20 julio 2009




Cambio de criterio

Santiago González

Hay cosas sobre las que el lector debe tener aviso: los Reyes Magos son los padres y los magistrados del tribunal Constitucional, los partidos políticos. A lo largo de los últimos años bastaba preguntar de parte de quién estaba cada uno de los magistrados en la boda para conocer por adelantado el sentido de su voto. Ha pasado ya más de año y medio desde que terminó el mandato de cuatro de ellos, incluida la presidenta, pero la falta de acuerdo y el equilibrio inestable entre miembros progresistas y conservadores sobre el vacío del Estatut ha aconsejado al partido del Gobierno y al principal de la oposición, ignorar su condición caducifolia e impedir la renovación de sus cargos.
No es por alarmar, pero el Tribunal lleva más de tres años enredado en el Estatut y según hemos sabido todavía puede estar lejos el consenso. La ponente de la sentencia estaba en su tercer borrador cuando empezó a depurar el texto de fundamentos jurídicos y citas de jurisprudencia, que son el armazón de las sentencias y las dotan de solidez. En total, unos cien folios. Lo que se pierde en solidez jurídica se gana en soltura literaria, no se puede tener todo. Por otra parte, y a la hora de avalar algo como el Estatut, es mejor no dejar rastros.

La ponente de la sentencia es la magistrada granadina Elisa Pérez Vera, era en los años 90 fue presidenta del Consejo Consultivo de Andalucía con el apoyo del único partido que podía apoyarla para ocupar un cargo en territorio Chaves y que podía llevarla hasta el TC.

En su cargo anterior elaboró en 1996 un dictamen aconsejando a la Junta de Andalucía recurrir el sistema de financiación del Majestic, consistente en ceder el 30% del IRPF. Creía entonces la presidenta consultiva que los impuestos han de quedar en manos del Estado, porque su cesión a las Autonomías supondría “una redistribución en sentido opuesto al que pretende la Constitución” y daría como resultado “la explotación fiscal de unas comunidades por otras.”

Puede asombrar a quienes no estén familiarizados con las sutilezas de los razonamientos jurídicos (y no hablemos de los económicos) que ceder el 30% de un impuesto suponga un elemento de desigualdad, pero ceder el 50% no lo sea. Aquí habría de tenerse en cuenta que el primero era Aznar y el que cede el 50%, Rodríguez Zapatero. Entre un presidente de derechas y otro de izquierdas, ¿hace falta decir quién de los dos es más partidario de la solidaridad?

Éste es un nivel de razonamiento muy generalizado en la España de hoy. Aproximadamente la mitad de nuestros conciudadanos procede como la ponente y aligera cuanto puede sus opiniones de argumentos y trampas intelectuales.

Lástima que sólo falten 16 meses para termine el mandato de Pérez Vera y otros dos miembros del Tribunal, y cuanto más tiempo pase, más irremediable será el desastre. Mucho hemos hablado y escrito sobre el precio pagado a Cataluña (y más que lo haremos cuando tengamos datos) pero el precio verdaderamente insoportable para el Estado va a ser el descrédito de una institución tan importante como el Tribunal Constitucional. Ojalá sus miembros lo teman más que a las broncas de la vicepresidenta.

17 julio 2009




Teorema

Santiago González

El conseller de Economía de la Generalitat, Antoni Castells, compareció ayer ante los medios para explicarnos la buena nueva de la financiación y, ya de paso, afear a Convergencia sus críticas al nuevo modelo. No podía quedarse en la bondad intrínseca de los 3.855 millones adicionales que le han caído a Cataluña de los once mil y pico que el Gobierno va a distribuir entre las autonomías. Perdonará el lector que no concrete el pico, pero es que todo este cálculo han debido de encargarlo al reputado ojo clínico del profesor Buen Cubero. Cuando todos los lehendas acaben de hacer sus cálculos, nos encontraremos con el teorema Zapatero, que los escolares del mañana aprenderán a su paso por la ESO: “la suma de las partes de un todo será siempre superior al 100% y el que venga detrás, que arree”. Dirán ustedes que no es posible, pero el milagro de los laicos es el déficit y bebe en fuentes eclécticas. La mismísima vicepresidenta Salgado, en exquisita entrevista de ‘Vogue’ que hoy sale a los kioscos, manifiesta su fe en “la multiplicación de los panes y los peces” y en la elasticidad del euro.

A ver quién se arriesga a decir que su comunidad queda en peor posición relativa con el nuevo sistema. Según los cálculos aproximados que publicaba ayer este periódico, la última de la lista en ingresos por habitante es Cantabria, y se daba por satisfecha. Pero pensemos en Cataluña, que encabezaba el ranking. Mal podía afirmar Castells que está muy contento con los 3.855 millones, sin que ERC le recuerde que gracias a ellos, y que si por el PSC y Saura fuese, se habrían quedado en los 3.100 que ofrecía Elena Salgado. Tal vez por eso dijo ayer que Cataluña podría llegar a recibir 4.028 millones en 2.012, si se mantiene el cálculo del crecimiento anual de los ingresos tributarios en el 3%.

Qué gran momento para que Maragall repitiera su frase histórica: “Vostés tenen un problema i aquest problema es diu 3%”, porque el año tomado como base para el cálculo ha sido 2007, en el que los ingresos tributarios alcanzaron en España su techo histórico. Ni 2008, ni 2009, ni las previsiones para 2010 permiten semejantes fantasías.
Mientras, las banalidades que apuntalan intelectualmente el pensamiento Zapatero han sido repetidas con implacable disciplina. Hasta Chaves, ese subsecretario con rango de vicepresidente, ha intervenido por primera vez en un asunto cuya gestión tendría que haber sido competencia muy principal de su cargo. Y lo ha hecho para decir que la presidenta de la Comunidad de Madrid padece “catalanofobia y andalucifobia”.

El mejor estilo de Pujol, ese uso incomparable de la sinécdoque, el arte de asumirse como el todo, siendo parte, el improbable intento de representar lo general desde su particularismo infranqueable. Lo que no pueden pedir es que Carod-Rovira le caiga bien a nadie, salvo a su familia. Bueno, cada cual tiene su modelo. Tal como decía Woody Allen en uno de sus monólogos: “Vi ‘El halcón maltés’ cuando tenía 12 años. Desde el primer momento supe que quería parecerme a Peter Lorre. La idea de convertirme en un ser afeminado y lloriqueante, en una especie de comadreja grasienta me atrajo enormemente”.

15 julio 2009

Financiar la igualdad



Santiago González

El presidente del Gobierno cree que el estado autonómico es en sí mismo un factor de corrección de las desigualdades entre los españoles. Así lo ha dicho en repetidas ocasiones. La última, el 13 de mayo pasado, fiesta de la Virgen de Fátima, (dicho sea sin ánimo de señalar) en el Debate sobre el Estado de la Nación: “El centralismo (…) es lo que más desigualdad territorial ha provocado (…) El Estado de las Autonomías ha facilitado un acortamiento de las distancias de renta per cápita entre nuestras CCAA”. Rosa Díez trató de explicarle la relación causal sin gran provecho: “ni el centralismo ni la autonomía garantizan la igualdad. La igualdad la garantizan las políticas redistributivas” (Diario de Sesiones del Congreso).

Él no ha visto la necesidad de orientar la financiación a un fin que ya cumplen las Autonomías de por sí. Lógico que haya buscado otros objetivos, como aliviar su soledad parlamentaria y discriminar positivamente las tierras que le dan los votos. Tampoco es de extrañar que dirigentes con menos predicamento y estudios, como el president Montilla, tengan ideas alternativas sobre la solidaridad: “Defiendo la solidaridad pero no es razonable que los que dan más reciban menos...” dijo hace poco más de un año en la Moncloa. Afortunadamente, en los tiempos en que España recibía el maná de los fondos europeos, no prevaleció en la Europa rica un criterio parecido al de Montilla, porque aquellos fondos que tan bien nos vinieron, se habrían quedado en Alemania o Francia.

El presidente, intelectual y moralmente hablando, vive al día. Seguramente somos los únicos demócratas europeos a quienes sus gobernantes niegan una explicación sobre cómo gastan su dinero. La vicepresidenta Salgado no cree que todas las CCAA van a quedar por encima de la media, como anunció el presidente. Cataluña sí, pero no van a dar cifras. Han decidido sumar los quebrados sin reducirlos a común denominador, para que nadie sepa qué sumamos. Ojos que no ven. Los autonómicos podrán sacar pecho, que el Gobierno les dejará mentir, para que no queden como unos pringados ante sus iguales.

¿Recuerdan ustedes cuando el Gobierno consideraba razonable la exigencia catalana de dar a conocer las balanzas fiscales? Hasta ahí llegó la transparencia. En esas balanzas nunca se anotó la gran deuda que la España rica contrajo con regiones que se despoblaban de mano de obra joven y barata, creadora de riqueza en los tres centros industriales: Cataluña, Madrid y el País Vasco, que aquí no cuenta, porque ya tiene sus propios privilegios. Tal vez en Iznájar perdieron un buen alcalde para dar a Cataluña un mal president, nunca se sabe. La población que quedaba era, además, un mercado cautivo para sus manufacturas, negocio redondo.

En la primera mitad de los 80, Borrell fue requerido por Victoria Prego en un programa de la tele para definir en un minuto qué era para él el socialismo, a lo que el entrevistado repuso que le sobraba tiempo: “el socialismo es la pasión por la igualdad”. Faltaban 25 años para que Zapatero pusiera el nombre del concepto apasionado al Ministerio de la Propiedad Conmutativa. La igualdad era esto.


13 julio 2009

III. LA PRIMERA ASAMBLEA DE LOS ESTADOS DE PINGUINIA



-Hijo mío -dijo el anciano Mael al monje Bulloch-, ya es hora de hacer enumeración de los pingüinos e inscribir el nombre de cada uno en un cuaderno.

-Nada más urgente -respondía Bulloch-; no es posible administrar un pueblo sin este requisito. Al instante, el apóstol, con ayuda de doce monjes, procedió a reseñar el pueblo.

Y el anciano Mael dijo después:

-Ahora que ya tenemos un registro de todos los habitantes, conviene, hijo mío, establecer un impuesto justo para atender a los gastos públicos y al sostenimiento de la abadía. Cada cual debe contribuir según sus recursos.

Convocad a los ancianos de Alca, y de acuerdo con ellos estableceremos el impuesto. Los ancianos convocados se reunieron, en número de treinta, en el patio del monasterio de madera, a la sombra del sicomoro.

Aquéllas fueron las primeras Cortes de Pingüinia, en sus tres cuartas partes las formaban los hacendados: campesinos de la Surella y del Glange Greatauk, por ser el más noble de los pingüinos, sentóse en la piedra más alta.

El venerable Mael, sentado entre sus monjes, pronunció estas palabras:

-El Señor da, cuando le place, riquezas a los hombres, o se las quita. Os he reunido para señalar al pueblo las contribuciones indispensables que deben sufragar los gastos públicos y el sostenimiento de la abadía. Estimo que ha de contribuir cada uno conforme a su riqueza: el que tenga cien vacas dará diez, y el que tenga diez dará una.

Cuando el santo varón hubo hablado, Morio, uno de los más ricos labradores, levantóse y dijo:

-Venerable Mael y padre mío, considero justo que contribuyamos a los gastos públicos y a las atenciones de la Iglesia. Por lo que a mí se refiere, estoy dispuesto a despojarme de todo lo que poseo en interés de mis hermanos pingüinos, y si fuese necesario, daría de buena voluntad hasta mi camisa. Todos los ancianos del pueblo están dispuestos, como yo, a sacrificar sus bienes, y no se debe poner en duda su abnegación. Es preciso atender únicamente al interés público, acordar lo más conveniente, y lo más conveniente, padre mío, lo que el interés público exige, es no pedir mucho a los que tienen mucho, porque entonces los ricos serían menos ricos, y los pobres, más pobres. Los pobres viven de la hacienda de los ricos, por lo cual es sagrada, y no respetarla sería una maldad inútil. Si pedís a los ricos, no conseguiréis gran provecho,

porque son pocos, y, en cambio, los privaréis de todos los recursos, hundiréis al país en la miseria, mientras que si pedís un poco de ayuda a cada habitante, a todos por igual, sin reparar en sus bienes, recogeréis lo necesario para las cargas públicas y no hará falta inquirir lo que posee cada ciudadano, investigación odiosa y vejatoria. Si pedís a todos igualmente, levemente, favorecéis a los pobres, puesto que les quedarán los bienes de los ricos.

¿Y cómo sería posible fijar un impuesto proporcional a la riqueza? Ayer tenía yo doscientos bueyes; hoy sólo tengo sesenta; mañana tendré ciento. Cluñic tiene tres vacas enfermas. Nicclu tiene dos robustas y gordas. ¿Quién es más rico? Las señales de la opulencia son engañosas. Lo único cierto es que todos comen y beben. Imponed a las gentes conforme a lo que consumen. Es lo prudente y lo justo.

Así habló Morio, y los ancianos le aplaudieron.

-Pido que se grabe este discurso en planchas de bronce -dijo Bulloch-. Está dictado para lo por venir. Dentro de quince siglos, los mejores entre los pingüinos no hablarán de otro modo.

Los ancianos aplaudían, aun cuando Greatauk, puesta la mano sobre el puño de su espada, hizo esta breve declaración:

-Soy noble, y, por tanto, no contribuiré. Admitir un impuesto es propio de gente plebeya. Que pague la canalla.

Nadie le replicó, y los ancianos desfilaron en silencio.

Como en Roma, se rehizo el censo cada cinco años, y de aquel modo advirtióse que la población aumentaba rápidamente. Aun cuando los niños muriesen en maravillosa abundancia y el hambre y la peste despoblaran con perfecta regularidad ciudades enteras, nuevos pingüinos cada vez más numerosos contribuían con su miseria privada a la prosperidad pública.

10 julio 2009

Divino tesoro

Santiago González

Leire Pajín y Eduardo Madina son dos jóvenes dirigentes socialistas que participaron ayer junto al senior Marcelino Iglesias en la Escuela de Verano Jaime Vera. Hablaron de lo divino y lo humano, de la central de Garoña y el aborto, todo en términos muy desprejuiciados, intelectualmente hablando. Salvo por la presencia del ‘lenda’ aragonés, era una charla de jóvenes y para jóvenes, ya se pueden hacer idea del tono y el ambiente. Esto no es de ahora, en los primerísimos 80, Alfonso Guerra marcaba tarea a las JJSS en la clausura de un Congreso: “La misión de la Juventudes es poner al partido al borde del precipicio”, en lo que a uno le pareció ya por entonces un coqueteo con la catástrofe, un paripé de suicidio histérico, una insensata reformulación del ‘vivere pericolosamente’. ¿Y empujar después?

“Me irrita la demagogia”, dijo la secre de Organización. Es muy probable que también la irriten el sectarismo y la ignorancia, que la alteridad es práctica de mucho prestigio en nuestro tiempo. La demagogia es la del PP por oponerse al cierre de Garoña y ser partidario de la energía nuclear, aunque "no dice dónde construiría las centrales y dónde enterraría los residuos". Esto lo dice 48 horas después de que el ministro de Industria de su partido haya anunciado que después del verano saldrá el concurso para acoger el Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares, y que habrá bofetadas entre los alcaldes para acogerlo.

Es Pajín una de esas plusmarcas que tanto gustan al presidente del Gobierno. Fue la diputada más joven del Congreso en la VII Legislatura, elegida por Alicante, la misma circunscripción que llevó a las Cortes a Rodolfo Llopis en las elecciones del Frente Popular, febrero del 36. El nombre no le sonaba entonces a quien estaba llamada a ser la número tres del PSOE, una Margarita Nelken con menos lecturas, aunque no menos combativa.

Más retadora ella, los dos coincidieron en que los populares no se van a atrever a mantener Garoña: el PP critica las leyes, pero luego las usa (versión Madina) o el PP recurre al Tribunal Constitucional leyes que "cambian este país", pero cuando llega al Gobierno, "no las tumba" (según Pajín). Es un error que acepten la mayor: el supuesto de que el PP va a ganar en 2012. ¿Es condenable, por otra parte, que un partido critique las leyes durante su elaboración y luego las acate? ¿No es una prueba de talante democrático que acepte las normas que pasan el control del TC, incluso si las ha recurrido él?

Impresiona leer que dos dirigentes principales del partido que gobierna muestren tan poca cualificación, que Madina crea en una salida “ideológica” a la crisis –es más normal si se considera que para Zapatero “la economía es un estado de ánimo”- y que Pajín dijera que esta legislatura será la de “la revolución del modelo económico”. Con cuatro millones de parados. ¡Virgen santa, qué añoranza de Guerra! Sí, sí, de Juan.

Ella salió diputada, ya está dicho, por la misma circunscripción que Llopis y él ocupó el mismo lugar en la misma lista que en 1977 llevó al Congreso a Nicolás Redondo Urbieta. Hay que joderse. Y, como decía el maestro Umbral, “agarrarse, para no caerse”.

08 julio 2009

Una jugada habilidosa

Santiago González

El PNV ha dirigido a todos los partidos vascos y en especial al PSE una oferta de colaboración para dotar a la política vasca de estabilidad institucional, con un argumento difícilmente rebatible: "es imprescindible contar con unas instituciones fuertes y con unos presupuestos adecuados" para permitir "a las instituciones vascas hacer un esfuerzo inversor que reactive la economía, cree empleo y que redunde en beneficio de los ciudadanos y ciudadanas de este país y de su tejido económico".

Fiel a sí mismo, el partido-guía de los verdaderos vascos actúa como si tuviera plena validez la promesa de Ibarretxe: “seguiremos dirigiendo este país sea desde donde sea”. Se puede intentar, las cosas como son, lo que pasa es que el país no suele obedecerte si no lo haces desde el Gobierno. Por eso ha dirigido su oferta a todos los partidos vascos en lugar de dirigírsela al único que le interesa, al PSE.

Qué pueden haber visto los burukides en la evolución de la crisis durante la última semana para haber llegado ayer a la conclusión de que hace falta un pacto para la inversión, la reactivación de la economía y la creación de empleo, es cuestión muy misteriosa. Los datos del empleo en el pasado mes de junio son mejores que los de mayo y no digamos con respecto a los de abril.

¿Y si no fuera por la crisis? El PNV había asumido que en este mes de julio se iba a producir la moción de censura contra su diputado general de Alava, Xabier Agirre, y han hecho un movimiento inteligente, seguramente el primero desde la noche triste del 1-M. Los socialistas vascos estaban algo remisos a dar un paso como ese, aunque había división de opiniones. La idea contaba con más partidarios entre los socialsitas guipuzcoanos y vizcaínos que entre los alaveses, y aun entre estos había división de opiniones. La moción también tenía más urgencia para los populares alaveses que para el resto de sus conmilitones.

El PP debería haber ofrecido un papel estelar en la moción de censura al secretario general de los socialistas alaveses, Txarli Prieto. Él, artífice de la estrategia que dio la Diputación al tercer partido alavés, era el hombre adecuado para la estrategia contraria. El PNV, que es un partido confesional habría aceptado con mansedumbre creyente la deposición de su diputado general: “El señor (Prieto) nos lo dio; el señor (Prieto) nos lo quitó. Bendito sea su santo nombre”.

La oferta del PNV tiene para López el atractivo de la centralidad política, amén de las ventajas que verá en ella Zapatero, que ha aceptado la soledad en el Congreso por tener un lehendakari amigo, pero que verá una manera de hacer un trato ventajoso con el PNV: yo te acepto el pacto de estabilidad institucional y no te muevo de la Diputación, pero no sería lógico que si le apruebas los presupuestos a López, porque lo exige la crisis económica, te vayas a negar a aprobar los míos en el Congreso exactamente por la misma razón. Si hay que pagar algo se paga, que al presidente le gusta abonar con pasta las peculiaridades de la España plural y diversa.

De momento, el PNV ha hecho una maniobra de diseño fino y ha colocado la pelota en el terreno del Gobierno y su socio. No estábamos acostumbrados, Laus Deo.

06 julio 2009

Escuela de calor

Santiago González

Hay asuntos, y sobre todo auditorios, ante los que el presidente consigue sacar lo mejor de sí mismo. Uno de estos públicos lo forman los ecologistas. Otro, los jóvenes y un tercero, las mujeres. Los tres se dieron cita ayer en Galapagar con motivo de la inauguración de la Escuela de Verano Jaime Vera. Había una cierta paridad, eran jóvenes socialistas y, por tanto, concienciados. Tuvo discurso sobre casi todo, salvo la financiación: el aborto, el pacifismo, la economía (que va a mejor), el CNI, y, por supuesto Garoña y el asunto nuclear.

“Soy el más antinuclear del Gobierno”, proclamó Zapatero a mediados de junio de 2005 ante los representantes de los principales movimientos ecologistas y la ministra Narbona. “Se notó que le interesa el medio ambiente”, comentó en tono aprobatorio el director de Greenpeace Juan López de Uralde.

Ayer, ante un auditorio como el descrito, Zapatero se vino arriba: "Sin referirme al poder de los poderosos, en el Gobierno que presido la autonomía en la decisión es absoluta. Nada ni nadie va afectar a lo que es cumplir el programa electoral y lo que es la decisión del presidente del Gobierno". La señal de que el presidente se está recreando en la faena es casi siempre perifrástica: “lo que es cumplir” y “lo que es la decisión”, en vez de decir, sencillamente, “el cumplimiento” y “la decisión”.

Es muy creíble, en cambio, que nada ni nadie van a afectar su decisión. Ni siquiera el programa electoral del PSOE 2008, que no obliga en modo alguno al cierre de la central, las leyes de la física o, más sencillamente, realidad. Hace justamente 18 días, se soltó el pelo en Las Mañanas de la Cuatro y describió el estado del arte. Donde él dijo “sólo hay una central nuclear en construcción en el mundo. Está en Finlandia”, Nuclenor, la empresa propietaria de Garoña, le corregía: “en el mundo hay actualmente 50 centrales en construcción y 51 en proyecto” y así con otras cuatro afirmaciones rotundas basadas en datos apócrifos, en tiempos en los que cualquiera tiene los hechos a un ‘click’ de ratón.

El presidente, y una parte de sus partidarios no confían en el criterio de autoridad, aun en asuntos científicos complejos que se escapan a sus conocimientos. Este fin de semana, una televisión encuestaba a las bases del valle de Tobalina. Una mujer sin especial cualificación expuso su criterio: “la central es peligrosa, diga lo que diga el Consejo de Seguridad Nuclear”. Lo mismo parece pensar el presidente, pese a que el citado órgano está formado por expertos altamente cualificados, la mitad de los cuales han sido designados por el partido del Gobierno.

Tal vez debería pensar qué hacer con el C.S.N.: disolverlo o poner a su frente al cineasta Fernando Colomo. En su lugar va a hacer una ley para tratar de establecer qué es vida útil y qué vida programada, como si cupiera confusión entre los dos conceptos. Bueno, sí cabe. Vida útil de una central es la que le permite el presidente del Gobierno. En este caso, 42 años. Los 40 quedaban demasiado cerca de las elecciones de 2012 y de los encarecimientos del recibo de la luz que nos esperan. No sé si me explico.