30 diciembre 2007



Errores hacia la paz

Santiago González

El presidente del Gobierno ha reconocido dos errores, lo que le ha permitido admirarse de sí mismo porque revela en él una actitud autocrítica infrecuente en la política española. El primero de ellos, cometido el 29 de diciembre del año pasado, mientras hacía el balance del “alto el fuego permanente”: “dentro de un año vamos a estar mucho mejor”. El segundo, al establecer en agosto las fechas en las que iba a llegar el AVE a Barcelona, Valladolid y Málaga: los días 21, 22 y 23 de diciembre, respectivamente.

Los yerros no son sólo de predicción y llenan un catálogo. Por centrarnos en el “proceso de paz”, gran error del presidente fue incumplir un acuerdo propuesto por él mismo, al autorizar conversaciones con Batasuna a espaldas del Gobierno (de Aznar) en 2002. Otro, reducir el pacto a su artículo 1º, ignorando el último párrafo del preámbulo y el punto 9º del mismo, que establece la necesidad de actuaciones concertadas entre el PP y el PSOE.

El acuerdo del PP era un factor imprescindible ante una negociación, y su ausencia, la garantía de un fracaso. Un gobernante sin el apoyo de la oposición está más débil en el trapicheo con una organización terrorista. Su soledad le obliga a ceder más y la capacidad desestabilizadora de la banda aumenta para cuando rompa la baraja.

Es pues deber del negociador implicar a la oposición en el proceso. ¿Quiso Zapatero implicar al PP? Tanto como Aznar al PSOE en la crisis del 11 al 14 de marzo de 2004. El optimismo presidencial debió de hacerle creer que el apoyo parlamentario a su propuesta iba a subrayar al mismo tiempo la soledad del PP. Examinemos los hechos. La propuesta del PSOE irrumpió en los diarios españoles el 14 de mayo de 2005: “El PSOE pide apoyo al Congreso para el diálogo con ETA si (ésta) deja las armas” decía un titular canónico, incorrecto no sólo en el aspecto gramatical. Si ETA dejara las armas no habría nada que negociar con ella. La resolución se aprobó tres días después, con 202 votos a favor, frente a los 312 que en su día obtuvo el pacto antiterrorista.

Error fue no haber aprendido de los yerros de quienes le precedieron. Otro fue llevarlo al Parlamento, solemnidad que era en sí misma una concesión política. Error sobre error, dividir a los diputados, 57% contra 43%. Fracaso que no era sólo cuantitativo; perdió al socio en la firmeza para ganar apoyos de comisionistas, partidarios de negociar en cualquier caso, como tiene ocasión de comprobar en estos días: Tras el doble asesinato de Capbreton y los atentados contra los juzgados de Sestao y la Casa del Pueblo de Balmaseda, sus socios nacionalistas siguen apostando por la negociación, la equidistancia y el soberanismo. El dislate se amplió al llevarlo a Estrasburgo en octubre de 2006, legitimando a Batasuna, que estaba incluida hasta entonces en la lista de organizaciones terroristas europeas.

También se equivocó la paloma con los verificadores, que después de tres rondas de comprobación, hicieron decir al ministro del Interior que el proceso contaba “con bases sólidas”. El propio Rubalcaba reconoció meses después que el proceso estaba muerto a poco de empezar.

Seguramente se equivocó también el presidente al considerar que Otegi era “un líder de la izquierda abertzale que tiene un discurso por la paz”, y De Juana, “un preso a favor del proceso”. Otro tanto cabe decir de la pintoresca legalización de la mitad de ANV, como si un partido no fuera, a efectos legales, un todo uno e inconsútil.

Se equivocó si alguna vez creyó que ETA estaba dispuesta a dejar la violencia sin contrapartidas políticas. No es que fuera engañado; ETA y Batasuna no pararon de pregonar el precio de la transacción: autodeterminación y territorialidad. Se equivocó al creer que ANV se iba a romper con el primer asesinato tras la tregua.

No fue un error de profecía, sino del concepto, la oportunidad, la interpretación de los hechos y las personas que intervinieron en el proceso. Se equivocó y se sigue equivocando al negarnos un relato de los hechos y no aclarar sus intenciones para el futuro. Dos veces ha dicho en los dos últimos meses, Capbreton por medio, que “no hay expectativas de diálogo con ETA”, pero las expectativas las crea la actitud de la banda terrorista; nada nos dice sobre su voluntad negociadora. Es como si hubiera dicho: “no está el horno para bollos”. Bullshit.

Pregona en cambio su intención de perseverar en el primero de todos sus errores: descartar un acuerdo con el PP para buscarlo con los nacionalistas catalanes y vascos. Error que es a la vez conceptual y estratégico, porque con la mera declaración de intenciones ya ha encarecido el precio.

Entre tanto disparate, un acierto menor en el diagnóstico: Patxi López estimaba ayer que “hemos vuelto a la acumulación nacionalista más radical y más rancia”. Lástima que no se hubiera dado cuenta dos días antes, mientras le aprobaba los presupuestos a Ibarretxe.

23 diciembre 2007



El copetín navideño



Santiago González

El lehendakari Ibarretxe invitó a la sociedad vasca en las personas de algunos de sus cualificados representantes al tradicional copetín de Navidad: gentes de la política, la empresa y los sindicatos, el deporte y el espectáculo, la judicatura, las artes y las letras (a pesar de nuestra condición bertsolari). Es una hermosa costumbre, como algunas otras que también practicamos en estas fechas: reencuentros familiares y amistosos, intercambio de felicitaciones, participaciones de lotería que nunca tocan, regalos y buenos deseos (que son gratis).

Lo normal en circunstancias como éstas es aparcar los desacuerdos y orillar los asuntos espinosos para hacer los encuentros más amables y más grata la convivencia. Lo adecuado en la recepción del día 21 era que el lehendakari de todos los vascos brindase por metas tan incuestionables como el deseo de un año próspero para todos (y todas, naturalmente), expresar deseos abstractos de amor y felicidad o aspiraciones más concretas, como mejorar a lo largo de 2008 los componentes que definen nuestro envidiable IDH: ver crecer nuestra renta, mejorar nuestra educación, la longevidad y hasta la estatura. “Quiero veros altius, citius, fortius y healthy, wealthy and wise” podría haber dicho el lehendakari con mucha propiedad y don de lenguas.

Pues no. Aprovechó la circunstancia para insistir, erre que erre, en su consulta, la única anotación que debe de contener su agenda a plazo tan largo: “día 25 de octubre. Efemérides: 169º aniversario del nefasto decretazo de Espartero. Actividades: 9:15 Ir a votar”. Su franqueza le honra y habla en favor de su nobleza de carácter, pero la sinceridad no es un valor absoluto para establecer una convivencia razonable. Lo que convencionalmente llamamos buena educación y antaño normas de urbanidad, requieren dosis homeopáticas de hipocresía que nos faciliten las relaciones con conocidos, amigos y familiares. Nadie en su sano juicio le dice a un amigo escritor: “tu último libro es un pestiño insoportable”, salvo que haya decidido poner fin a la amistad por vía de urgencia. Aunque sea verdad. Aunque el escritor sea Suso de Toro.

La sinceridad del lehendakari no llegó hasta una incorrección tan directa, aunque resultó muy llamativo que tratara a todos sus invitados como si fueran adeptos, sin tener en cuenta que algunos de los asistentes, como el titular de la Delegación del Gobierno y los jueces, se van a ver obligados por la ley a impedir el referéndum más pregonado de nuestra historia.

Su intervención fue breve y francamente mejorable desde el punto de vista conceptual:

"La solución al problema vasco está aquí, no la podemos seguir esperando de ETA, ni que venga desde Madrid, Paris o Bruselas. Cada uno de nosotros somos la llave para construir un futuro diferente", dijo en un extraordinario párrafo que pide deconstrucción a grandes voces, antes de que a los asistentes se les materializase la metáfora en regalo: una llave con la inscripción: “Tú eres la llave” en castellano y en euskera.

Es evidente que hay más de un problema vasco. El Euskobarómetro los cataloga cada seis meses y los ordena según las preferencias de los ciudadanos vascos. El mismo día que Ibarretxe recibía en Vitoria, el sondeo que dirige Paco Llera hacía saber que el terrorismo es hoy el problema que más preocupa a los vascos. Era el mismo sondeo que por primera vez suspende a Ibarretxe desde llegó a la Presidencia en 1998 y que situaba a Josu Jon Imaz como el político mejor valorado.

Así las cosas, entienda el lehendakari lo que quiera por solución, ¿cómo íbamos a esperarla de quien constituye nuestro principal problema?¿Cómo puede equiparar a una organización terrorista con los gobiernos de España, Francia y la Unión Europea? El descabellado planteamiento del párrafo ya prefigura el desparrame de la metáfora, esa llave que sirve para construir, en vez de para abrir la puerta o cerrarla, que es lo suyo. ¿Qué solución ha esperado Ibarretxe de ETA? La única respuesta aceptable es: el abandono de las armas. Pero si ya no podemos seguir esperando que ETA nos la ofrezca motu proprio, la conclusión lógica es que vamos a encargarnos nosotros con la fuerza de la ley, no con la llave de la construcción nacional.

No es que el lehendakari no citase a ETA como problema. Lo hizo: “Ibarretxe ha indicado que la sociedad vasca no acepta "la brutal" vuelta atrás de ETA de la que ha dicho "sobra, estorba y debe desaparecer", explica su propia web, pero parece que el calificativo ‘brutal’ no encaja con los verbos entrecomillados. Vayamos a un caso práctico sin connotaciones políticas. Nadie se imagina a un comisario de policía que, tras calificar justamente de ‘brutal’ el ataque del que ha sido víctima un famoso empresario del espectáculo televisivo, añadiera: “francamente, el hachazo en la cabeza estaba de más y las bandas de albanokosovares deberían abandonar estas actitudes.”



16 diciembre 2007

De Euskadi a Euskal Herria

Santiago González

El tradicional partido que cada año viene jugando la selección vasca de fútbol desde 1979 trae alguna novedad. La selección de Euskadi, que ha pasado a llamarse Selección de Euskal Herria, se enfrentará el 29 de diciembre a su homóloga de Catalunya. El fundamento teórico del cambio de nombre estaba en un manifiesto reivindicativo firmado el año pasado por un grupo de jugadores: “tenemos derecho a participar en competiciones oficiales, ya que somos una nación. Y, por supuesto, al hablar de nación, hablamos de Euskal Herria”. La propuesta fue respaldada por Batasuna y ya es real.

El cambio ha supuesto una desagradable sorpresa para el partido-guía, pero es sólo una consecuencia lógica de la falta del más elemental de los consensos: el del nombre de la cosa. Las primeras elecciones legislativas de la historia de Euskadi tuvieron lugar el 9 de marzo de 1980. Unos días más tarde, en su sesión primera, el Parlamento vasco afrontó su primer debate: la ortografía. Jesús Eguiguren recordaba el lance con acento pesimista: “Que el primer amago de debate político, al constituirse el primer parlamento de nuestra autonomía, el 31 de marzo de 1980, se produjera para dilucidar si había que escribir Euskadi con s o con z es algo más que una simple anécdota”. Durante aquella sesión, Mario Onaindía envió una nota al grupo mayoritario, el PNV, que decía: “Si habéis renunciado a todo lo demás, ¿por qué os aferráis a la ‘z’? Firmado: Sabino Arana”.

La ‘z’ era una especificidad sabiniana. Euskaltzaindia había dictaminado que el nombre de la cosa era Euskadi y así pasó a llamarse para el resto de los partidos nacionalistas y para los que no lo eran. ETA, acrónimo de Euskadi y Libertad, lo escribía con ‘s’ desde su fundación, 21 años antes. Aunque aceptó la ‘s’ por mor del consenso, el partido nacionalista siguió cultivando la ‘z’ en sus escritos, en la prensa del partido y en otras manifestaciones de sus afiliados.

A comienzos de los años noventa, la organización terrorista y su brazo político empezaron a usar ‘Euskal Herria’, en lugar de ‘Euskadi’ y a partir de entonces, poco a poco al principio, la nueva terminología fue extendiéndose por ámbitos del nacionalismo más templado, a la radio y la televisión pública vasca y al habla de los nacionalistas, para imponerse con rotundidad desde las conversaciones que el PNV y EA mantuvieron con ETA en el verano de 1998, en el pórtico del Pacto de Lizarra y la tregua de entonces. El propio texto del acuerdo ofrece la particularidad de que sus primeras palabras son el nombre de las organizaciones firmantes: “Euskadi Ta Askatasuna, Eusko Alkartasuna y Euzko Alderdi Jeltzalea-Partido Nacionalista Vasco,” las tres con el término Euskadi o su raíz Eusko, que en aquel mismo documento quedaba desterrado, porque en su breve texto sólo aparecía el término ‘Euskal Herria’. Cuatro veces.

Tal como ha documentado Florencio Domínguez el cambio de denominación no es fruto de ninguna reflexión, sino del azar. En 1992, José Luis Álvarez Santacristina, ‘Txelis’, es detenido en Bidart con la cúpula de ETA. Él, que era el encargado de redactar los comunicados, escribía ‘Euskadi’. Le sucedió en aquellas tareas Mikel Antza, que empezó a escribir exclusivamente ‘Euskal Herria’. Eso fue todo.

Resurrección María de Azkue fue invitado a impartir una conferencia en el Euskeldun Batzokija, que acababa de abrirse en Bilbao al despuntar el siglo XX. Cada vez que pronunciaba la palabra ‘Euskal Herria’, un número creciente de los oyentes le corregía diciendo ‘Euzkadi’, término acuñado en aquellos días por Sabino Arana. Manuel Lekuona, sucesor de Azkue al frente de Euskaltzaindia, recordaba que aquellas interrupciones irritaron mucho a su antecesor. Hoy, la perplejidad de Azkue se daría la mano con la de Fraga Iribarne, que en los años 80 declaraba no ser partidario del término ‘Euskadi’, por tratarse de un neologismo aranista: “siempre me referiré a la gran Euskal Herria, que es la tierra de mi madre”.

Debe de haber una particularidad de carácter que lleva al nacionalismo a desertar del territorio del consenso apenas alcanzado éste. El Aberri Eguna venía celebrándose desde 1932, hasta que en 1977 tuvo lugar la primera conmemoración unitaria en libertad. Aquel mismo año, el PNV instituyó otra fiesta para celebrar a solas: el Alderdi Eguna (Día del Partido). Al cabo de muy poco, el Aberri Eguna también dejó de ser unitario y hoy lo celebran sólo los partidos nacionalistas, generalmente cada uno por su cuenta. Otra fuga del consenso fue el himno: pudo alcanzarse la unanimidad en torno al Gernikako Arbola, pero el PNV prefirió imponer el propio, Eusko Abendaren Ereserkia.

El estreno de la nueva –ma non troppo-Selección ¿Nacional? de Euskal Herria será el día 29 y el partido-guía habrá perdido otra batalla simbólica planteada por un azar llamado Mikel Antza.

09 diciembre 2007



¿Dos mejor que una?

Santiago González

Veinticuatro horas después del asesinato de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero, Batasuna convocaba una manifestación en Bilbao por la detención de los procesados en el sumario 18/98. Fue la manifestación más numerosa que ha convocado en los últimos tiempos. Los partidos parlamentarios y las organizaciones empresariales y sindicales convocaron dos días más tarde la concentración contra el crimen que habían acordado el mismo día de los hechos.

Por fin, una convocatoria unitaria contra el terrorismo. Todo el Congreso y las fuerzas sociales movilizaron menos gente en Madrid que las marcas de Batasuna en Bilbao. ¿Recuerdan los pronósticos gubernamentales sobre la profunda crisis interna que se iba a abrir en la izquierda abertzale, deserciones en ANV, dimisión de concejales y alcaldes en masa si ETA volvía a asesinar? No era más que otro error de diagnóstico.

La explicación de que los ciudadanos han desoído a unos dirigentes políticos divididos es tan piadosa como incierta. En realidad se trata de una refutación de otro lugar común que se ha repetido mucho durante lo que llevamos de legislatura: la crispación está en los partidos, no entre los ciudadanos. Pues no. Parece más bien que la fina lluvia del rencor ha empapado a conciencia el huerto; ésta es la razón de que hoy no sea posible juntar al PSOE y al PP en una misma protesta contra la banda terrorista que ha asesinado a dos jóvenes guardias en este caso y a personas de ambos partidos en tantos otros anteriores.

La unidad debe ser algo más consistente que la patética concentración de la Puerta de Alcalá. La unidad «es coincidir, pero la coincidencia debe basarse en posiciones asumibles por todos, no en planteamientos hechos por unos y seguidos por otros. Esa no sería forma de llegar a un auténtico consenso.» (Joaquín Almunia, secretario general del PSOE, 1 de octubre de 1998.)

¿Y qué debe hacer la oposición? Lo suyo: preparar la alternativa y controlar al Ejecutivo para evitar que cometa desmanes o, simplemente, errores. Acojámonos al supuesto que más beneficia al Gobierno en su fracasado ‘proceso de paz’: no hubo malevolencia, sino errores de apreciación. El presidente fue mal informado sobre la disposición de ETA a dejar las armas sin precio político. Los verificadores pecaron de ingenuidad al observar voluntad de paz donde no la había en absoluto. Aceptemos incluso que Eguiguren estuvo negociando con Batasuna porque no tuvo conocimiento al empezar (año 2002) de que el Pacto Antiterrorista de 2000 se lo prohibía. Admitamos que el presidente del PSE es hombre dotado de proverbial laconismo guipuzcoano y que no contó nada de sus conversaciones con Otegi al secretario general del PSOE. Esto explicaría que Zapatero, ya como presidente del Gobierno, negara sin mentir que los suyos hubieran dialogado jamás con Batasuna. Simplemente no lo sabía: “El partido socialista no ha mantenido ninguna relación con personas que puedan representar a la extinta Batasuna. No ha habido ni hay relación alguna, ningún diálogo.” (J.L.R.Z., 24 de abril de 2005).

Aceptado el octópodo como animal de compañía, el Gobierno no puede reclamar la unidad como un cheque en blanco para hacer lo que estime oportuno sin dar cuentas después por lo actuado. Menos cuanto más grave es la materia.

Zapatero llegó al Gobierno con un pacto de unidad contra el terrorismo: el que propuso él mismo y le aceptó el Gobierno de Aznar el 8 de diciembre de 2000: 312 diputados lo avalaban. Un éxito que tuvo la radical oposición de los partidos nacionalistas.

El Ejecutivo cambió de socios el 17 de mayo de 2005, al firmar con los nacionalistas y el resto de los grupos parlamentarios una resolución parlamentaria con el respaldo de 202 diputados, incompatible con la anterior, dos no son mejor que una. Ésta ha quedado inútil tras un proceso fracasado. Si el Gobierno quiere mostrar su firmeza frente a ETA, lo primero que debería hacer es retirarla. Un protocolo para negociar el fin del terrorismo es por su propia naturaleza una disposición final. No puede ser que se incumplan las condiciones, fracase el proceso de paz y se mantenga el artefacto porque la próxima vez no se van a dejar engañar por los terroristas.

“No se dan las circunstancias”, ha dicho el portavoz del PSE a la propuesta de una mesa de partidos sin exclusiones hecha por el nuevo presidente del PNV. ¿Cuántos meses tardarán en volver las circunstancias?¿Cómo interpretarán los asesinos de Centeno y Trapero el mantenimiento de la resolución?¿Creerán que se van a comer la perpetua o que, dentro de dos años, tras una docena de asesinatos, el Gobierno entrará al trapo en cuanto ETA o Batasuna vuelvan a enseñárselo?¿Qué preferirán los asesinos: una prisión francesa o una cárcel de exterminio española?

02 diciembre 2007


El crimen de Capbreton

Santiago González

En la casa-cuartel de El Tiemblo, un municipio abulense de 4.000 habitantes, ayer ondeaba una bandera a media asta por el guardia civil Fernando Trapero. Aunque técnicamente no haya muerto aún, sus compañeros lo han descontado de antemano. Desde que fue tiroteado junto a Raúl Centeno, permanece en estado de coma, con una bala alojada en un cerebro que ya no registra ninguna actividad. La parálisis cardio-respiratoria es cuestión de tiempo, pero al decir de los médicos no cabe esperar otro desenlace.

En la siniestra contabilidad de los hechos terroristas pesan los asesinatos al contado. Son los que celebran los simpatizantes de la banda. Los heridos, aunque sean graves, son objetivos alcanzados sólo a medias, un pero a la eficacia etarra, que ellos quisieran inmediata. Por esa misma razón, el común de los ciudadanos acoge a los heridos con esperanza a veces improbable. La muerte aplazada de un herido en atentado, no abre los informativos de televisión, sus funerales ya no ocupan las primeras páginas de los diarios.

Es así desde siempre. Los humanos constituimos una especie de extraordinaria capacidad adaptativa y el impacto de la muerte de Fernando Trapero, cunado se produzca el hecho, no será tan fuerte como el que causó el sábado la de su compañero Raúl Centeno. El atentado de Capbreton ha sido el primero con resultado de muerte desde hace once meses, cuando la bomba de la T-4 acabó con la vida de Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate. Para encontrar el anterior, tendríamos que remontarnos cuatro años y medio atrás, hasta el asesinato de Bonifacio Martín y Julián Embid en Sangüesa, el 30 de mayo de 2003. En 1980, año en el que ETA perpetró un centenar de asesinatos, el número de guardias civiles muertos fue de 31. La sociedad vasca, y en algo menor medida la española, se habían acostumbrado a vivir bajo el terror la normalidad de la vida cotidiana y esa es una muestra de indignidad que deja huella en el subconsciente colectivo.

El doble asesinato de Capbreton ha venido a sorprender a las fuerzas políticas en sus negocios: al partido del Gobierno, a punto de celebrar el 25 aniversario de la llegada a la Moncloa del primer Gobierno González; al PP, en la clausura de la Conferencia sobre la reforma constitucional; al PNV, en su Asamblea para ungir a Iñigo Urkullu como sucesor de Imaz y a los nacionalistas catalanes en una magna manifestación reivindicativa de lo suyo, “derecho a decidir sobre nuestras infraestructuras”.

El Gobierno convocó a los partidos políticos, centrales sindicales y organizaciones empresariales a una reunión en el Congreso para pactar una declaración unánime contra ETA. Hay que destacar que las fuerzas sociales se han manifestado con un mínimo de dignidad. Nada hay objetable en el comunicado conjunto, aunque no sería realista basar en este acuerdo un optimismo desaforado. La unidad de los demócratas que se visualizó el sábado es condición muy necesaria, aunque no suficiente para derrotar al terrorismo. Por eso, es muy pertinente que el documento aprobado le yuxtaponga la fuerza del Estado de derecho.

El presidente del Gobierno quizá debió convocar una reunión de los firmantes del Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo. ETA ha vuelto a matar y el Pacto Antiterrorista es un instrumento que no ha sido denunciado por el Gobierno, aunque tampoco ha sido convocado ni una sola vez en esta legislatura. Es verdad que Aznar no lo convocó el 11 de marzo de 2004 y pocas críticas socialistas hacia el PP han estado tan cargadas de razón como ésta. Pero los errores de Aznar no deberían ser repetidos por Zapatero; sería muy práctico que cada gobernante aprenda a evitar los errores de quienes le precedieron, en lugar de invocar su derecho a repetirlos.

Los socios nacionalistas del Gobierno enviaron a la reunión una representación muy menor. Especialmente grotesca es, como de costumbre, la actitud de ERC, que debió de considerar indispensable la presencia de sus ocho diputados en la manifestación de Barcelona, porque envió a la reunión del Congreso a “un miembro de su equipo técnico”.

La unidad plasmada en la foto del sábado es consoladora, pero cabe preguntarse si se mantendrá para el fin que se indica en el comunicado: aplicar “la fuerza del estado de derecho” para combatir y derrotar al terrorismo. También cabe preguntarse si tras este atentado tiene sentido mantener la resolución del 17 de mayo de 2005, en la que se autorizaba al Gobierno a negociar con ETA; si el asesinato de Capbreton no choca abiertamente con el requisito de “una clara voluntad (de los terroristas) para poner fin a la misma (la violencia) y (…) actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción”. No ahora, pero quién sabe si en el futuro, sostienen los partidarios del Gobierno para mantener dicha resolución. “Nunca más habrá otra tregua creíble de ETA”. Lo dijo el ministro del Interior el 9 de enero de 2007. Al New York Times.

25 noviembre 2007



Qué menos que Mas

Santiago González

Artur Mas impartió la semana pasada una conferencia multitudinaria para proponer una refundación del catalanismo basada en el ‘derecho a decidir’, una de esas virguerías conceptuales que el nacionalismo vasco ha difundido por el mundo, una martingala que aparenta decir una cosa y mete otra de rondón. El derecho a decidir es un eufemismo bajo el que se esconde el hipotético derecho de autodeterminación, que es –era hasta que el concepto arraigó entre nosotros- la facultad de constituir un estado los habitantes de algunos territorios en proceso de descolonización. Se dice ‘derecho a decidir’, qué hay de malo en ello, mientras se piensa y se da a entender ‘autodeterminación’. Se dice ‘consulta’ como quien dice ‘referéndum’ con el aire inocente de querer decir ‘encuesta’. Mas lo ha dicho con frase certera: “Yo no digo ‘independencia’, pero el derecho a decidir lo incluye todo.”

Artur Mas es un dirigente político de carisma contenido que ha cargado con la pesada tarea de administrar la herencia del pujolismo desde la oposición. Con él se terminaron 23 años de gobierno de CiU, en los que Pujol se conformó con gobernar a la sombra del Estatut de Sau. Sólo una parte ínfima de la sociedad catalana sentía la urgencia de reformarlo, un 4%, según encuesta de la Generalitat, publicada en La Vanguardia. Tuvo que producirse una venturosa conjunción de estrellas: Maragall, que llevó la reforma del Estatut a su programa electoral, y Zapatero, que el 13 de noviembre de 2003 le prometió en un mitin: “Aceptaré el estatuto que proponga el Parlamento de Cataluña”.

En sus primeras elecciones como candidato, Mas sacó más escaños que ninguno de sus oponentes, pero la alianza tripartita le impidió llegar a la Casa dels Canonges. Maragall lo maltrató como jefe de la oposición: “vostés tenen un problema i aquest problema es diu tres per cent”, le dijo el 24 de febrero de 2005 en el Parlament, alusión que fue comprendida a la perfección por nuestro héroe, a juzgar por su respuesta: “Vostè, senyor president, acaba d’engegar la legislatura a fer punyetes”.

El agua no llegó al río y el esforzado convergente fue a ver al presidente Zapatero las dos veces que el Estatuto estuvo a punto de naufragar: el 18 de septiembre de 2005 pactaron la financiación y el 21 de enero de 2006, acordaron que Cataluña gestionaría el 50% del IRPF y del IVA y que recibiría una inversión del Estado equivalente en porcentaje al que Cataluña aporta al PIB durante siete años (unos 4.000 millones de euros).

El Estatuto aprobado por el Parlament fue reformado y sometido a referéndum. El resultado no admite comparación con el anterior: menos del 50% de participación; 14,3 puntos menos sobre el voto emitido, 16,12 puntos menos sobre el censo. El presidente del Gobierno había dicho en el Congreso el año anterior que la historia constitucional de España había sido un recetario de fracasos porque “se hicieron normas políticas con el 51%, y las normas políticas con el 51% para ordenar la convivencia acaban en el fracaso.” El argumento que valió para rechazar el plan Ibarretxe no valió para el Estatut. Los convergentes, tardíamente incorporados a la reforma estatutaria, disputaron a ERC la primera fila y Mas llegó a sobrepasar el pacto del Tinell al comprometerse ante notario en la campaña electoral de 2006 a no pactar con el PP.

El resultado no podía ser otro: a pesar de mejorar sus posiciones electorales, Mas volvió a verse preterido, esta vez por un charnego. Y se nos ha echado al monte, a ver si así empiezan a respetarlo como a Carod Rovira.

Siempre pasa lo mismo. Cuando el nacionalismo vasco trata de construir una pista de aterrizaje para los nacionalistas violentos, son ellos mismos los que la usan como pista de despegue. Mutatis mutandis, cuando la izquierda hace esfuerzos extraordinarios para hacer que los nacionalistas se sientan cómodos en una España plural, acaba contagiándose del prurito. La izquierda ignora la sabia advertencia de Ortega y Gasset en mayo de 1932 sobre la inconveniencia de tratar de resolver de una vez por todas el problema catalán, porque el esfuerzo no haría sino enconarlo: “en cambio, es bien posible conllevarlo”. Azaña rebatió con brillantez a Ortega y su tesis sigue inspirando 75 años después la visión de la izquierda española, sin tener en cuenta que dos años después, Companys proclamaría el Estat Catalá contra la República. El 29 de julio de 1937, Azaña da cuenta en sus ‘Diarios’ de la razón que asiste a Negrín “respecto de los asuntos catalanes”, al tiempo que cargaba contra “los abusos, rapacerías, locuras y fracasos de la Generalitat y consortes” y se maravilla de que “los periódicos nunca han dicho la verdad sobre Cataluña”.

Todo es interpretable. “Menos es Mas” gritó Mies van der Rohe para declarar inaugurado el minimalismo y el título de su manifiesto es también una divisa que repite para su consuelo el president Montilla.

18 noviembre 2007



Culpa y responsabilidad

Santiago González

Televisión Española exhibió ayer el vídeo grabado por las cámaras de seguridad de los juzgados de Getxo hace ocho días. Sólo hay en él una secuencia de interés, en la que los dos terroristas actuantes colocan sendos artefactos explosivos: el primero, a las puertas de los juzgados. El segundo, en una papelera situada a escasos metros, al pie de las escaleras que conducen a la entrada.

La historia es conocida: una llamada advirtió a la Ertzaintza de la colocación de una bomba a las seis de la mañana del domingo, con la intención de que una segunda causara una carnicería entre los artificieros de la Policía autonómica. La Ertzaintza acude rápida al lugar y desactiva la primera bomba, que no había hecho explosión por un fallo mecánico. El segundo artefacto, que no fue detectado hasta ocho horas después de la llamada, estuvo en la papelera mientras docenas de ertzainas, periodistas y políticos iban y venían dentro del radio de acción de la bomba.

Las primeras declaraciones del consejero de Interior explicaron que el atentado se había maquinado en Francia y abundaron en la reclamación de la capacidad de investigar en el país vecino. Fue más lacónico al dar detalles sobre el agujero de seguridad que expuso a muchas personas a un peligro cierto durante mucho tiempo. Es verdad que “esto no es una ciencia exacta”, como dijo Balza, pero toda imprecisión admite grados y está claro que la mañana del día 11 los protocolos de seguridad, que están entre los más altos de Europa, según el propio consejero, no se aplicaron. El Departamento lo reconocía implícitamente una semana después al relevar al ertzaina que debía revisar el vídeo de seguridad. Algo tendrá que ver en esto el hecho de que la consejería de Justicia sustituyera el año pasado a muchos vigilantes de las cámaras de seguridad por auxiliares carentes de formación. No es comprensible que no se estableciera un cordón de seguridad en toda el área o que no se revisara cada papelera, cada seto, cada lugar susceptible de servir de escondrijo a un artefacto. El problema no es sólo que el agente encargado de supervisar los vídeos se relajara en su tarea. Roza el surrealismo que durante ocho larguísimas horas nadie, ningún responsable se interesara por la información que aportaban las cámaras de seguridad, cuántos eran, qué aspecto tenían, si iban enmascarados, si podía calcularse su estatura aproximada y un etcétera de cuestiones de cierto interés para la investigación.

Hay una explicación bastante simple para hechos como estos: una de las primeras consecuencias de un proceso de negociaciones con una banda terrorista es que la Policía se afloja la faja. No sólo la autonómica; también la otra y los vigilantes jurados y las víctimas potenciales que han vuelto a las viejas rutinas y horarios y ya no miran bajo el coche antes de arrancarlo, es ley de vida.

Examinemos este caso a la luz de la doctrina establecida por el presidente del Gobierno en la reunión de la Ejecutiva Federal de su partido. Junto a una obviedad, que la culpable de la violencia es ETA, hizo el diagnóstico más inane de una organización terrorista que jamás haya hecho gobernante alguno: “ETA ha demostrado que es cobarde e incapaz, que sólo sabe usar la violencia sin objetivo y sin estrategia”. Parece innegable que los terroristas ahora salen peor cualificados, pero, ¿qué quiere decir ‘cobardes’?¿De veras cree el presidente que los terroristas no tienen objetivos ni estrategia?¿Qué significa “dejar siempre de lado, entre demócratas y en el debate político, lo que significa el terror”?

Parece que el deber de la oposición en el Parlamento vasco sería preguntar al consejero de Interior qué falló en las medidas de seguridad para hacer posible el desaguisado descrito más arriba. No parece que la seguridad de los ciudadanos sea una cuestión que puedan manejar los gobiernos a su antojo, sin el control de la oposición. La política antiterrorista debería estar fuera del debate partidario, pero sólo hay una manera de hacerlo en democracia: mediante el acuerdo previo entre el Gobierno y la oposición sobre las líneas generales de dicha política. Como lo que establecía el pacto antiterrorista, pero sin incumplirlo.

La culpa de las bombas y la mutilación del artificiero de la Ertzaintza por la explosión del detonador es culpa de ETA; la responsabilidad de la seguridad es del Gobierno vasco. De que ETA haya vuelto a matar y siga intentándolo sólo tienen la culpa los terroristas, pero el Gobierno está obligado a explicar su fallida iniciativa, si cometió error de apreciación, si dijo la verdad o no. De los atentados del 11-M tuvieron la culpa sus autores, no el Gobierno del PP, pero Aznar fue responsable de la gestión de aquella crisis y el PSOE no vaciló en pedirle cuentas y cobrárselas en las urnas. Lo que no sería de recibo es que pasaran la misma factura al cobro otra vez en marzo.

11 noviembre 2007


El color del presidente

Mario Sáenz de Buruaga

La transición española, anhelada en sus modos y formas por tantos países, no fue sencilla, y supuso, antes que nada, generosidad y cintura en saber sortear odios, venganzas y nostalgias. Pero no es a esta reciente y apasionante etapa de la Historia a la que me quiero referir, sino a esos personajes que, sin poseer carné alguno para circular con solvencia por la autopista de la lucha por la democracia, o bien se les adjudica por terceros un marchamo que nunca tuvieron o, peor aún, se autoproclaman gladiadores de una trayectoria inequívoca en su compromiso (palabra que en aquel tiempo tanto significó). Y en esta pirueta tan extendida de querer estar donde realmente no se estuvo, tomo como singular ejemplo, aunque en su caso bien es verdad que más por la primera alternativa que por la segunda, al presidente del Gobierno. Coincidí con él, en el espacio y en el tiempo, durante el periodo universitario leonés, ése en el que muchos éramos rojos, algunos incluso muy rojos, color con el que hoy se embadurnan gran parte de los que en aquel tiempo tenían cuando menos las cualidades del agua, incoloros, inodoros e insípidos, y cuando más desteñían ligeramente en azul de camisa prieta.

Reprochar actualmente a los compañeros de Facultad o de otras facultades o escuelas universitarias que no tuvieran, en ese momento tan decisivo, un mínimo papel activo en la cantidad de frentes en los que se podía trabajar por los derechos más obvios que a una democracia se le suponen, no sería de recibo; y no lo sería porque cada cual procede de su particular escenario social, con un entorno familiar diferente, con unas creencias diversas, con una formación académica específica, con unas prioridades que no podían ser para todos las mismas, en definitiva, con unas formas de ser tan singulares como distintas personas existen. La calificación de reaccionarios que con tanta facilidad asignábamos a quien no cooperaba en aquellos trances, queda hoy ajustada en su tiempo, y desde luego se comprende que no todos se forjaran políticamente en esta frontera entre la dictadura franquista y la transición hacia la democracia.

Vanagloriarse con cierta modestia de haber participado y trabajado en la embrionaria democracia es lógico y, si se me permite, justo. Relatar las batallitas que uno puso en marcha o en las que colaboró, supone un ejercicio de piadosa vanidad que deben escuchar o soportar de vez en cuando la familia o los amigos, y si no se es muy pelma o no se va de pedante libertador en plan Che, hasta puede lograrse la sincera atención del foro al que se habla e incluso su consideración por el compromiso o coraje exhibidos. Pero la cosa se complica cuando, a menudo, en esas conversaciones surgen como setas personas que prácticamente empatan tus méritos cuando no los superan; pareciera que todo quisqui estuvo frente a los 'grises' y que toda la población estuvo a punto de entrar en la cárcel. Esta pose abunda en la clase intelectual, en la de artistas y por supuesto en la de políticos de izquierdas, haciéndonos creer que no hay ni uno solo de esa generación que no estuviera en la pomada. Y no, para nada. Aunque no se aspire a ninguna medalla, tampoco gusta que las muescas de lucha que cada cual tiene se diluyan en un pantano donde de repente todo el mundo nada con estilo y tiene episodios que protagonizar.

Y refiriéndome ya a la, entonces, pequeña Universidad de León, que en aquellos años de la transición pertenecía al distrito universitario de Valladolid, puedo afirmar, sin ninguna duda y con multitud de datos, que la aportación de José Luis Rodríguez Zapatero en todo lo que aconteció en esos años, que hervían en sucesos, reivindicaciones e iniciativas por la democracia, fue simplemente nula. Y ya digo, nada que reprocharle en principio, pero, claro, a cada cual lo suyo, y por algunas de sus palabras, aunque más bien por las que le lanzan de adorno el coro que le rodea y la prensa que le venera, podría pensarse que no fue así y que ya despuntaba en su progresía y rojerío cuando ello era obligatorio para quien tenía a flor de piel la conciencia de conocer la desgracia de la dictadura y el anhelo de la libertad. Estarán conmigo en que resulta extrañísimo que si Zapatero estaba tan sensibilizado por el fusilamiento de su abuelo en la Guerra Civil (algo que le marcó en su adolescencia tal como él mismo ha comentado en multitud de ocasiones), no tuviera papel relevante o al menos visible en ninguno de los mítines que se organizaban por cualquiera de los episodios que envolvían a la sociedad en general y a la Universidad en particular, no tomara parte, activa al menos, en ninguna de las asambleas que supusieron movilizaciones masivas en esa ciudad, no se citara con nadie para hacer pintadas nocturnas por León, para repartir pasquines o para acudir a las mil citas que, clandestinas unas y mimetizadas otras a través de actividades de cine-club, tertulias, conciertos de café , se organizaban en esta ciudad, al igual que ocurría en todos los pueblos de España.

A ZP no le recordamos, no estuvo en la organización de nada ni se la jugó con nada. Dice su biografía que ingresó en el PSOE en 1979; no lo dudo pero bien sabemos que este partido tuvo muy poca entidad en la universidad española de la transición, y desde luego prácticamente inexistente en la leonesa. Quienes estaban en el fervor y la ebullición política de la transición universitaria, fundamentalmente militaban o simpatizaban con el comunismo (PCE) o con los partidos de la extrema izquierda (ORT, PTE, LCR, MCE, OIC ), los que, por cierto, consideraban al primero poco menos que algo carca (qué tiempos) por su revisionismo de la doctrina marxista-leninista. ¿Dónde estaba ZP en ese escenario? ¿Dónde cuando la creación del Sindicato Universitario Democrático de 1980? ¿Dónde cuando los actos que se organizaron tras el golpe de Estado del 23-F de 1981? No estaba, se lo aseguro. Creo no confundirme si digo que ni uno solo de los estudiantes leoneses de finales de los 70 y década de los 80 nombraría a ZP como alguien a quien relacionen, veladamente siquiera, como presente en las movidas universitarias leonesas; y como dar nombres da consistencia, debo decir que con toda seguridad aquellos sí recordarán y mencionarían a Manolo Cavero (Veterinaria), Ignacio Fernández, Hilario Franco y Begoña Martínez (Filosofía y Letras), Quini Martínez (Derecho) o Mercedes Carlón y, perdónenme, un servidor (Biológicas), por citar sólo a algunos de los que sí estuvimos. ZP fue un estudiante más, un estudiante que en su participación política fue perfectamente anodino dentro de su propia Facultad de Derecho y más aún dentro de la Universidad como institución ya que tampoco en su breve etapa de profesor se le puede vincular con otra cosa que no fuera su posterior vocación política oficial, ésa que desembocaría en aspirar a la Secretaría provincial del partido, lo que no tardó en conseguir.

ZP dice que es rojo de siempre; pues bien, si lo es, en aquel tiempo tan proclive a ello no lo demostró. Moratinos, ante las fotos de ZP con el pañuelo palestino, indica que no son sino un detalle juvenil; pues entonces sus detalles van con significativo retraso. Pareciera que ZP desea gastar los cartuchos que en su día no tiró, pero hacerlo cuando se es el jefe de la oposición (por ejemplo, no levantarse al paso de la bandera norteamericana en un desfile oficial) o cuando se lleva el timón de la nave, suena más a nostalgia de un tiempo perdido y afortunadamente superado.

En fin, que ya sé que con la que está cayendo y con lo que tenemos entre manos en cuanto a los melones que ZP ha abierto en política nacional e internacional, hablar de su paso político por la Universidad no es lo más importante, pero si manejamos los cromatismos de antaño, por favor, donde hay gris no lo sustituyamos por rojo. Y ya que se desentierra la denominada memoria histórica, ésa que quieren ahora plasmar en formato de ley como si la memoria de cada cual pudiera amoldarse a la que un gobierno determinado quiere imprimir en el BOE, y como estamos en verano, digo, acudamos a la escuela de calor para recordar dónde estuvo cada cual no cediendo a la tentación de apuntarse a partidos nunca jugados o a dejarse incluir en alineaciones de equipos con los que ni siquiera se intentó entrenar.

El Correo, 28 de julio de 2006


04 noviembre 2007



Un relato consistente

Santiago González

La sentencia del 11-M es modélica: examina los hechos que sucedieron, no los que pudieron haber sucedido y los ordena con criterio lógico para servirlos en prosa inteligible, antes de establecer las responsabilidades y sus penas. El fallo podría haber sido tan aceptable para el Gobierno como para la oposición, a condición de que el primero renunciara a la guerra de Irak como explicación de los atentados y la segunda descartara las teorías conspirativas y la participación de ETA. No ha podido ser. Da la impresión de que el PSOE no renuncia a reeditar aquella jornada de reflexión y pasar al cobro otra vez la misma letra, por si cuela. El PP, por su parte, muestra una querencia irrefrenable por colocarse en el espacio que más le perjudica.

El asesor del Ministerio del Interior en cuestiones de terrorismo, Fernando Reinares, había distinguido en diciembre de 2004 la causa de la excusa y desaconsejaba la creencia en conspiraciones complejas:

"En este momento, hay dos circunstancias que están impidiendo que exista esa debida concienciación social y esa debida cobertura institucional. Una de ellas es la idea de que lo que ocurrió el 11 de marzo es una consecuencia de la guerra de Irak. Yo creo que esto no es así. La amenaza genérica contra España es muy anterior, la amenaza específica se materializa probablemente a inicios del año 2000. (…) La segunda idea que se debe desechar es insistir en relacionar a Marruecos con la masacre y en que "al final, detrás de todo hay una relación de ETA o se encuentra ETA". (15-12-2004)

La guerra de Irak como causa había sido esgrimida ya tras los atentados de Casablanca, por el entonces jefe de la oposición, por el secretario de Organización del PSOE y por quien había sido presidente del Gobierno, Felipe González:

«Aznar debe (de)ser la única persona de España que no ve relación entre los atentados y la guerra de Irak»,

dijo en un mitin de su partido durante la campaña de las elecciones municipales. Zapatero, ya de presidente, volvió a aludir a la guerra de Irak como causa del aumento del riesgo de atentado islamista (13-12-2004), aunque su acreditado relativismo le llevó a afirmar lo contrario durante su visita a Tony Blair, unos días después de los atentados de Londres:

"Más allá de las posiciones y decisiones que cada país haya tomado sobre lo que fue la intervención militar en Irak, sí quiero decir que el riesgo es global, como acabamos de ver por el atentado en Egipto" (27-7-2005).

Tras la sentencia, el presidente del Gobierno ha mantenido una posición institucional, que debió ser seguida esa misma mañana por el líder de la oposición. De ahí para abajo todo ha ido a peor: el secretario de Organización del PSOE ha repartido sambenitos de “autor intelectual”, “autor material” y “colaboradores necesarios” entre los dirigentes del PP, eso que el necesario laconismo del sms sintetiza en: “Aznar, asesino”. El ministro del Interior invitaba irónicamente a Rajoy a repetir: “ETA no ha sido”, una frase que nadie pronuncia como él, tras haberla ensayado tantas veces durante el llamado ‘proceso de paz’.

Cuesta más entender lo de Rajoy, su innecesaria predisposición a apoyar investigaciones “sin límites” tras una sentencia que implícitamente declaraba insatisfactoria con esas palabras. Ya fue incomprensible que él mismo pidiese una Comisión de Investigación en el Congreso, aquellos ocho meses de pimpampún. ¿Para qué? La función de tal órgano no era otra que depurar responsabilidades políticas y el PP las había depurado hasta perder las elecciones.

No fue sólo por el atentado. La desastrosa gestión de aquella crisis merece capítulo aparte. Creo firmemente que Acebes no mintió, que aquellos tres días fue sólo un ministro desarbolado por el pánico, que trataba de empujar los hechos hacia el lugar en el que menos daño hacían. No trató de ocultarlos. Los dio a conocer en tiempo real (una imprudencia) y en sólo 72 horas la policía detuvo a la práctica totalidad de los autores materiales que han sido condenados en la Casa de Campo. Los absueltos fueron detenidos después.

No tendría que dar facilidades para otra campaña como aquella. Nunca debieron estirar más allá de toda demostración posible teorías conspiratorias que tampoco les llevaban a ninguna parte. Supongamos la más paranoica de las hipótesis posibles (e imposibles): que unos terroristas islamistas en UTE (unión temporal de empresas) con ETA y en connivencia con mineros asturianos, guardias civiles, agentes marroquíes y militantes del PSOE urdieron la masacre para desalojar al PP del Gobierno. El ministro del Interior habría incurrido en una responsabilidad política por incompetencia más que notable. Esa versión arruinaría un balance muy positivo de los Gobiernos del PP en su lucha contra ETA y, finalmente, no le beneficiaría ante la opinión pública. El personal muestra más simpatía por el payaso que da las bofetadas que por el que las recibe. Es un rasgo de carácter.

29 octubre 2007



Encuestas y consultas

Santiago González

Hace cinco años, el lehendakari explicaba la buena nueva de su plan entre los agentes sociales. El 9 de octubre de 2002 recibió a una representación de Confebask. El mismo día, su presidente, Román Knörr, leyó un comunicado de su organización en el que advertía de los graves problemas económicos y de la fractura social que supondría el desarrollo de aquel programa.

Las reacciones al comunicado fueron dos: Al día siguiente, el Gabinete de Prospecciones Sociológicas de Ajuria Enea comenzó a contrarrestarlo con una encuesta telefónica para conocer la ‘verdadera’ opinión de los empresarios vascos, mientras Arzalluz dedicaba durísimas descalificaciones personales a Knörr.

Un mes más tarde, el portavoz del PNV dio a conocer la encuesta en el Parlamento vasco. El Señor escribe derecho con renglones tortuosos. Eran 409 empresarios, no sabemos cuántos de entre ellos estaban subvencionados y el resultado fue concluyente. Los capitanes de empresa vascos eran más soberanistas que el común de sus conciudadanos. Más partidarios de la ‘consulta’ (un 87%) que la media; deseaban con más intensidad el éxito de la misma (el 70%); creían en mayor medida que era la clave de la paz (55%) y la mitad de ellos consideraban que era un factor de crecimiento económico (un 50%). El 71% quería selecciones deportivas nacionales; el 73% gestionar en exclusiva los recursos propios; el 73%, un poder judicial propio y el 56% la doble nacionalidad.

La encuesta de la semana pasada era universal. Quizá por eso daba resultados más modestos que si hubieran buscado sólo la opinión de los banqueros. Frente al 70% de los empresarios partidarios de la consulta, sólo el 64% de los vascos está en contra de su prohibición y acudiría a votar el 59%. El problema de la última encuesta es el mismo que tiene el lehendakari: él ya sabe qué va a votar aunque no haya definido todavía la pregunta.

Todo el plan Ibarretxe tuvo como referencia estelar el modelo quebequés, pero cuando nos visitó un protagonista excepcional de aquel asunto, el entonces ministro de Relaciones Intergubernamentales de Canadá, Stéphane Dion, que dio una conferencia en Bilbao el 25 de noviembre de 2003, el lehendakari no mostró interés por entrevistarse con él, y los partidos del tripartito que tantos viajes habían hecho al Canadá, ni siquiera se acercaron al hotel Ercilla para oírle.

Tendrían que haber acudido, porque el padre de la Ley de la Claridad explicó de manera muy sencilla el fundamento de la misma: El Estado Federal ha de tomar nota de la voluntad de secesión de una parte de su territorio y tomar medidas para atender dicha voluntad con respeto a unas determinadas reglas: A) la pregunta ha de ser clara. No vale invocar el reconocimiento del derecho a decidir, ni la pregunta del referéndum andaluz, algo como: “¿es usted partidario de la secesión de la C.A.V. para constituir un Estado propio?” B) la expresión de una mayoría secesionista debe ser cualificada y reiterada. Esto debe ser así porque la secesión es una decisión irreversible, que no se puede tomar con un coyuntural 51% de los votos. Dicho de otra manera: es una paradoja que el derecho a decidir exista mientas el independentismo es minoritario y que, en la primera ocasión que rebasara el 50% de los votos desaparezca para siempre. C) La negociación se hará poniendo sobre la mesa todas las cuestiones pendientes, incluso las inversiones realizadas por el Estado Federal en la provincia secesionista para negociar los plazos de la indemnización, el precio de la libertad. D) La provincia que aspira a la secesión aceptará, por el mismo principio democrático que invoca, la negativa de algunas partes de su territorio. Por ejemplo, el ‘no’ del Ayuntamiento de Vitoria.

Claridad sería llamarle ‘referéndum’ a lo que el partido-guía de los vascos llama ‘consulta’, pero que política y moralmente será considerado un referéndum al día siguiente, si lo gana. Ibarretxe debería recordar ahora la hoja de ruta seguida por él y su partido ante la instalación de la central térmica de Boroa en Amorebieta. La gran mayoría de los lugareños, incluidos los afiliados al PNV, eran contrarios a la central. Arzalluz, Imaz y Urkullu convocaron una asamblea local del partido para explicarles la cuestión, la autosuficiencia energética y otras ensoñaciones soberanistas. Les dejaron solos para votar y el 65% lo hizo en contra. La alcaldesa, Begoña Azarloza, anunció un referéndum en el término municipal. El PNV inició contra ella procedimiento de expulsión, así como a los seis concejales del partido que la habían secundado. Cuatro meses más tarde, Azarloza daba marcha atrás por las presiones y anunció que en lugar del referéndum, iba a hacer una encuesta.

Es un modelo para el lehendakari. Una encuesta es entretenida, da qué hablar y no causa destrozos mayores en la convivencia. Tiene, además, una ventaja añadida: quien paga al gaitero pide la tonada.

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La Guinda

Ayer, en México Lindo y Querido, el lehendakari dio muestras de su falta de conexión con la realidad en una charla que impartió en la Casa Vasca:
"¿Alguna vez han oído decir al gobierno británico que van a emplear la justicia y la policía para impedir que la sociedad de Escocia se pronuncie?
No. Hemos visto al Gobierno británico suspender cuatro veces la autonomía del Ulster que los nacionalistas vascos invocan como modelo. La última suspensión, decretada el 14 de octubre de 2002, duró hasta el 8 de mayo de 2007. Es decir: cuatro años, seis meses y 24 días.


27 octubre 2007

El material con que se hacen los sueños



Al final de 'El halcón maltés', un personaje pregunta: "¿De que está hecho?", refiriéndose a la estatuilla del halcón, que todos creían de oro y piedras preciosas. Bogart/Sam Spade responde con la frase que da título a este post.
"Del material con que se hacen los sueños"
La frase es de Shakespeare (La tempestad) y con ella me sumo a la feliz iniciativa de recopilar frases de cine. Vaya otra:
-Baxter, eh, Baxter. Llevo tres días esperándote. Este es un mal comienzo.
-Sí que es un mal comienzo, amigo. Yo no me llamo Baxter. (Silverado. Laurence Kasdan)

Y otra:

Ayudante.-Sheriff, la viuda de Gómez va a tener un niño.
Sheriff.-Déle mi enhorabuena a Gómez.
Ayudante.-Pero sheriff, Gómez murió hace tres años.
Sheriff.-Siempre dije que ese Gómez es uno de esos tipos que sigue dando guerra después de muerto. (John Ford, Dos cabalgan juntos)

Aportaciones de la tripulación, recopiladas anoche por el hermano mediano de Ikewana:

"La última vez que estuve dentro de una mujer fue cuando visité la estatua de la Libertad" (Woody Allen en DELITOS Y FALTAS)

"¡Caballeros, no peleen por favor, este es el Departamente de Guerra!" (Peter Sellers -Como Presidente USA- en TELÉFONO ROJO)

-¿Donde está mi caballo?
- Mmmm.(je, je) Parece que hemos traido un caballo de menos.
- (Tsk, tsk!) Yo diria que habeis traido dos de más.
(Charles Bronson y Jack Elam en "HASTA QUE LLEGÓ SU HORA"

- Cuidado. A estas horas de la tarde no abofeteo demasiado bien. (Humphrey Bogart a Lauren Bacall en "EL SUEÑO ETERNO")

-"Frankly, my dear, I don't give a damn", lo que podría traducirse por "Francamente, querida; me importa un huevo" (Clark Gable a Vivien Leigh en "LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ")

Churruca
Recuerda, hijo mío: si cuesta esfuerzo es que no vale la pena. (Homer Simpson).

Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación. Y esa explicación que os debo os la voy a dar; porque soy vuestro alcalde, y os debo una explicación. (Pepe Isbert en Bienvenido Mr. Marshall).

Ferchu:
"¡Acojonan!, ¿eh?"
Luis Escobar en "Patrimonio Nacional"

maría
Para la recopilación de frases ¿valen las de críticos de cine? Antonio Gasset: 
“Llega el momento de la publicidad, disfrutad del cine si podéis. Si no, también tenéis la música, la literatura o incluso la historia, a no ser que queráis ser presidente del Gobierno”

anónimo dijo...
Frases cinematográficas célebres:
"...Ahh,...Ummhh,...Ahh, así,así.."
(Rocco Sifredi en alguna de sus penículas)

anónimo dijo...
" Abogado? abogadooo... ¿estás ahí abogado?
Robert De Niro (El cabo del Terror)

CHURRUCA (Alvite)
“En España el problema de las estatuas ecuestres es que con frecuencia el jinete no está a la altura del caballo.”

“Su calidad de vida era similar a la de un cadáver, y su vocabulario la mitad.”

ikewana
"Solo puedo decir que tiene razón; y cuando se tiene razón, se tiene razón" 
Jack Nicholson como detective Gittis en Chinatown.

luigi dijo...
"He trabajado con Freud y discrepábamos en algunas cosas, él pensaba que la envidia del pene sólo afectaba a las mujeres." (Zelig de Woody Allen).

concalma dijo...
"no nos chupemos las pollas antes de tiempo". Harvey Keitel en Pulp Fiction.

(17) Zelig dijo...

“Lo mejor de la masturbación es lo que viene después: los cariñitos”. (Woody Allen, Hollywood Ending)

(18) fernando terreiro dijo...

Ninotchka entra en un restaurante popular en París. Con su frugalidad soviética pide: - Déme unos rábanos y unas zanahorias.El propietario responde: Señora esto es un restaurante, no un prado.

Pasión de los fuertes: Wyatt Earp pregunta al camarero- Frank ¿Usted comprende a las mujeres?
- Lo siento, yo siempre he sido barman.


(19) libertad, justicia, igualdad y pluralismo político dijo...

Aquí va uno de mis diálogos favoritos:

Ralph Bellamy: ¡Maldito bastardo!

Lee Marvin: Si, señor. En mi caso es un accidente de nacimiento. Pero usted, señor... usted se ha hecho a sí mismo. (Richard Brooks - Los profesionales (1966))

(25) Anónimo dijo...

Otra frase-secuencia:

Groucho, seguramente con Margaret Dumond presente, se encara con un tipo y le espeta muy cerca de su jeta:

"Cuando un hombre me dice eso LE PARTO LA CARA"

El otro se le viene encima y le para en seco cortante:

"...HE DICHO UN HOMBRE"
-------------------------
En otro orden de cosas Homer J. Simpson alecciona a su hijo Bart sobre las tres frases absolutamente necesarias para caminar por la vida:

1ª ...Yo no he sido...
2ª ..Estaba así cuando he llegado..
3ª ..Muy buena idea, jefe..

(26) ostra dijo...

"Tarde o temprano llega un momento en el que hablar y estar callado es la misma cosa."
Alfredo, en Cinema Paradiso


En El sueño eterno, la chica a Bogart:
'Eres muy guapo'
'Sí, yo no tengo la culpa'

(30) Anónimo dijo...

Otra más. De "Eva al desnudo":

LLOYD

¡¡Nunca llegaré a entender el extraño proceso por el qué un cuerpo con una voz de pronto se imagina que es un cerebro !!
¿Cuándo exactamente una actriz decide que son SUYAS las palabras que está diciendo y SUYOS los sentimientos que está expresando?

MARGO

¡¡Habitualmente, en el momento en que tiene que reescribirlas y recrearlos para evitar que el público abandone el teatro!!

LLOYD

¡¡Ya va siendo hora de que EL PIANO se entere de que NO HA ESCRITO EL CONCIERTO!!

(32) fernando terreiro dijo...

En El último golpe de David Mamet. Un estafador profesional apunta a otro.
El apuntado dice: - Déjame decir mis últimas palabras.
El de la pistola: - Ya las has dicho.

(35) Mercutio dijo...

Johnnnie 'Guitar' Logan al Presidente del Gobierno:

-Nunca doy la mano a un zurdo.

(36) Anónimo dijo...

No me resisto a copiarles el arranque de Ninotchka.
Tres delegados comerciales rusos están fascinados ante la puerta de un lujoso hotel parisino...

KOPALSKI

Camaradas, ¿para qué engañarnos? Es maravilloso.

IRÁNOV

Seamos honestos ¿Tenemos algo así en Rusia?

KOPALSKI y BULJÁNOV
No, no.

IRÁNOV

¿Imagináis cómo serán las camas?

KOPALSKI

Me han dicho que si tocas el timbre una vez, viene un criado. Si tocas dos, un camarero. ¿Y sabéis qué ocurr si tocas tres? Viene una doncella. Una doncella francesa.

Camaradas, si tocamos nueve veces..
¡¡Entremos!!
BULJÁNOV

Un momento. No tengo nada contra la idea, pero sigo diciendo que vayamos al hotel Término. Moscú nos hizo las reservas allí. Estamos en una misión oficial y no tenemos derecho a cambiar las órdenes de nuestros jefes.

IRÁNOV

¿Dónde está tu valor, camarada Buljánov?
KOPALSKI
¿Eres tú el Buljánov que luchó en las barricadas?
Y ahora te da miedo coger una habitación con baño!!!

BULJÁNOV
No quiero ir a Siberia.

KOPALSKI
Mira, Buljánov. Si Lenin viviera te diría:"Camarada Buljánov, para una vez en tu vida que vas a ir a Paris, no seas idiota, entra y toca tres veces".
IRÁNOV
No te diría eso. Te íría:"Buljánov, no puedes permitirte ir a un hotel barato. ¿Es que el prestigio de los bolcheviques no cuenta para tí?

¿Quieres vivir en un hotel en el que das al grifo de agua caliente y sale fría y das al de la fría y.. no sale nada?
BULJÁNOV

INSISTO EN QUE NUESTRO LUGAR DEBE ESTAR CON EL PUEBLO, PERO...
¿QUIÉN SOY YO PARA CONTRADECIR A LENIN?
VAMOS ALLÁ..

(41) John Falstaff dijo...

Peter Lorre/Ugarte: "Rick, yo sé que me deprecias"
Bogart/Rick Blane: "si pensara en tí tal vez".
Casablanca.
Luego Rick renocería que Ugarte le había impresionado al conseguirse un pasaporte. La vida es así.
Pequeña contribución a la colección de frases.

(42) condenadoalostracismo dijo...

¡¡Nosotros somos contingentes pero tu eres necesario!! (el pueblo aclama al alcalde... Amanece que no es poco)


(43) condenadoalostracismo dijo...

" Yo es que venía a hablarle de Dostoievski..."
Luis Ciges... en amanece que no es poco o zetapé pasando por el congreso...

(44) Ferchu dijo...

“Johnny: ¿A cuántos hombres has olvidado?
Vienna: A tantos como mujeres tú recuerdas.
Johnny: ¡No te vayas!
Vienna: No me he movido.
Johnny: Dime algo agradable.
Vienna: Claro. ¿Qué quieres que te diga?
Johnny: Miénteme. Dime que me has esperado todos estos años.Dímelo.
Vienna: Te he esperado todos estos años.
Johnny: Dime que habrías muerto si yo no hubiese vuelto.
Vienna: Habría muerto si tú no hubieses vuelto.
Johnny: Dime que aún me quieres como yo te quiero.
Vienna: Aún te quiero como tú me quieres.
Johnny: Gracias. Muchas gracias.”

(45) Feroz dijo...

A mí, aunque no soy de Bilbao, la que me gusta es:

¡Hasta el infinito, y más allá! de Buz Lightyear, en Toy Story.

(46) Antonio dijo...

Si la gente no quiere ir al estadio, no habrá nada que les detenga.
Se puede observar mucho con sólo mirar.
Ya nadie va por allí porque ese sitio está siempre atestado de gente.
No terminaré hasta que no haya acabado.
Se hace tarde muy tempranos en esta época del año.
- Todas del Oso Yogi

(49) Monsieur de Sans-Foy dijo...

MUTINY IN THE BOUNTY:

Justo cuando el capitán Blight va a ser obligado a bajar a la lancha, el amotinado Marlon Brando le arroja el látigo diciéndole:

-"¡Capitán, ahí tiene Vd. su bandera!

El capitán, más chulo que un ocho, lo arroja al suelo y responde:

-"Se equivoca, señor Christian: A diferencia de Vd., yo todavía tengo una patria."

(50) fernando terreiro dijo...

Amanece que no es poco. El negro del pueblo y otro vecino.
- Porque yo como soy negro.
- Tú no eres negro, eres una minoría étnica.
- Sí, sí, minoría etnica y negro como un tizón

(51) El Cerrajero dijo...


Selecciono la mejor de 'Las aventuras de Ford Fairlane':

"Tanto gilipollas y tan pocas balas".

(53) Anonadado dijo...


¡Hasta que el apache sea derrotado!*

* Charlton Heston (Amos Dundee) y Richard Harris (Ben Tyreen) en Major Dundee de Sam Peckinpah.

(56) El Cerrajero dijo...


La película es Last Action Hero -El último gran héroe-- donde un super-detective de ficción en la pantalla 'salta' al mundo real.

Se la dice el villano, Benedict, al protagonista Jack Slater:

'Aquí, en este mundo, los malos pueden ganar'

(64) Bremaneur dijo...


"¿Quién es el dueño de esta pocilga?"
Clint Eastwood, Sin perdón.


(70) porka miseria dijo...

Se están olvidando ustedes de la mejor:

"Alégrame el día"

y de la submejor:

"Tócala de nuevo, Sam"

No hace falta ni que les día de quien son. ¿a que no?

(81) Anónimo dijo...

Después de leer el comentario marmóreo del patrón no puedo dejar pasar una frase cinematográfica de W.C.Fields:

"Yo mañana estaré sobrio pero tú seguirás idiota el resto de tu vida

(89) ostra dijo...

"Tú haces que quiera ser mejor persona".
Jack Nicholson en Mejor Imposible

"Yo sufría de incontinencia cuando era pequeño y como solía dormir con una manta eléctrica estaba continuamente electrocutándome".
Woody Allen en Bananas

(101) Hemeroteco dijo...

Woody Allen/Harry Block.-¿Tú sabes lo que son los agujeros negros?
Prostituta negra.-¿Con qué te crees que me gano la vida?
(W.A. Deconstruyendo a Harry)


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Polly.-Yo, bueno, despés de dos años de terapia tuve un orgasmo, pero me dijo mi psicoanalista que no era el adecuado. (Woody Allen, Manhattan)

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Dorry.-Vamos a la habitación.
Kleinman/Woody Allen.-Nunca he pagado por sexo.
Dorry.-Eso es lo que tú te crees.
(Woody Allen, Sombras y niebla).

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El Crepúsculo de los Dioses comienza con el plano de un muerto flotando en la piscina de una vieja casa de Sunset Boulevard, en Hollywood. Es Joe Gillis/William Holden. El muerto empieza a hablar:

Joe Gillis.-Siempre quise tener una piscina.

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Ella.-Quiero el divorcio. Mi abogado llamará a tu abogado.
Woody Allen.-No tengo abogado. Dile que llame a mi médico.



(103) Monsieur de Sans-Foy dijo...

OTRO CLÁSICO

En "Unforgiven", de Clint Eastwood, la dueña del burdel le dice al comisario:

-Le diste una paliza a un inocente.
-¿Inocente? ¿Inocente DE QUÉ?

(104) Monsieur de Sans-Foy dijo...

OTRA DE EASTWOOD


(Ésta, en "Harry el sucio")


-Si quieres oír mi opinión...
-Las opiniones son como los culos, cada uno tiene el suyo.


(109) Renault dijo...
Prohombre de Shinbone.- "Lo hacemos muy a gusto, lo hacemos todo muy a gusto por el hombre que mató a Liberty Valance" (John Ford, El hombre que mató a Liberty Valance)

(121) el hermano mediano de ikewana dijo...

"Hasta la vista, baby"
Arnold Schwarzenegger en Terminator


"Que la Fuerza te acompañe".
Alec Guiness en La Guerra de las Galaxias

"Necesito creer que algo extraordinario es posible".Russell Crowe en Una mente maravillosa

"Siempre digo la verdad, incluso cuando miento digo la verdad". Al Pacino en Scarface

"Si buscabas el momento oportuno... era ese".

Johnny Depp en Piratas del Caribe: La maldicion del Perla Negra

"¡Todo el mundo fuera del agua!" Tiburón

"qué sorpresa, pensaba que era usted un fiel seguidor de la doctrina "cada hombre a lo suyo".
Cary Grant a Tony Curtis, en Operación Pacífico de Blake Edwards

(122) Ostra dijo...

“¿Los Angeles? No quiero mudarme a una ciudad cuya única ventaja cultural es que puedes girar a la derecha con el semáforo en rojo”. Woody Allen, Annie Hall.

Hemeroteco dijo...

Woody Allen/Allan Felix.-¿Qué haces el sábado por la noche?
Chica.-Suicidarme.
WA/Allan Felix.-¿Entonces el viernes por la noche? (Sueños de un seductor, de Herbert Ross)

Lindo Gatito dijo...
"A mí sólo me gustan dos clases de hombres... Los nativos y los extranjeros"(Mae West)
Otra:
Ambruster Jr./Jack Lemmon- ¿Baños de barro? No tengo tiempo para esas cosas.

Clive Revill/Director de hotel-Pero nuestros baños de barro son famosos... Curan el reumatismo, la artritis, la acidez... la impotencia...

Ambruster Jr./Jack Lemmon-¿Sí? a lo mejor me vendría bien para mi acidez.

Clive Revill-Le aseguro que después de nuestros baños de barro tendrá usted la acidez de un joven de veinte años. (Billy Wilder, Avanti)

Tierno Piolín dijo...

Clive Revill.-Los italianos aprovechamos la hora de la siesta para hacer el amor.

Jack Lemmon.-¿Y qué hacen por las noches?

Clive Revill.-Vamos a casa a hacer compañía a nuestras esposas. (Avanti, de Billy Wilder)

(18) churruca dijo... ( La Última Noche de Boris Grushenko.

General Ruso.- ¡Es usted un joven cobarde!.
Boris Grushenko.- No tan joven.

(20) ostra dijo...

Escuchad, así es el juego: si no descubres al primo en la primera media hora de partida, es que el primo eres tú" (Matt Damon en Rounders)

(85) ostra dijo...

"Mi cerebro es mi segundo órgano favorito" (Woody Allen en El dormilón)


(32) Lindo Gatito dijo...

El bandido Tuco cabalga por un páramo al fonde del plano. Surge, en primer plano, el cañón de un rifle que dispara y derriba el caballo de Tuco. Cae por tierra el bandido y se incorpora mascullando las más selectas imprecaciones de su amplísimo repertorio, mientras el que le ha disparado despliega un pasquín con un tosco dibujo del forajido y dice, con notoria sorna:

- Oye, ¿sabes que tú te pareces mucho a uno por el que ofrecen dos mil dólares?
Surge una voz a sus espaldas:
- Sí, pero tú no te pareces al que los va a cobrar. (De "El Bueno, el Feo y el Malo", de Sergio Leone)

De la misma obra maestra anterior:

- El mundo se divide en 2 categorías: los que tienen el revolver cargado y los que cavan. Tu cavas.


"Siempre he tenido buenas relaciones con mis padres. Me pegaban muy poco. De hecho, me parece que sólo me pegaron una vez durante toda mi infancia. Empezaron el 23 de diciembre de 1942 y acabaron en la primavera de 1944" (Woody Allen en BANANAS)

"¡Qué montón de libros! ¿Son todos diferentes?" (de BOLA DE FUEGO, de Howard Hawks)

"Para tí soy ateo. Para Dios, soy la fiel oposición". (Woody Allen en STARDUST MEMORIES)

- Es una jactancia pensar que uno es un ser especial. ¿Crees que has inventado las borracheras?
- No, pero podría patentar las mías. (De RÍO BRAVO, de Howard Hawks)


- Holmes... Permítame una pregunta. No quisiera parecer indiscreto pero, ¿ha habido mujeres en su vida?
- La respuesta es sí... Me parece usted indiscreto. (Robert Stephens y Colin Blakely en LA VIDA PRIVADA DE SHERLOCK HOLMES, de Billy Wilder)