricos’ y por ahí.

Durante la campaña electoral que desembocó (observe el amable lector la pertinencia de la metáfora) en las elecciones de octubre de 1982, el Mediterráneo español sufría lo que el franquismo había definido con el sintagma ‘pertinaz sequía’. A aquellas alturas del siglo XX se organizaron rogativas, procesiones detrás del crucifijo, todavía por las buenas. Empezaban a caer las primeras gotas en el momento en que Carrillo iniciaba su parlamento durante un mitin del PCE en Murcia. “Hemos tenido que venir los comunistas para conseguir que llueva en esta tierra”, dijo, sin imaginar que aquellas gotas se convertirían en inundaciones.

Hay también una tendencia al exceso y al fetichismo. Sólo así se explica que en un sistema educativo como el español, tan carente, tan cambiante y tan inane, se haya podido establecer la polémica más viva por el crucifijo en las aulas. Llegados a este punto, diré que no soy partidario, por estrictas razones de laicismo. Creo en la religión como un asunto privado y desconfío de su exposición en los espacios públicos. La mezcla de lo público y lo privado es, en los casos benignos, la condición necesaria para la corrupción; en los peores, para el totalitarismo.

Naturalmente me abstendré de intervenir en la polémica en sus términos actuales, porque en los dos bandos está presente el crucifijo. Los socialistas no son partidarios de que dicho símbolo cuelgue en las escuelas, pero ellos también lo han expuesto en lugar público. Por ejemplo en un libro que la Junta de Extremadura le editó con dinero público y prólogo de consejero al fotógrafo Montoya. Había en él un Cristo crucificado en estado priápico, otro transexual, algo de zoofilia y así. Nuestros ateos son los únicos laicos que blasfeman, lo que supone un contrasentido chocante. Buñuel lo supo expresar con su retranca maña: “gracias a Dios, soy ateo”.

Por otra parte, el crucifijo es una ejecución y esto siempre ha sido muy español, por encima de bandos. Es famoso el caso del brigadier Chaperón, que presidía la Comisión Militar de Madrid en la década ominosa. Él solía abrir la marcha del condenado hacia la horca, antes de que Fernando VII le regalase a su señora por su cumple la sustitución de la soga por el garrote vil, que entre nosotros siempre ha gozado de gran prestigio la mecánica. Llegado el momento, Chaperón saltaba y se colgaba de las piernas del reo para garantizarse el suceso. ¿Cómo extrañarse de que en 1936 los milicianos fusilaran a Cristo en el cerro de los Angeles?

La República no pudo ser por falta de materia prima: no había republicanos. No hay un proyecto de convivencia que pueda sobrevivir entre nosotros a los enfrentamientos entre bandos de supersticiosos. No hay una masa crítica de laicos. Toda España es un vía crucis, qué quieren que les diga.

21 noviembre 2008

20-N, memoria y desvarío

Santiago González

Sostuvo Zapatero el 20-N que Franco está “enterrado en lo más profundo de la memoria colectiva (…) la mayoría de los españoles ya ni nos acordamos de lo que representa el 20 de noviembre como el día en el que murió el dictador Franco, y quienes así lo recuerdan pertenecen a un sector marginal y testimonial de la sociedad”.

¿Marginal? ¿Testimonial? Ayer mismo, los intelectuales y artistas se dieron cita en el Círculo de Bellas Artes para promover un manifiesto de apoyo al juez Garzón. En aquel acto, Cristina Almeida sostuvo que su auto de inhibición “debería convertirse en un anexo de la Constitución española”, al tiempo que expresaba los deseos que le entran de quemar una estantería de libros cuando ve en El Corte Inglés la obra de historiadores como César Vidal: “Estamos ante una fosa común de lo peor de la historia”.

El mismo 20-N, Gaspar Llamazares, el increíble hombre menguante de la política española, anunció su intención de presentar una proposición no de ley para que los juzgados continúen con la obra puesta en marcha por Baltasar Garzón. Increíble contrasentido, tal como apuntó ayer la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña: "Si los autores [de los crímenes] están muertos para Madrid, también lo estarán para Barcelona, Tarragona, Lleida o Girona". La misma causa que obligó a Garzón a inhibirse llevará a idéntica actitud a los juzgados territoriales. La Ley de la Memoria no autoriza a juzgar a Franco, tan desmejorado en estos 33 años.

En el mismo día, y tampoco por casualidad, Esquerra Republicana y los Foros de la Memoria pretenden revisar una Ley de Memoria que les parece insuficiente. El representante de los Foros, José Mª Pedreño, anunció que la democracia seguirá siendo muy imperfecta mientras siga vigente “el franquismo ideológico”: “Franco murió en la cama, lo hizo de risa y sus carcajadas aún se oyen”. Es lo que tiene la memoria histórica, ese oxímoron que sintetiza la historia, narración desapasionada y objetiva, y la memoria, el relato subjetivo de unos hechos tal como los vivimos y recordamos.

Quienes seguimos con avidez los partes del equipo médico habitual y recordamos la larguísima agonía de El Pardo, solo podemos entender la frase de Pedreño, si era muy niño entonces y tiene prestada la memoria de los casi dos meses que pasaron entre los fusilamientos del 27 de septiembre y el 20 de noviembre en que aquel equipo médico certificó su defunción. Si tenía edad para tener recuerdos estamos ante la persona más incompetente para presidir unos foros llamados “de la Memoria”.

Probablemente, muchos de los congregados ayer en el Círculo de Bellas Artes no sepan que unos metros bajo sus pies, en el sótano del edificio, se creó el 4 de agosto de 1936 la checa de Bellas Artes, también llamada de Fomento, porque el 25 de octubre fue trasladada al número 9 de la calle de Fomento. El Comité Provincial de Investigación Pública, que tal era su nombre, constaba de 30 miembros, propuestos por los partidos que integraban el Frente Popular. Sus seis tribunales decidían sumariamente sobre las vidas y las muertes de los detenidos.

¿Sector marginal y testimonial, dice Zapatero? Ninguno de los reunidos pensó que la democracia debería acoger con idéntica piedad a las víctimas de la España franquista que a los desgraciados que salían de Bellas Artes con la palabra ‘libertad’, seguida de un punto en la sentencia, para ser llevados en coche hasta las tapias del cementerio del Este. Lo malo de seleccionar sólo un bando de las víctimas, es que se elige también un bando de verdugos.

19 noviembre 2008

Garzón lo deja correr
Santiago González

Mañana, a las 10, se cumplirán 33 años exactos de una comparecencia, la del entonces presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, que con aire muy mohíno, dijo: “Españoles, Franco ha muerto”. El anuncio se produjo en TVE, que tal como dijo entonces Perich, era “la mejor televisión de España”, lo cual quiere decir que la noticia tuvo una expansión extraordinaria en términos de share. Cien de cada cien españoles que en aquellos momentos veían la televisión, tuvieron ocasión de enterarse.

Luego se dispuso una capilla ardiente de tres días durante los cuales, el cadáver del dictador fue expuesto en El Pardo para que le rindieran su último tributo los españoles partidarios, que por entonces parecían muchísimos. Dos millones de ciudadanos guardaron cola durante horas para ver sus restos. ¿Es posible que hubiera tantos franquistas en España? Probablemente, no. Seguramente muchos de los colaguardantes querían cerciorarse por sí mismos de la veracidad de la noticia.

El español es un pueblo muy desconfiado de suyo. Cuando en 1902 tuvo lugar el crimen de Don Benito, acababan de ser proscritas las ejecuciones públicas, lo que llevó a que los asesinos de la joven Inés Calderón, un cacique local llamado Carlos García de Paredes y su secuaz, Ramón Castejón, fueran agarrotados en el patio de la cárcel de la localidad pacense. El pueblo llano, temeroso de que la ejecución fuera un simulacro, exigió ver los cadáveres, que fueron expuestos a la vista del respetable. Unos pocos curiosos, más desconfiados que la media, pincharon con leznas y alfileres sus cuerpos yertos, con el fin de cerciorarse de los hechos.

El mejor notario, el pueblo. O sea, que Franco había muerto y esto era vox populi. Quizá Garzón quiso dejar bien sentada la verdad judicial sobre aquel hecho en su auto del 16 de octubre en el que se declaraba competente y no quiso arriesgarse a basar la acción de la justicia sobre habladurías más o menos extendidas. La figura de Franco era importante para el caso por ser inspirador de genocidio, delito que traspasa las barreras de la prescripción y la amnistía. Lástima que después de poner tanto rigor en ello, de por sentada la voluntad de exterminio en parte de una entrevista que Franco concedió en julio de 1936 a un corresponsal de fábula que el Chicago Daily Tribune tenía en España, llamado Jay Allen. El juez pudo pedir una copia debidamente compulsada del diario citado o de The London News Chronicle, donde publicó una versión levemente diferente. Arcadi Espada dejó constancia en estas páginas de la equivocidad de una versión que el juez compone con dos fuentes distintas, ambas indirectas, en plan patchwork. La traducción “giró la cabeza, sonrió y mirándome firmemente dijo: “He dicho que al precio que sea”, aparte de retratar a Franco como a la niña del exorcista es difícilmente compatible con la respuesta que en la misma entrevista da el entrevistado sobre qué pasaría con los dirigentes de la República: “Nada. Que tendrán que ponerse a trabajar”. El periodista debería haberle dicho: Los muertos que vos matáis no sólo gozan de buena salud, sino que no podrán cogerse baja por defunción y/o enfermedad.”

Garzón se dio por enterado ayer de que Franco ha muerto, judicialmente hablando, y abandona la instrucción de la causa, quizá para evitar daños mayores. Era un final previsible. Lástima de tantas víctimas que han sacado la cabeza caliente de esta aventura. Ellos no sabían nada de juzgados competentes, ni de prescripciones legales: sólo querían los restos de sus familiares. Garzón nunca debió alentar ilusiones cuya satisfacción no le correspondía.

17 noviembre 2008

La antorcha socialdemócrata

Santiago González

Visto el desarrollo de la Cumbre de Washington es preciso concluir que los esfuerzos Zapatero en el G-20+x han sido una inversión productiva. Es verdad que este concierto ha sido dirigido por un pato cojo, que esto, sin el presidente electo pierde mucho y que, según hemos sabido por Le Figaro, el factótum Sarkozy determinó la fecha de la misma en función de una cuestión tan doméstica como silenciar al PSF, que celebraba congreso en Reims. Ha convertido en su primer aliado al antiguo admirador de su rival, que en año y medio ha pasado de "Ségoléne, siempre estaré a vuestro lado" a Nicolás, “te daré lo que me pidas” a cambio de la silla.

Si se toman la molestia de repasar las fotos del encuentro entre Zapatero y Bush comprobarán que no se conoce un duo de milicia tan bien avenido desde el que formaron Rick Blaine y el capitán Renault al final de Casablanca. Éste también puede ser el comienzo de una hermosa amistad, aunque no irá más allá del 20 de enero por exigencias del guión.

Antes de Washington, el presidente y su equipo pensaban que estábamos en la Champions: los que más goles metíamos y los que menos encajábamos; insistir en que a esto, en toda tierra de garbanzos se le llamaba ‘crisis’, era una prueba de antipatriotismo; la vicepresidenta exhortaba el 5 de febrero a los trabajadores de Ford en Almusafes para encarecerles que no hicieran «demasiado caso a los cantos apocalípticos de algunos sectores» sobre la situación económica en España, pues usan «algunos datos coyunturales» para intentar hacer creer que ésta «no va bien». Fue también antes de prever un crecimiento del PIB del 1,1% al hacer los presupuestos.

Los resultados de la cumbre están embarullados, pero los dos partidos más votados aquí se han apresurado a arrimar el ascua del G-22+el realquilado checo a su sardina partidista. El número 2 del PSOE explicó ayer que de "Washington ha salido más Estado, más transparencia, más regulación, más cautelas, más fiscalización. Aquí las tesis estadounidenses de más mercado y menos Estado se han acabado. Ha salido lo contrario". En definitiva, el mundo es un poco más socialdemócrata que ayer y un poco menos que en la próxima cumbre de abril. Fuimos luz de Trento con Aznar y antorcha de la Libertad con Zapatero. “Vuelvo a ver la temblorosa luz de España”, dijo María Zambrano a su regreso del exilio. Qué tiene que ver con socialdemocracia y transparencia una inyección de liquidez a los bancos, que, en opinión del presidente, se transformará “rápidamente y de forma clara en más crédito”, aunque él ya se teme que estas ayudas no repercutirán de un día para otro en la vida de las empresas y los ciudadanos. También piensa el presidente que el tiempo de la repercusión deber acortarse al máximo. Parecen buenos deseos, teniendo en cuenta que los 50.000 millones de dinero contante (los otros 100.000 millones son avales) coincide hasta el último euro con los vencimientos que dichos bancos tienen en un plazo inferior a un año.

Por si esto fuera poco, el ministro Sebastián ha destacado el liderazgo de Gordon Brown y Zapatero en la Cumbre, "junto a Sarkozy, que yo creo que está deseando pasarse al bando socialdemócrata e, incluso, más a la izquierda". Aquí tenemos una oportunidad de futuro: Bastaría con ofrecerle a Sarkozy el cargo que deja vacante Llamazares al frente de Izquierda Unida. Los dos son bajitos, pero el francés parece más Superratón, “supervitaminado y mineralizado”. Tendríamos un aliado fiel dentro y una amiga al frente de la República francesa. Por dar ideas que no quede.

14 noviembre 2008




El reñido nombre de la cosa


Santiago González

Los futbolistas de Euskal Herria se han plantado ante la Federación Vasca de Fútbol. No están dispuestos a que la selección vasca vuelva a llamarse ‘Selección de Euskadi’, el nombre que tuvo hasta 2007, en que pasó a ser de Euskal Herria para jugar su partido navideño contra Cataluña.

La tradición vasca es cemento que fragua en un suspiro y en este 2008 el nombre de Euskal Herria se ha convertido en seña de identidad para los futbolistas, en sus raíces y sus razones profundas: "Nosotros queremos representar a una nación de siete territorios y 21.000 kilómetros cuadrados, cuyo nombre a día de hoy es Euskal Herria". No parece que el Señor les haya llamado por los caminos de la historiografía, aunque si echamos un vistazo a las tablas clasificatorias, podría pensarse que tampoco por los del fútbol.

Hasta que Sabino Arana se inventó el término ‘Euzkadi’, en los ambientes euskaldunes se decía mayormente ‘Euskal Herria’. Resurrección María de Azkue, fundador de Euskaltzindia, fue un eminente vascólogo que ganó la cátedra de euskera en el Instituto de Bilbao a Sabino Arana y Unamuno. Invitado a dar una conferencia en el primer batzoki abierto en Bilbao a finales del siglo XIX, fue contestado por los militantes nacionalistas. Cada vez que él decía “Euskal Herria”, los asistentes le rectificaban gritando a coro: “¡Euzkadi!”, con un enojo considerable del ponente.

La primera sesión celebrada en la historia por un Parlamento vasco se produjo el 31 de marzo de 1980, 22 días después de haberse celebrado las primeras elecciones autonómicas vascas de la historia. Tendremos 7.000 años de antigüedad como pueblo, según dice el incansable Ibarretxe, pero todo lo importante ha pasado hace casi nada. Ustedes se imaginarán que el lehendakari es una figura ancestral que presidía consejos de ancianos bajo un roble en la edad media. Pues no. El primer lehendakari de los vascos juró su cargo el 7 de octubre de 1936, una fecha al alcance de cualquier memoria histórica.

Aquella primera sesión parlamentaria estuvo dedicada a debatir el nombre de la cosa: si se escribía con ‘s’ o con ‘z’. El PNV era partidario de la grafía ortodoxa de Sabino, que, al fin y al cabo, era el bautista. La Academia de la Lengua Vasca defendía la ‘s’, al igual que el resto de los partidos, nacionalistas o no y la banda terrorista ETA, acrónimo de ‘Euskadi ta Askatasuna’. Mario Onaindía, parlamentario de Euskadiko Ezkerra, envió una nota al grupo del PNV, en la que decía: “si habéis renunciado a todo lo demás, ¿por qué os aferráis a la ‘z’? Firmado: Sabino Arana”. En los años 80, el presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga Iribarne, se declaró contrario al término ‘Euskadi’, por ser un neologismo aranista: “siempre hablaré de la gran Euskal Herria, que es la tierra de mi madre”.

Si alguien se toma la molestia de buscar en la hemeroteca de la prensa nacionalista, radical o no, y en las video y audiotecas de la Radiotelevisión vasca, se encontrará con que apenas hay referencias a Euskal Herria anteriores a abril de 1992. El término usado más frecuentemente es, con diferencia, ‘Euskadi’. El 29 de marzo de aquel año, la policía francesa detuvo a la cúpula dirigente de ETA en Bidart: ‘Pakito’, Txelis’ y ‘Fiti’. El segundo, José Luis Álvarez Santacristina, era el encargado de redactar los comunicados. Por razones obvias, el redactor pasó a ser Mikel Antza, que empezó a escribir ‘Euskal Herria’. La explicación de los fenómenos complejos es a veces tan sencilla como estremecedora.


12 noviembre 2008

Un concurso de ideas para el G-21

Santiago González

Contra lo que vienen diciendo sus adversarios, el presidente del Gobierno conoce perfectamente al motivo por el que viajará a Washington este fin de semana. Va a sentarse allí, entre sus pares, “en la cima del mundo, mamá”, podríamos decir, con la notable frase de James Cagney en la secuencia final de ‘Al rojo vivo’.

Todo tiene que ir por su orden en esta vida. Primero se trataba de saber si estábamos invitados y lo estamos. Una vez sentado esto –dicho sea en sentido estricto- se trata de saber lo que tenemos que decir allí y para eso, Zapatero ha convocado un concurso de ideas. El lunes recibió a los representantes de la banca y a empresarios y sindicalistas; ayer a la oposición, para tener con Rajoy la más apacible de las reuniones mantenidas hasta la fecha. El presidente del PP le entregó un escrito con diez puntos. Naturalmente, un decálogo. Es muy notable que todos los documentos políticos de alguna solemnidad se hayan redactado aquí igual que las tablas de la Ley. Los de derechas y los de izquierdas. El texto tiene un carácter eminentemente constructivo. Exige en su punto 9º que la presencia de España en el G-20+1 sea permanente, más allá de la presidencia europea de Sarkozy. “Qué más quisiera yo”, habrá respondido Zapatero.

De los 21 países que asistirán, dice el papel de Rajoy, España está entre los que tiene ante sí peores perspectivas de futuro. Esto es cierto: tenemos el déficit exterior mayor del mundo, una productividad muy baja y no se ve ningún sector económico que pueda sustituir al ladrillo para tirar de la economía real.

El presidente también ha pedido a la Fundación Ideas, que preside Jesús Caldera, quizás otro decálogo, y no faltará quien se llame a escándalo, invocando el carácter ideológico de la Fundación y algunas opiniones de su presidente que no parecen adecuarse a la gravedad del momento: “Quienes reclaman medidas drásticas, lo que quieren es recortar los beneficios del Estado de Bienestar y no se atreven a decirlo”, dijo al explicar la razón de ser de su Think tank.

No hay razón para alarmarse. Las fundaciones ahora son multiculturales y multifuncionales y tienen un objeto social de lo más diversificado. Ahí está la del ex presidente Carter, que no deja escapar una relación humana sin ofrecerle sus capacidades mediadoras, facturando por todas ellas, detalle muy a tener en cuenta en época de crisis: lo mismo media en conflictos internacionales que diseña un proceso de paz entre una banda terrorista y un gobierno complaciente, que organiza bodas y otros eventos sociales cuya celebración requiera una cierta puesta en escena.

Tal como decía el International Herald Tribune, este triunfo ha tenido un precio: “El gambito de Zapatero ha servido para subrayar sus magros éxitos en política exterior - y la imagen de un líder europeo que suplicaba un asiento en la mesa ha parecido inapropiada a muchos.” Si añadimos a esto lo que va a costarnos el alquiler de la silla a Sarkozy, a pesar de tratarse de un alquiler muy a corto plazo, puede salirnos más caro que a Televisión Española la legendaria bufanda de Locomotoro, si bien el arte no tiene precio, por decirlo con palabras de Moratinos.

Nuestra presencia en Washington es un éxito de riguroso consumo interno, no uno de los misterios gloriosos del rosario. Pero nuestro presidente ha sido capaz de llevar a España a la cumbre invocando la comparación de nuestro PIB con los del G-8. Para quedarse con el asiento en propiedad bastaría con algo más de modestia y compararnos con los otros 20. Peor está Argentina. Que le quiten nuestra silla a Cristina Fernández de Kirchner.



10 noviembre 2008

Predicar con el ejemplo

Santiago González

Odón Elorza ha sido siempre un un maverick, dirían en nuestro nuevo país amigo, en recuerdo del abogado texano que abandonó una punta de ganado que tenía a su cargo. La manada se desperdigó y a partir de entonces se llama así a las reses sin marcar, metáfora de los hombres que van por libre.

Fue un precursor. Él ya ejercía de Jeremías en los Congresos del PSE aun antes de ser alcalde. Era un espectáculo verle cantar las cuarenta a la Ejecutiva saliente, volver del derecho y del revés el Informe de Gestión de la misma y luego votar afirmativamente, como Cristo nos enseña. Espectacular, ya digo. Él siempre se anticipaba en plan thinktank lo que luego habían de pensar sus compañeros de dirección. El 19 de octubre de 2002, San Sebastián fue escenario de una gran manifestación de ¡Basta Ya! contra el Plan Ibarretxe. Allí estuvieron Zapatero y Patxi López, pero el alcalde aprovechó el fin de semana para ir a ver un mercado a Barcelona.

Ahora se ha pasado. Una cosa es predicar y otra dar trigo. No es lo mismo adelantarse en lo ideológico que predicar con el ejemplo. Con el mal ejemplo, se entiende, porque Elorza va a disminuirse el sueldo un 3%, más lo que salga de inflación. El anuncio coincide con dos noticias: la primera es que los trabajadores de Fagor han decidido renunciar a su paga de Navidad y repartirse a escote la pérdida de actividad derivada de la crisis, lo que supondrá una rebaja salarial del 5%. La segunda, que los Presupuestos de 2009 prevén un aumento de un 4,2% en las subvenciones para los partidos.

Odón Elorza se juega aquí su futuro político. Estuvo bien que diera a conocer en rueda de prensa su situación patrimonial, vivienda, cuentas bancarias y hasta el plan de pensiones, mientras el PNV cambiaba apresuradamente de candidato a la Diputación, después de que al inicialmente previsto le salieran viviendas no declaradas a Hacienda.

Odón Elorza y los trabajadores de Fagor han protagonizado un gesto insólito y admirable, al revelar un sentido de la corresponsabilidad desconocido en la política y el sindicalismo español. Pero no es de recibo el mal ejemplo que da el alcalde de San Sebastián so pretexto de una austeridad mal entendida, mientras su compañero de partido, Pérez Touriño o Ernest Benach se juegan el bigote por defender la dignidad del cargo, renunciando a la fácil popularidad que les daría un comportamiento más austero.

Es verdad que en este tiempo de locuciones pretaporter, puede haberse dejado fascinar por la que reclama practicar con el ejemplo, pero debería haber tenido en cuenta otras que se le oponen. Un suponer, la caridad bien entendida, empieza por uno mismo o la frase imperecedera de Eugenio d’Ors cuando se trata de asuntos serios: “Los experimentos, con gaseosa”.

El 4,2% que van a aumentar las retribuciones de los partidos es exactamente lo mismo que va a incrementar la inversión en infraestructuras. Ambas son la prueba de que Solbes ha hecho unos presupuestos para hacer frente a la crisis al igualar el aumento en inversión productiva (las infraestructuras) con el del gasto en los partidos, que está orientado a la creación de empleo. No sé cómo verán los trabajadores de Fagor que los partidos no recorten sus peticiones, pero a éstos les tiene que parecer fatal el gesto de Odón Elorza. ¿Quién crea más empleo, el acelerador de neutrones o un partido político? Seamos serios. Los partidos son un instrumento idóneo de política anticíclica. La inversión en ellos es siempre intensiva en mano de obra. Indirectas como la de Odón cuestionan la creación de empleo y nos ciegan la salida de la crisis.

08 noviembre 2008

Una campaña de negros

Santiago González

Admirable lehendakari, permítame que excepcionalmente vuelva al género epistolar para hacerle algunas consideraciones sobre la intensidad con que Euskadi ha vivido las elecciones que han llevado a Obama hasta la Casa Blanca. Salvando lo del tamaño, (que no lo es todo) no había razón para que EEUU no fueran nuestro modelo. O nosotros un modelo para ellos. Al fin y al cabo, América tiene sus orígenes a la vuelta de la esquina. ¿Qué son los 232 años transcurridos desde su Declaración de Independencia comparados con nuestros 7.000 años de existencia como pueblo? Es verdad que aún no hemos conseguido nuestra independencia, pero es indudable que empezamos a reivindicarla antes.

He seguido con mucho interés su reciente encuentro con los empresarios vascos, en el estilo del que su contrincante, Patxi López, mantuvo en Bilbao hace mes y medio. Mucho nombre repetido en ambos actos. Es normal. En un país que bajo su dirección aspira a la soberanía compartida, es muy lógico que los agentes sociales también estén sujetos a fidelidades compartidas.

Me llamó mucho la atención su reivindicación de Obama entre tan distinguida concurrencia. Los empresarios vascos debieron de quedarse muy sorprendidos al enterarse por sus labios de que el “Yes, we can, fue inventado por la sociedad vasca hace muchos años, ya que es una traducción de ‘querer es poder’. En los 300 años (sic) que llevo en Euskadi siempre he oído esa expresión”.

Es impresionante lo suyo, lehendakari. También lo de los empresarios, a los que imagino haciendo gala de una contención gestual digna de los legionarios romanos que están junto a Pilatos y su amigo ‘Pijus Magníficus’ en ‘La vida de Brian’. En todo caso, lo de los 300 años es muy compatible con la posibilidad de que el 4 de julio de 1776 en el que Thomas Jefferson redactó la Declaración de Independencia para las 13 colonias que pasaron a llamarse Estados Unidos, ya hubiera pastores vascos apacentando sus ovejas por las praderas de Idaho.

Pero va a ser que no. Ni usted lleva 300 años en Euskadi, por muy largo que se le haga, ni ‘Yes, we can’ fue inventado por la sociedad vasca, ni significa ‘querer es poder’, expresión que difícilmente ha podido ser una locución de uso común en euskera. El juego de los infinitivos en ‘er’ sugiere un origen castellano de la expresión. Tal vez usted recuerde que su partido, ya con usted de lehendakari, hizo una campaña con el lema “Queremos. Podemos”. Nahi dugu. Ahal dugu, creo recordar, pero, si me perdona el apunte, el estribillo del himno del Logroñés lo dice desde antes: “¡Aúpa, aúpa el Logroñés, chuta, que chuta, que chuta! ¡Aúpa, aúpa el Logroñés, aúpa, querer es poder!”

Permítame decirle, además, que ambas expresiones no sólo no quieren decir lo mismo, sino que son antitéticas en su espíritu, si usted trata de dotar de significado político ese ‘querer es poder’, más allá de una amable apelación a la fuerza de la voluntad. Trataré de explicárselo: “Yes, we can”, (Sí, podemos) es un eslogan que presupone la aceptación de las reglas del juego. No parece casual que su Constitución sea la primera del mundo que pone el acento en los derechos del individuo y deposita la soberanía en el conjunto de los ciudadanos y no en un monarca. Mientras, aquí aún echamos de menos el Antiguo Régimen y el Pacto con la Corona de cuando el esplendor foral.

Aquel eslogan hubiera sido correcto con sólo invertir el orden de sus términos: “Podemos. Queremos”. El primero anteponía nuestros deseos a la Ley. El segundo, los somete. Montesquieu ya había sentenciado esto en ‘Del espíritu de las leyes’, escrito muy pocos años después de que usted habitara entre nosotros: “La libertad es el derecho de hacer todo lo que las leyes permiten, de modo que si un ciudadano pudiera hacer lo que las leyes prohíben, ya no habría libertad, pues los demás tendrían igualmente esta facultad.”

Se cae de su propio peso, pero si no le basta, contrástelo con su experiencia. Usted quería organizar una consulta, o eso nos pareció a la mayoría, pero no ha podido. Esa ha sido desde sus orígenes, la función de las leyes, lehendakari: encauzar nuestros deseos y, ocasionalmente, contenerlos. Tengo entendido que Patxi López brindó ayer en el Parlamento por la victoria de Obama, como si fuera su hermano americano. Para su consuelo, lo hizo con ‘txakoli’ y tampoco él es Montesquieu, aunque aquí muy bien podría pasar por catedrático de Derecho Constitucional. Yo creo que en las próximas autonómicas, deberían competir por ver quién de ustedes nos parece más negro. Uy, perdón, quise decir ‘afroamericano’.

07 noviembre 2008

El Topo Giggio de Obama


Santiago González

Es muy probable que el presidente electo de EEUU no llegue a saber nunca cuánto debe de su éxito a la tarea tenaz y discreta de un hombre al que no ha tenido la fortuna de conocer: el vicesecretario general de los socialistas españoles. Pepe Blanco ha sido un viejo topo postmarxista, el Topo Giggio que ha excavado discretamente las galerías por las que Barack Obama ha llegado hasta el despacho oval de la Casa Blanca.

No se lo tomen a broma. Pepe Blanco tiene un blog(elcuadernodepepeblanco.blogspot.com) al que confía sus planes y sus más íntimos pensamientos. Ahí está descrito, negro sobre blanco, el camino de Obama a la Presidencia. El 4 de junio de 2008, tras la rotunda victoria del nuevo presidente en las encarnizadas primarias que sostuvo con Hillary Clinton, pudo soltarse el pelo y confesar lo que su sentido de la responsabilidad le había aconsejado mantener callado: "Me he resistido en estos últimos meses a confesar públicamente mi simpatía hacia Barack Obama para no interferir en lo más mínimo en el proceso de elección que estaba desarrollando el Partido Demócrata." Una vez consumada la victoria, también para él era la hora de los agradecimientos a sus blogueros: “debo agradeceros el apoyo que me habéis dado desde que hice público mi apoyo a Obama.”

Desde allí, con algún rodeo se ha ido hasta La Habana, “otras tierras reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos”, escribió el Che en parecida tesitura. Allí le esperaban para cenar los empresarios españoles. También se reunirá con nuestros cooperantes, la Iglesia Católica y “representantes de la Administración cubana”. No tiene hueco en la agenda para una cita con la disidencia. Cuestión de prioridades. Poca gente sabe que Cuba es nuestro tercer cliente (sic) en América Latina. ¿Saben por qué? Blanco lo explica: porque “sólo hablamos del monotema que oculta otras realidades muy importantes”. Es lo que tiene el monotema: si te empeñas en fijarte en la gente que pide libertades en Cuba o en las víctimas del terrorismo en Euskadi, se te escapan magnitudes claves, como los flujos del comercio bilateral o que los vascos, pese a los crímenes políticos , alcanzan una longevidad media superior a la japonesa, dice en todos su discursos Ibarretxe.

Es una lástima que el bloguero Pepe Blanco no tenga una solidaridad ciberespacial con la bloguera Yoani Sánchez. Es verdad que Blanco es un vicesecretario general y Yoani, apenas una disidente monotemática. A cambio, su blog, ‘Generación Y’, recibe una media de 3.000 comentarios en el mismo tiempo en que el cuaderno de Pepe Blanco registra una docena. Podría haber aprovechado el viaje para llevarle el Premio Ortega y Gasset de Periodismo. Las autoridades cubanas con las que sí se va a entrevistar, la impidieron viajar a Madrid para recogerlo en persona.

Yoani Sánchez defiende su libertad y su monotema en La Habana con la misma firmeza con que Rosa Parks defendió su asiento en un autobús de Montgomery el 1 de diciembre de 1955 o la misma determinación con que la adolescente Elizabeth Eckford acudía cada mañana a ocupar su sitio en una escuela para blancos de Little Rock un par de años más tarde.

Traigo estos ejemplos por citar casos que a buen seguro conmoverán a nuestro hacedor de presidentes. “La fuerza auténtica de nuestra nación no procede del poderío de nuestras armas ni de la magnitud de nuestra riqueza, sino del poder duradero de nuestros ideales”. Lo dijo su último pupilo, Barack Obama, en su discurso como presidente electo de los Estados Unidos de América. Fue hace un par de días, en el Parque Grant de Chicago.