29 abril 2007

concalma dijo...

Preguntas y respuestas sobre el informe relativo a ANV:

1º.- ¿Por qué hace no demasiado se creó el mando único de la Policía Nacional y la Guardia Civil?
Los informes policiales de la UCI (Unidad Central de Inteligencia de la Policía Nacional) han sido de manera bastante evidente desde hace algún tiempo muy deficientes y muy tendentes a mirar hacia otro lado en relación con el entorno de ETA. No es de extrañar si tenemos en cuenta que el Comisario General de Información, (el jefe de la UCI) nombrado por el PSOE Telesforo Rubio, quien entró como policía de a pie con diecinueve años y no tenía ninguna experiencia en materia antiterrorista y cuyo mayor mérito era una acrisolada lealtad al PSOE (hasta llegar a preparar la comparecencia del 11M en la sede socialista de Gobelas).
Los informes de la Guardia Civil, a pesar de haber trasladado a bastante personal del servicio de información de Intxaurrondo, seguían siendo bastante sólidos, con lo que resultaba un incordio considerable para la blue del “proceso de paz”, la política de apaciguamiento o los guiños varios a Ternera y sus muchachos.Unificar los mandos permitía, en caso de necesidad, inclinar la balanza hacia el pío pío que yo no he sido de la Policía Nacional.
2º.- ¿Por qué Garzón encarga un informe al mando único sobre ANV?
Garzón disponía de dos informes sobre ANV, uno de la Policía Nacional y otro de la Guardia Civil. El de la Guardia Civil era bastante definitivo en cuanto a la relación BATASUNA/ETA – ANV. Si tenía dudas respecto a sus contenidos podía haber solicitado aclaraciones a cada cuerpo por separado, como es la práctica habitual. Sin embargo, optó por pedir aclaración al mando único.Al pedir un informe único lo que se consigue es que sea realizado por un miembro de la Guardia Civil y otro de la Policía Nacional, con la supervisión del mando único, Mesquida. De tal manera que cuando hay diferencias de criterio, se impone lo que mande el jefe. O lo que es lo mismo, se trata de utilizar el mando único para lo que ha sido creado: para “suavizar” la contundencia de la Guardia Civil.
Pongamos un ejemplo, cuando Garzón pregunta si realmente la sede de ANV es utilizada para financiar asociaciones ilegales de la estructura de ETA, el informe concluye que no se ha estudiado ese extremo y que por tanto no se hay indicio alguno de que se utilicen para tal fin. Sin embargo, el propio informe no puede ocultar el hecho probado de que en la sede de ANV existía una hucha rotulada con el nombre de “SEGI” (organización declarada terrorista). Cualquiera puede concluir que eso significa que en la sede de ANV se recaudan fondos para organizaciones terroristas, pero el informe, sorprendentemente, no llega a esa conclusión. ¿Por qué?
Otro ejemplo: el informe concluye que “no se puede determinar que ANV sea elemento instrumental de ETA-BATASUNA, aunque haya afinidad en algunos objetivos”. Sin embargo el propio informe manifiesta que hay una persona de Batasuna perfectamente identificada a la que se relaciona con la estrategia electoral de ésta y que por diversos datos podría ser el encargado de confeccionar las listas de ANV y Abertzaleak Sozialistak en la localidad de la que se encarga. También existe un documento de Batasuna para las elecciones municipales que habla de tener listos planes A, B y C, considerando la policía que se podría identificar el plan “A” con ASB, el “B” con AS y el “C” con ANV. Además, el informe manifiesta que todavía se está analizando el contenido de las candidaturas y concluye que “pudieran existir indicios de un posible planeamiento y diseño de la estrategia de utilización de las siglas ANV y de la elaboración de listas por parte de Batasuna”. Uno pensaría que siendo esto así lo lógico sería que en lugar de ser tan rotundo cuando se dice que no se puede determinar que ANV sea elemento instrumental de ETA-BATASUNA y tantas medias tintas cuando se habla de los indicios que acreditan tal circunstancia, resultaría más objetivo decir: “si bien en el momento actual no se puede determinar con certeza que ANV sea elemento instrumental de ETA-BATASUNA, hay afinidad en algunos objetivos y existen indicios sólidos de que aquélla está siendo utilizada por ésta para las elecciones municipales, por lo que habrá que esperar para ofrecer una respuesta definitiva al estudio de las listas y otros elementos cuya investigación no ha podido concluir”. Pero… pero el informe está sometido al mando único, es decir, Mesquida y no dice eso, sino que dice lo que dice.
3º.- ¿Por qué Garzón impone un plazo de máxima urgencia (dos días) para la elaboración de un informe complejo?
Desde el punto de vista jurídico no hay explicación. Garzón tiene que investigar si ANV es parte de la organización terrorista liderada por ETA-KAS/EKIN, pero no tiene, a diferencia de lo que sucede con la Fiscalía, Abogacía del Estado y la Sala del artículo 61 el plazo perentorio que marca el proceso electoral. Digamos que las elecciones, desde el punto de vista de lo que investiga Garzón, son secundarias. Por tanto no se comprende el sentido jurídico de la urgencia en el informe. Que cada cual saque las consecuencias sobre las prisas del magistrado.
4º.- ¿Cuál sería la interpretación razonable de lo que está sucediendo con el Juzgado de Garzón, el informe del mando único y ANV?
Algunos previos. Garzón, en el caso del ácido bórico, se dedicó a instruir un asunto para el que no era competente y llegó a la inaudita conclusión de que había que imputar por falsedad a quienes habían realizado unos informes en los que ni un solo dato falso había y, sin embargo, no había que imputar a quien sí que había introducido en los citados informes una auténtica cadena de falsedades. Esta decisión fue modificada posteriormente por el juez que sí era competente para la instrucción del caso, el cual imputó por falsedad a la cúpula de la policía científica y “levantó” la imputación de los imputados por Garzón, decisión avalada por la Sala de la Audiencia Provincial de Madrid. La decisión de Garzón, de manera objetiva, beneficiaba al PSOE.Garzón, en el caso del Lino, abrió juicio oral contra un buen montón de gente. La Sala no sólo ha absuelto a todos, sino que ha dicho expresamente que no se encuentra indicio alguno de culpabilidad, lo que es una crítica directa a la propia apertura del juicio oral acordada por Garzón. La decisión del Juez que vio amanecer, de manera objetiva, beneficiaba al PSOE.
Garzón, con la llegada del llamado “proceso de paz” ha pasado de prohibir de manera extensísima todas las actuaciones de Batasuna, a considerar que Batasuna puede actuar siempre que no parta de ella la iniciativa (resolución sobre la reunión con el PSE) y a considerar que cuando los miembros de la Mesa Nacional actúan conjuntamente y bajo el genérico de Izquierda Abertzale (estructura liderada por ETA-KAS/EKIN) no lo hacen en nombre de Batasuna y, por tanto, no se pueden prohibir sus actos. Esta decisión de Garzón, de manera objetiva, beneficia la política de negociación con ETA del PSOE.
Se podrían poner muchos más ejemplos como los anteriores. Analicemos ahora lo que está sucediendo aquí. En este caso, se solicita con máxima urgencia un informe del mando único sobre ANV. Éste hace el informe que conocemos y que, de manera objetiva, facilita la posición del PSOE que se niega a promover la ilegalización del partido como sucesor de Batasuna ante la Sala del artículo 61. No sería de extrañar que Garzón dictara en breve plazo un Auto que venga a decir que los chicos de ANV son unos tipos estupendos y que ninguna prueba hay de su vinculación con Batasuna. Con este Auto el PSOE podría sin demasiados problemas justificar su decisión de permitir que ETA-Batasuna vuelva a estar en las elecciones y recupere su poder económico y político. Así pues, la decisión de Garzón pidiendo el informe y si llegara la decisión de Garzón de dictar un Auto “absolviendo” a ANV, de manera objetiva, benefician la política de negociación con ETA del PSOE y permiten minimizar los costes electorales de volver a dejar pasar las candidaturas de ETA a las elecciones.
5º.- Antecedentes de Garzón
Conviene no olvidar que Garzón se presentó como número 2 del Partido Socialista a las elecciones Generales en 1993. Asimismo conviene no olvidar que, siendo Magistrado, ha manifestado públicamente que se debería llevar a Aznar al Tribunal Penal Internacional y que ha realizado infinidad de manifestaciones públicas de contenido político generalmente perjudiciales al PP y beneficiosas para el PSOE. Hace no demasiado ha estado entrevistando públicamente al Presidente del Gobierno, lo que parece no ser lo más razonable para dar una sana imagen de separación de poderes.
Saludos cordiales.

3:10 PM

15 abril 2007


In vino veritas

En un 14 de abril,
por lo del calor humano,
sin sueño (republicano)
nos vemos por lo civil.

¿Aquí nos darán las mil?
siendo gente de carrete,
la velada se promete
ser de un enrolle muy fino.

Por si acaso traigo vino:
un riojilla y buen clarete.
Monsieur de Sans Foy:

Cuenta el señor don Santiago
sus angustias de bloggero
y del árduo y duro trago
de esperar como un cordero
la opinión de sus lectores.

Desde que este blog escribe
es un blog de los mejores
y hace honor a sus mayores:
Salustiano, aquel de Orive,
que inventó el Licor del Polo...

¡Don Santiago: está usted solo
en la cumbre digital!
(Que si Arcadi no está mal,
don Santiago, camarada,
es usted mejor espada)

10 abril 2007

Las dos Españas

Juan José Millás (El País, 31 de agoste de 2004)

Verdaderamente, continúa habiendo dos Españas. Una es la España satinada, sutil, sedosa, limpia y optimista de las ocho ministras que posaron de forma absolutamente discreta (no se dejen engañar: vean el reportaje) para Vogue, y otra es la España casposa, cutre, maloliente, meapilas, inculta, tétrica, antigua y funeraria que representa este individuo. ¿Cuál de ellas le hiela a usted el corazón?
Lea aquí el artículo entero. (Hace falta estómago, pero usted verá)
Las dos Españas

Juan José Millás (El País, 31 de agosto de 2004)

Verdaderamente, continúa habiendo dos Españas. Una es la España satinada, sutil, sedosa, limpia y optimista de las ocho ministras que posaron de forma absolutamente discreta (no se dejen engañar: vean el reportaje) para Vogue, y otra es la España casposa, cutre, maloliente, meapilas, inculta, tétrica, antigua y funeraria que representa este individuo. ¿Cuál de ellas le hiela a usted el corazón?
Lea aquí el artículo entero. (Hace falta estómago, pero usted verá)

04 abril 2007

O tempora!, o mores!

Santiago González

Uno de los hechos más sobresalientes de la última semana ha sido la práctica unanimidad que los periodistas hemos puesto en la anécdota del precio de la taza de café de Zapatero, y la voluntad de empujarla hacia la categoría. “¿Cuánto vale una taza de café?”,preguntó el héroe mediático. “Ochenta céntimos, aproximadamente”, respondió el presidente, con el mismo aplomo que pone en todas sus respuestas. “Eso era en tiempos del abuelo Patxi”, replicó el preguntador, sin que algunos columnistas cayeran en que Patxi es hipocorístico de Francisco y que el abuelo Patxi era Franco, no el abuelo Víctor, que fue picador allá en la mina.
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Zapatero se equivocó, aunque no tanto como su interlocutor. Los 80 céntimos estimados con su ojo de buen cubero están mucho más cerca del precio real de un café de hoy que de lo que valía en 1975, menos de diez céntimos con toda seguridad.
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No hay duda de que el presidente es un hombre de su tiempo y no cuesta trabajo imaginarle un sábado en un supermercado, haciendo la compra para la semana. Hasta hace tres años. Desde que su victoria electoral de marzo de 2004 lo llevó a la presidencia del Gobierno, ni va con su mujer a hacer la intendencia semanal, ni queda a tomar café con los amigos. Es, en consecuencia, muy probable que no sepa cuanto vale un café, el precio de una barra de pan ni el del billete de metro. Haber dado con una respuesta plausible no querría decir nada; sólo que algún asesor de imagen había previsto una pregunta que ya era demagógica cuando aquella periodista se la hizo por primera vez a Giscard d’Estaign en una entrevista electoral.
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Uno de los problemas de Zapatero es su incapacidad para expresarse de manera natural: “No lo sé. Desde que los españoles me confiaron la presidencia del Gobierno no he ido a tomar café a ningún bar”. Por ejemplo. O “en el bar del Congreso, que es el único lugar en el que tomo café pagando, cuesta setenta céntimos”.
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Pudo hacerlo de manera natural, pero se equivocó y el café de ochenta céntimos se convirtió en uno de los grandes asuntos nacionales. Unas horas más tarde, un hostelero de Antequera, llamado Antonio Podadera, colocó un cartel sobre la cafetera de su establecimiento en el que se leía: En honor a las palabras de nuestro presidente hoy “el café” a 80 cents.
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El Café Bar del Centro, que tal es el nombre de este benemérito establecimiento, se acaba de constituir en una metáfora de la España de ahora mismo. Si las palabras del presidente no coinciden con los hechos, modifiquemos los hechos. Es muy probable que el simpatizante Podadera no haya leído nunca a Orwell aunque sepa instintivamente que

“Al nacionalista le obsesiona la creencia de que el pasado puede ser alterado. Malgasta parte de su tiempo en un mundo de fantasía en el que los hechos ocurren tal como deberían haber ocurrido [...] e intenta trasplantar los hechos desde ese mundo a los libros de historia cuanto antes.”

Si el presidente no acertó con el precio del café, se cambia el precio del café y santas pascuas. Si las promesas hechas a los nacionalistas catalanes de hacerse con Endesa fracasan, lo mismo. Dirán que estos dos casos son distintos y, efectivamente, hay una diferencia. Antonio Podadera sabe que no puede mantener la ficción indefinidamente porque sería fatal para el negocio. Con lo público es distinto, porque se paga a escote y es lo que decía la ministra de Cultura en una circunstancia muy concreta, que es donde se puede mostrar el arraigo de los principios ideológicos: “estamos manejando dinero público y el dinero público no es de nadie.”
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Sin embargo, hubo momentos espectaculares en las respuestas del presidente a los ciudadanos constituidos en gran rueda de Prensa. Como aquella en que Zapatero volvió a contar que, recién nombrado jefe de la Oposición fue a la Moncloa a ver al entonces presidente Aznar y que, para admiración de la concurrencia y los televidentes, dijo que le dijo: “Nada me haría tanta ilusión como ver juntos el final del terrorismo, siendo tú el presidente del Gobierno y yo el jefe de la Oposición”. Era un diálogo improbable. Tenía que haber forzosamente una posibilidad más ilusionante: “siendo yo el presidente del Gobierno”.
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La esencia de la democracia es para las fuerzas del bien un programa de televisión. Sin embargo, el momento cumbre fue el diálogo establecido entre un joven de 19 años, preocupado por la carestía de la vivienda y por sus expectativas, más bien lejanas, de poder comprarse un piso. Zapatero se remontó a las alturas macro para soslayar las preguntas micro y detalló que su Gobierno había desacelerado el aumento del precio de la vivienda del 17% del año pasado al 9% del presente y había duplicado el dinero destinado a vivienda protegida.
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"Perdone, pero con todo lo que me ha dicho, yo sigo sin comprar un piso. Aun así, le doy las gracias", repondió el muchacho, tenaz, aunque educado.

-«Te doy las gracias por darme las gracias. Y deseo que tengas la posibilidad de tener un piso», contestó Zapatero.

Impresionante diálogo que resume muy bien el espíritu de nuestro tiempo y define a la perfección a la generación llamada a sucedernos. En aquel gran momento televisivo uno echó de menos a un presidente veraz. Alguien que dijera, por ejemplo: “Si alguien te ha hecho creer que tener un piso en propiedad es un derecho que la Constitución garantiza a los españoles en cuanto cumplen los 18 años, te ha engañado miserablemente. Yo en tu lugar buscaría un trabajo, empezaría a responsabilizarme de mi mismo, alquilaría un piso con otros tres colegas y aprendería a vivir en comunidad. Después, cuando termines los estudios y tengas un trabajo, ahorras, les pides algo de dinero a tus padres y la mayor parte a la Caja de Ahorros mediante préstamo hipotecario y es así como funciona el tema.”
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Es más fácil la demagogia, esa banal cultura de la satisfacción que hace a nuestros jóvenes titulares de derechos pero no sujetos de obligaciones, que obliga a los progenitores (a, b, c) al buen rollito de hacerse amigos de sus hijos, en lugar de cumplir su responsabilidad de padres. Hace años, me parece que era en los tiempos de la ministra Matilde Fernández y durante la campaña ‘Póntelo, pónselo’ las televisiones mostraban un ‘spot’ televisivo en el que una adolescente crecidita se despedía de su madre para ir de marcha. “Adiós, mamá”. “¿Lo llevas todo, hija?” “Sí, mamá”. “Pero, ¿todo, todo?”, insistía la petarda, a lo que la niña respondía con un gesto de teatral paciencia: “Sí, mamá”, mientras sacaba del bolsillo trasero del pantalón un preservativo. Era tan obsceno el planteamiento que cada vez que veía el anuncio alentaba la secreta ilusión de que la moza sacara del bolso una ristra de condones, unas dos docenas, para desplegarlos en acordeón ante la mirada horrorizada de la pelma de su madre.