31 enero 2009

Los chicos lo cuentan todo

Santiago González

La periodista María Antonia Iglesias ha escrito un libro. Esto en sí, no debería ser noticia. Escribir es la esencia del oficio para un periodista y no es extraño que algunos de ellos traten de superar las limitaciones espaciales de su oficio, ensayando de cuando en cuando con vuelos de largo alcance.

Iglesias es una periodista de registro amplio. Puede ser agitadora y sectaria en las tertulias y tenaz interrogadora en entrevistas en las que se deja guiar por un olfato perdiguero y lleva al entrevistado a despojarse de sí mismo para exponer los hechos o lo que en ese momento cree que son los hechos. Sólo se le conoce debilidad por los tres grandes dinosaurios de la política española: Arzalluz, Carrillo y Fraga, probablemente por este orden. Sólo cuando les entrevista a ellos aflora el afecto y algo parecido a la admiración.

‘Memoria de Euskadi’ se titula el libro y tiene un subtítulo de sorprendente exactitud: “La terapia de la verdad. Todos lo cuentan todo”. Y así es, efectivamente. Las palabras de los entrevistados son, además de veraces, verosímiles. El amable desdén con que Arzalluz hablaba de Ardanza, “un buen alcalde de Mondragón”, en la conversación con M.A.I., y ya despojado del corsé de las palabras, retrata al exlehendakari como un “imbécil”, un “flojo” a quien “tuvimos que, no digo endiosar; pero sí hacerle sentir algo más de lo que es”.

Medio año después de haber mostrado a la periodista los trapos sucios del partido, esos que todas las fuerzas políticas acostumbran a lavar en casa mientras pueden, Iñigo Urkullu y Leopoldo Barreda componen un extraño duo cuyas explicaciones sobre las andanadas que en su día largaron contra Ibarretxe y María San Gil respectivamente, sintonizan de manera admirable. Recordemos que el presidente del PNV decía que: “Hay muchos días en los que tengo que hacer actos de fe para que sigamos unidos” y Barreda retrata a San Gil diciéndoles: “yo soy la que tiene los votos, a la que más quiere la gente en toda España y a la que quieren las cámaras (…) creo que el responsable es estrictamente Jaime Mayor Oreja”.

Ninguno de los dos ha negado sus palabras y han preferido acogerse al contexto. Los dos sitúan sus diferencias “en el pasado”. ¿Y dónde está ese pasado? Pues en el caso de Urkullu, en el preciso momento en que hablaba con la periodista. En el de Barreda, el 15 de mayo de 2008, tras el funeral por el guardia civil Juan Manuel Piñuel, asesinado con coche bomba en Legutiano, pero las diferencias se le olvidaron enseguida. Entre aquel día y el Congreso de Valencia.

El partido-guía siempre ha dramatizado mejor. Ibarretxe estuvo soberbio en su representación: “tranquilo, Iñigo. Quien saca esto no tiene argumentos”. Esto es lo que se llama doctrina para consumo interno. No puede haber ningún jeltzale tan paranoico como para imaginar a M.A.I. organizando una conjura antinacionalista, pero las palabras cumplen una función ritual y cuelan entre la feligresía como si fuesen de verdad. El problema del PP es que tiene tal cantidad de gas acumulado en todas las bodegas que es peligroso hasta encender una cerill

30 enero 2009

¿Adoctrinar en esta escuela?

Santiago González

El Tribunal Supremo ha rechazado por 22 votos contra siete que la ‘Educación para la Ciudadanía’ vulnere el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos. La asignatura responde a una recomendación de la UE y si el nuestro fuera un país normal, debería impartirse con la misma naturalidad con que se hace en otros de la Unión, en los que la nación se articula sobre consensos básicos. Pocos, pero duraderos. Uno de ellos es el educativo. Ningún otro país ha conocido cinco leyes de Educación en 25 años, con sólo dos partidos alternándose en el Gobierno. En ningún otro país se introducirían en la educación criterios morales que estuvieran bajo discusión en la sociedad.

Tanto entusiastas como detractores sobreestiman la capacidad adoctrinadora de la escuela. La transición fue obra de generaciones de españoles educados en la dictadura franquista, sin que el monolitismo del régimen pudiera oponer más resistencia a la voluntad social de cambio que las murallas de Jericó a los trompetazos del pueblo elegido. Comprenderán ustedes que en estos momentos no ofrezca detalles identificativos.

La escuela franquista y nacionalcatólica no impidió que muchos españoles (y españolas, claro) nos hiciéramos antifranquistas y no creyentes. La escuela no es el único ámbito educativo, ni siquiera en los regímenes totalitarios. Cuánto menos en una sociedad democrática, abierta y permeable en estos tiempos de Internet. Incluso en casos en los que el ideario obligatorio de la escuela hacía juego con el ambiente doctrinal que aquellos españoles respiraban en sus casas. Hijos de padres falangistas y educados con la Enciclopedia Alvarez son hoy espejo de izquierdismo en sus cargos de ministros.

El temor a una asignatura adoctrinadora en la escuela pública tras la LOGSE es un alarde de confianza en el Estado por parte de la Iglesia. No es que falte voluntad adoctrinadora. Es que el mecanismo es inservible, no hay más que ver los resultados del informe PISA, que nos sitúan en un desahogado puesto del pelotón de cola en materia educativa y en la expulsión por la vía del fracaso escolar a uno de cada tres alumnos. Ah, si al menos pudiera servir para adoctrinar.

Hace tres meses tuvimos noticia de que todos los alumnos de dos institutos de Alicante habían suspendido el examen de EpC, que en la Comunidad Valenciana se imparte en inglés, una extravagancia autonómica para sabotearla. Los resultados acreditan el nivel de nuestro sistema educativo y de la enseñanza de lenguas extranjeras antes que ninguna otra cosa.

No va a ser una asignatura muy popular entre los estudiantes. Para que tuviera capacidad doctrinal habría que acompañarla de un relato. La Iglesia acertó al colgar la asignatura de Religión de la Historia Sagrada. En tiempos de la tele, ‘Verano azul’ fue a la España de la Constitución lo mismo que ‘Crónicas de un pueblo’ a la España del desarrollismo y la Ley Orgánica del Estado. Sin el relato apropiado, los estudiantes asistirán a las clases de Educación para la Ciudadanía con el mismo desapego que sus padres, y aún sus abuelos en algunos casos, asistíamos a Formación del Espíritu Nacional.

28 enero 2009

Answers in the wind

Santiago González

La televisión es el escenario privilegiado para el exhibicionismo sentimental. Se ha criticado mucho al presidente por elegir este medio para hablar sobre la crisis, en lugar de comparecer en el Congreso de los Diputados. Pero díganme: ¿por qué no comparecer directamente, sin intermediarios, ante el pueblo llano? Donde esté un buen talk show que se quite una sesión de control al Gobierno. Los líderes más populares están en ello; algunos tienen su propio programa, como el ‘Aló, presidente’, de Hugo Chávez. Vayamos, si no, al pueblo propiamente dicho, y preguntemos a Belén Esteban qué prefiere, si el programa de Jaime Cantizano o comparecer en la Comisión de Interior del Congreso. Vox populi, vox Dei, no diré más.

El decorado reproducía el hemiciclo, pero sin atril para el orador. Por eso los interpelantes hablaban desde su escaño catódico y el presidente les respondía, deambulando frente a aquella quintaesencia de todas las Españas como un maestro de la escuela peripatética. Tengo una pregunta para usted. En rigor, debería ser tengo una respuesta, que es lo que debían de buscar los asistentes, pero el nacimiento del ‘presi’ inauguró la década prodigiosa y sabe, como todos, por Bob Dylan, que “the answer, my friend, is blowing in the wind”.

Fue un espectáculo excelente. El público cumplió e hizo trastabillar en ocasiones al compareciente, aunque el moderador impedía que se cebaran. Al fin y al cabo habían ido a preguntar, no a debatir con el invitado. “Virginia es la ejecutiva de cuentas”, explicaba Lorenzo Milá al presidente y a los telespectadores, sin que estos últimos supiéramos previamente que había ‘una’ ejecutiva de cuentas y estuviera justificado el artículo determinado.

Fue un recital de guitarra y armónica. El primer presidente no gubernamental de nuestra democracia negó haber prometido pleno empleo, estableciendo la diferencia entre ‘promesa’ y ‘objetivo’. El presi no miente; sólo tiene una relación tangencial con la verdad. Por eso no estuvo fino al enredarse en disquisiciones conceptuales. Con lo fácil que le hubiera sido decir: “No fue una promesa; sólo un motivo para creer”. Otro gran momento, el del traductor que le afeó la venta de armas a Israel, sí tuvo una respuesta a su altura. Cuando el airado pacifista le interrumpió para preguntar a cuántos civiles palestinos se había matado con armas españolas, replicó sin parpadear: “Estoy convencido (de) que nuestros componentes o el armamento que hemos vendido a Israel no se han utilizado para eso.”

Aquí se vino arriba, aunque hubo otro momento cumbre, el de la joven con síndrome de Down que le llevó un currículum para pedirle un puesto de trabajo. Lo tendrá y lo veremos en los telediarios. Por eso, el programa no habrá sido en vano. La joven Izaskun Buelta encontrará un empleo en la Administración en días próximos, como en su día lo obtuvo la discapacitada Araceli. Lástima que se le haya adelantado el PP cuyo grupo parlamentario tiene contratado a Javier Dorronsoro, otro joven down, pero más vale tarde. Las dos horas del ‘Tengo una pregunta para usted’ no habrán sido de balde. Laus Deo.


26 enero 2009

Una candidata en Andoain

Santiago González

Zapatero volvía a San Sebastián a dar un mitin por enero, esta vez a apoyar a Patxi López. La vez anterior fue hace dos años, el día 15. El día anterior había recibido una carta de Arnaldo Otegi, pormenorizando su oferta de dos meses antes en el mitin de Anoeta. A 15 kilómetros escasos del Teatro Victoria Eugenia, Rosa Díez había elegido la plaza de Andoain para dar a conocer sus candidaturas.

Jarreaba a mediodía mientras Rosa y sus candidatos desgranaban su propuesta electoral en el pueblo donde ETA asesinó a Joseba Pagazaurtundua el 8 de febrero de 2003, abatiéndolo mientras desayunaba aquel sábado, sobre su café con leche y su periódico. También llovía el 7 de mayo de 2000, cuando un terrorista disparó contra José Luis López de la Calle, desparramando los periódicos que acababa de comprar junto a su vida y su paraguas.

Frente al estrado cubierto, unos doscientos asistentes bajo su paraguas. No eran una masa que desbordara el aforo de la plaza, pero eran una multitud cívica en Andoain. Muchos más, desde luego, que los 40 asistentes, incluidos los 18 escoltas, que tuvo el mitin electoral de Rosa Díez en las municipales de Ondarroa en 2003, como cabeza de lista por el PSE. Ella siempre ha sido una mujer que sabe afirmarse en el terreno que pisa contra todas las dificultades.

Mientras en el teatro neorrenacentista y neoplateresco de San Sebastián, Zapatero decía a los asistentes que el PSE es un muro "firme y valiente" frente a "la violencia, el terror y la cobardía de ETA y de todos los que se callan ante los asesinatos", Rosa se plantaba frente al atril en la plaza descarnada de Andoain para decir palabras que seguramente no se habían dicho en público allí antes: “España es el único instrumento capaz de garantizar la libertad y la igualdad de todos los españoles”. Con un par.

El mitin había comenzado con la canción de Suburbano ‘Adiós a las penas de Abril’, que gustaba mucho a Joseba Pagazaurtundua. Pilar Ruiz Albisu, la madre de los Pagaza pidió al responsable de campaña del partido: “Volverás a poner esa canción, ¿verdad? Para mí es como una oración.” Estibaliz Garmendia, la viuda de Joseba, es la número 7 de la lista guipuzcoana de UPyD. Pilar es la candidata que cierra la lista. Fue en Andoain, durante el homenaje a Joseba en el segundo aniversario del crimen, donde Pilar Ruiz amonestó a Patxi López con el reproche que le envió después en una carta: “harás y dirás más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son”.

Y cuando todos los candidatos subieron a saludar a la afición, volvió a sonar, hermosa, emocionante y más cargada de sentido que nunca, ‘Adiós a las penas de abril’: "Sonaron campanas por el desertor,/ vi a la muerte bailar junto a mí. / Pasé de mendigo a ser libre en el mar,/ de cautivo a romper el redil./ Pasé del silencio a ser más que un rumor,/ de ser sombra a volver a vivir,/ de no tener nombre a dar tanto de que hablar,/ de estar solo a repartir el botín. Adiós a las penas de abril". Y Pilar cantaba mientras lloraba y la lluvia no dejaba de caer sobre los paraguas de la plaza.


24 enero 2009

Madrazo y sus contextos

Santiago González

Se barrunta la proximidad de las urnas porque Javi Madrazo vuelve a las esencias y su naturaleza pastueña se vuelve levantisca y contestataria. Tras cuatro años de decir amén, ha bastado la convocatoria de elecciones para que se plante y advierta a su par Azkarraga de que no debe aprobar el ERE de Cegasa. El consejero de Vivienda se expresó como verso suelto ante el nuevo coordinador de IU, que tiene un nombre como sacado del título de una película de Huston. Hay que entender el contexto. Cayo Lara dijo que se podrían crear un millón de puestos de trabajo y algo tenía que hacer el consejero para no desmerecer.

¿Cómo se pueden crear un millón de empleos, sin que lo haya vendido Zapatero?, se preguntarán ustedes. Muy sencillo: aumentando la fiscalidad de las empresas. ¿Quiere decir Cayo Largo que esas empresas ahogadas por la falta de liquidez deben pagar más impuestos y que eso creará puestos de trabajo? Y los empleos, ¿los crearían esas mismas empresas después de haber cotizado a Hacienda o los crearía la propia Hacienda para poder recaudar la exacción a las empresas?

Parece que fue ayer y hace ya ocho gozosos años que Madrazo ascendió al estatus de consejero. Hay que ver, cómo pasa el tiempo. Hace dos legislaturas llegó a Lakua hecho un brazo de mar, autodefiniéndose como el brazo rojo del Gobierno, como un clásico, un nuevo personaje de la Ilíada: Aquiles, el de los pies ligeros, Aurora, la de rosados dedos y Madrazo, el del rojo brazo.

No sabemos si Ibarretxe ha tenido en este tiempo una mano derecha. Parece que no, a juzgar por lo visto, pero, a cambio, tiene un espléndido brazo izquierdo. Su consejero de Vivienda ha sintetizado en Ezker Batua dos tradiciones antiguas: la comunista y el cristianismo de izquierdas. En sus textos programáticos, el PCE se definía como “un partido de lucha y de gobierno”, así, sin especificar cuando tocaba lucha y cuando gobierno. En la tradición cristiana, la confusión de los contextos aumentaba. Santa Teresa, que era una mística, tuvo que llamar al orden a una novicia que se empeñaba en contar su visión de la noche anterior, mientras todas las monjas se afanaban en pelar perdices para agasajar al obispo, que había anunciado su visita: “hermana, cuando visiones, visiones y cuando perdices, perdices”.

El precedente más cualificado de Madrazo fue el malogrado Alfonso Carlos Comín, católico ferviente y militante cabal del PSUC. En los 70 escribió un libro que fue leído con interés entre los laicos de izquierdas: ‘Cristianos en el partido, comunistas en la Iglesia’. Ya entonces tendrían que haber ordenado sus contextos. Cuánto habríamos ganado en claridad si se hubieran aplicado a ser cristianos en la Iglesia y comunistas en el Partido (comunista, se entiende; en Convergencia i Unió no habrían tenido mucho éxito.

Algunas encuestas, no todas, dan por acabada la aventura equinoccial del tripartito y por ende, la de Madrazo. Estará bien la renovación, si viene, pero uno va a echar de menos a este príncipe de la picaresca, tan virtuoso de los contextos equívocos, un voluntario de ONG con la moral del buscón Don Pablos. Madrazo, un abrazo.


23 enero 2009

Una muleta nueva

Santiago González

La vida es un eterno retorno, una cansina vuelta a liturgias transitadas y sabidas, por más que en cada vuelta finjamos sorprendernos extraordinariamente como si todo fuera nuevo. Se sabía , por ejemplo, antes de las elecciones municipales de mayo de 2007 que la ilegalizada Batasuna tenía varias marcas registradas en el Ministerio del Interior, dormidas como las notas en las cuerdas del arpa de Bécquer, “esperando la mano de nieve/ que sepa arrancarlas”. La estrategia consistía en usar un señuelo o, por usar la terminología profesional de los carteristas, ‘una muleta’. La muleta del ‘pickpocket’, el instrumento con que se distrae la atención del respetable mientras se le levanta la cartera, es un periódico. A la muleta propiamente dicha le llaman los taurinos ‘el engaño’.

Dos meses antes de las últimas elecciones municipales, una miembro de la Mesa Nacional de Batasuna, Marije Fullaondo, acudió a registrar un partido político nuevo, Abertzale Sozialista Batasuna, con luz y periódicos. Mientras, sus camaradas activaban Acción Nacionalista Vasca, una antigua escisión del PNV bajo control batasuno desde 1978, año en que ANV constituyó HB junto a otros tres partidos nacionalistas radicales.

Habían pasado tres meses desde el atentado de la T-4, pero el presidente no había renunciado del todo a su ‘proceso de paz’, recuerden la cantidad de argumentos que ministros y ministras emplearon a favor de ANV: que era un partido nacido antes de la República, que sus estatutos de 1977 condenaban la violencia, etc. Ahí están sus 42 alcaldes y sus posiciones explícitas sobre el asunto.

Todo indica que se está repitiendo la estrategia. Mientras el pasado día 12 se presentaba con solemnidad la muleta ‘Democracia 3 millones’, carne de prohibición a muy corto plazo, Batasuna trataba de preparar las listas de Askatasuna, un partido legalizado en 1998 con el que se presentaron a competir con Euskal Herritarrok, marca legal abertzale es las autonómicas de 2001. Obtuvo unos resultados modestos: 663 votos frente a los 143.139 de EH, pero quedaron acreditados.

¿Van a volver a colarla el 1 de marzo? Es más dudoso. La cuestión es que ahora no lo aconseja la jugada, por decirlo con palabras de Bermejo y el soplo benéfico y legalizador del Estado se ha transformado en la actitud más enérgica del Ministerio del Interior. No parece que en esta ocasión vayamos a contemplar caprichos como el sorteo de la legalidad por pueblos, al igual que se hizo con ANV en 2007. Tal como contaba este periódico el miércoles, el 60% de los nombres que integraron las listas de Askatasuna a los comicios de 2001 formaron después las candidaturas de ANV en 2007.

Ahora, tanto el engaño como ‘la buena’ van a enfrentarse a un mayor celo policial y judicial y los esfuerzos producen cansancio en los materiales. No va a ser fácil encontrar a estas alturas 75 candidatos limpios. ¿Hubo alguna vez 11.000 vírgenes? se preguntaba Jardiel Poncela. Eran más vírgenes, pero la población de Euskadi tampoco es la del mundo y aunque el Gobierno sea el mismo, a estos efectos parece otro distinto.

21 enero 2009

Hampa plateada

Santiago González

A la vista de lo que está cayendo, Madrid ha dejado de ser el ‘poblachón manchego’, que definió certeramente Azorín con el fin de que Umbral hiciese célebre la cita. Está más cerca de ser el ‘rompeolas de todas las Españas’ machadiano, cocedero de bajas pasiones y sueños mediopensionistas. No llega a ser en ningún caso la ‘capital de la gloria’ a la que cantó Rafael Alberti, pero hay algo de sofisticación cosmopolita que la eleva sobre sus orígenes sin acabar de desmentirlos del todo.

Una ciudad se mide en el nivel de su delincuencia y hasta hace bien poco Madrid era una ciudad que quedaba mejor como decorado de crímenes rurales que como un espacio para el desarrollo de la novela negra. Más propia para Plinio que para Toni Romano, un Tomelloso con más gente.

De un tiempo a esta parte, sin embargo, se han sucedido los casos de mafias policiales, sicarios y ajustes de cuentas a las puertas de las discotecas, parada y fonda de narcotraficantes, denuncias de policías paralelas y también espionaje político y escándalos de manejos políticos en las altas finanzas. Bueno, no muy altas. A vivel de caja de ahorros, ya hemos dicho que no desmiente totalmente sus orígenes.

Apenas habían pasado 24 horas de la denuncia periodística sobre la existencia de un presunto CNI doméstico organizado en los últimos meses por un expolicía para el consejero de Interior de la Comunidad, cuando salta la noticia de que el propio vicepresidente del Gobierno autonómico, Ignacio González, ha sido objeto de seguimiento durante sus viajes públicos y privados al extranjero. Sería un fantástico argumento para una novela de intriga que unos policías a las órdenes del consejero Granados investiguen al vicepresidente de su propio Gobierno para descubrir o atribuirle conductas delictivas.

Naturalmente, una hipótesis como ésta no es muy realista. Los Gobiernos de la España plural, en cualquiera de sus tres niveles (municipal, autonómico o nacional) no son tan sofisticados y sus miembros se cuidan muy mucho de pisarse la manguera unos a otros. No hay precedentes. En segundo lugar, la presidenta de la Comunidad y el consejero Granados han reaccionado de manera bien distinta en ambos casos. Respecto a la supuesta red de espionaje organizada presuntamente por este último, una síntesis del CNI y ‘Los hombres de Paco (Granados)’, se han limitado a cuestionar la credibilidad y los motivos del periódico que publicó la información. En el caso del espionaje a su vicepresidente, Esperanza Aguirre ha ordenando a los servicios jurídicos de su Gobierno que pongan una denuncia en el juzgado de guardia para que se investiguen los seguimientos, espionajes y grabaciones que con cámara oculta se han hecho contra Ignacio González.

De hecho, preguntado por el primero de los casos, el fiscal superior de Madrid, Manuel Moix, ha informado que a priori no parece haber delito, aunque se investigará si alguien lo denuncia. En el segundo, sí hay denuncia y se temen los denunciantes que sea un aspecto más del conflicto de Caja Madrid, una guerra sucia que acabará pringando a todos los sectores políticos implicados.

19 enero 2009

Hampa plateada

Santiago González

A la vista de lo que está cayendo, Madrid ha dejado de ser el ‘poblachón manchego’, que definió certeramente Azorín con el fin de que Umbral hiciese célebre la cita. Está más cerca de ser el ‘rompeolas de todas las Españas’ machadiano, cocedero de bajas pasiones y sueños mediopensionistas. No llega a ser en ningún caso la ‘capital de la gloria’ a la que cantó Rafael Alberti, pero hay algo de sofisticación cosmopolita que la eleva sobre sus orígenes sin acabar de desmentirlos del todo.

Una ciudad se mide en el nivel de su delincuencia y hasta hace bien poco Madrid era una ciudad que quedaba mejor como decorado de crímenes rurales que como un espacio para el desarrollo de la novela negra. Más propia para Plinio que para Toni Romano, un Tomelloso con más gente.

De un tiempo a esta parte, sin embargo, se han sucedido los casos de mafias policiales, sicarios y ajustes de cuentas a las puertas de las discotecas, parada y fonda de narcotraficantes, denuncias de policías paralelas y también espionaje político y escándalos de manejos políticos en las altas finanzas. Bueno, no muy altas. A vivel de caja de ahorros, ya hemos dicho que no desmiente totalmente sus orígenes.

Apenas habían pasado 24 horas de la denuncia periodística sobre la existencia de un presunto CNI doméstico organizado en los últimos meses por un expolicía para el consejero de Interior de la Comunidad, cuando salta la noticia de que el propio vicepresidente del Gobierno autonómico, Ignacio González, ha sido objeto de seguimiento durante sus viajes públicos y privados al extranjero. Sería un fantástico argumento para una novela de intriga que unos policías a las órdenes del consejero Granados investiguen al vicepresidente de su propio Gobierno para descubrir o atribuirle conductas delictivas.

Lástima que no sea cierto. Ni siquiera verosímil. Los Gobiernos de la España plural, en cualquiera de sus tres niveles (municipal, autonómico o nacional) no son tan sofisticados y sus miembros se cuidan muy mucho de pisarse la manguera unos a otros. No había precedentes. En segundo lugar, la presidenta de la Comunidad y el consejero Granados han reaccionado de manera bien distinta en ambos casos. Respecto a la supuesta red de espionaje organizada presuntamente por este último, una síntesis del CNI y ‘Los hombres de Paco (Granados)’, se han limitado a cuestionar la credibilidad y los motivos del periódico que publicó la información. En el caso del espionaje a su vicepresidente, Esperanza Aguirre ha ordenando a los servicios jurídicos de su Gobierno que pongan una denuncia en el juzgado de guardia para que se investiguen los seguimientos, espionajes y grabaciones que con cámara oculta se han hecho contra Ignacio González.

De hecho, el fiscal superior de Madrid, Manuel Moix, ha informado que a priori no parece haber delito en ningún caso, aunque se investigará si alguien lo denuncia. En el segundo, sí hay denuncia y se temen los denunciantes que sea un aspecto más del conflicto de Caja Madrid, una guerra sucia que acabará pringando a todos los sectores políticos implicados.



17 enero 2009

¿Más independencia judicial?

Santiago González

La resolución del TSJPV que sobresee el caso Ibarretxe es una pieza muy notable, ya que, aparte del auto cuyo ponente ha sido el magistrado Subinas, ha registrado dos votos particulares de los otros dos jueces. Nadie podrá decir a partir de ahora que los jueces no son independientes, aunque tengo para mí que del principio democrático ‘un hombre, un voto’, no no se infiere forzosamente que tres magistrados, tres votos: uno ponente, un voto particular convergente y otro divergente. El auto propiamente dicho no cita ninguno de los dos precedentes del Tribunal Supremo que venían invocándose ante este asunto: el caso Botín y el caso Atutxa, ambos referidos al procedimiento. La aplicación del primero negaría la posibilidad de iniciar el juicio oral sin la presencia en la causa del Ministerio Fiscal. La doctrina Atuxta, si así puede llamarse, afirmaría dicha posibilidad.

Pues bien, el ponente no cita ninguna de las dos y se afirma en que la Ley de Enjuiciamiento Criminal no permite el juicio oral con el único impulso de la acusación popular. Esto no quiere decir esa causa no pueda instruirse, ojo, sólo que no puede llegar a juicio, por lo que el auto respalda todo el trabajo previo de instrucción, que es lo que venían descalificando Ibarretxe, su Gobierno y su partido. También avala la actuación de la acusación popular, denegando a la defensa de López y Ares su petición de que fuese corregida por “temeridad o mala fe”.
El voto del presidente del Tribunal calificó de estrambótico el precedente Botín y se mostró partidario de que la acusación popular pueda abrir juicio oral en este caso. Mención aparte merece el vistoso voto particular concurrente del magistrado Juan Carlos Benito-Butrón, que se extiende en consideraciones más bien extemporáneas sobre la función judicial que él mismo califica de ‘perorata’, anuncia que se va a pronunciar “de una manera no ortodoxa, poco técnica, o si se quiere hasta inconveniente” para defender el precedente Botín, cumpliendo rigurosamente tal propósito, y se congratula “hasta el entusiasmo deleitante con el comportamiento de las contrapartes”, advierte de la improcedencia de “estrategias de presión o exaltaciones”, aunque el destinatario más explícito de su censura no es el partido que presiona y exalta, sino “la recua de opinadores y tertulianos (que no son formadores de opinión, salvo excepciones) [que] tan sólo serán protagonistas en el universo ajeno al proceso, no sin lamentar que las sucesivas recusaciones hayan llevado a jueces de lo Digestivo (Social) a juzgar asuntos del Corazón (lo Penal), por seguir con su símil.

Sobreseído el juicio, la vida continúa: el partido-guía, que después de haber recusado jueces hasta encontrar un tribunal a su medida, no puede hacer su campaña victimista, la hará de agit-prop contra el TSJPV; la independencia y la pluralidad de opiniones del Tribunal sobre dos precedentes contradictorios, van a obligar al TS a pronunciarse (y sentar jurisprudencia) sobre un asunto, la acusación popular, que parece incómodo para la Justicia. El caso Ibarretxe volverá, ya lo verán.

16 enero 2009

Érase una vez

Santiago González

La generación de socialistas que hoy gobierna nació en el bajofranquismo y fue acunada por unos padres de izquierdas que les cantaron unos versos de José Agustín Goytisolo con música de Paco Ibáñez: “Érase una vez un lobito bueno/ al que maltrataban todos los corderos./ Y había también/ un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado./ Todas estas cosas había una vez,/ cuando yo soñaba un mundo al revés.” No hay, pues, razón para extrañarse de que el PSOE vaya a llamar a los jueces para que se expliquen ante el Ejecutivo/Legislativo, un solo poder con dos funciones.

En la democracia española es el Gobierno el que controla a la oposición y al Parlamento. No se recuerda una ocasión en que el grupo mayoritario haya votado contra el Ejecutivo, como es normal en otras partes (En EEUU con el plan de rescate de Bush y en GB contra Blair en la guerra de Irak). Es lógico que ahora traten de dar un paso más para controlar al Poder Judicial en línea con los esfuerzos de Ibarretxe, un precursor que reclama derecho de veto.

Total, que el grupo socialista ‘Amigos de Montesquieu’ ha convocado urgentemente al presidente del Consejo General del Poder Judicial, a los presidentes de las asociaciones de jueces y al presidente de Iberia, por si nieva. En cambio, parece que la comparecencia de Zapatero para hablar de sus ideas sobre el paro no corre prisa y puede retrasarse casi un mes, aunque cada día que pasa aumente en 5.000 el número de parados.

¿Quiere esto decir que el presidente es reacio a dar explicaciones? En modo alguno. Lo que pasa es que él y su equipo prefieren dar cuentas al pueblo, en ‘Tengo una pregunta para usted’, o sea, cuánto cuesta un café o un billete de metro. O tal vez haya que pensar en una comunicación más abierta y fluida, en plan ‘Aló, presidente’, todo se andará. Eso es democracia directa y no dar cuentas a unos tíos que ya se sabe cómo van a votar y son tan aficionados a hacer pellas.

¿Qué hace la oposición? No la mienten en vano, que bastante tiene con lo suyo. ¿Y qué es lo suyo? Dar cuentas al Ejecutivo de su comportamiento. Ahora, por ejemplo, deberían explicar minuciosamente el ‘caso Nebrera’, una tertuliana de la SER con carné del PP que hizo un comentario burlón sobre el deje de la ministra de Fomento, en lugar de protestar y/o burlarse de sus conceptos, sus palabras, su incompetencia y su estilo. Cómo va la instrucción del expediente, si van a expulsarla; qué piensan hacer, en fin, para acabar con estos comportamientos y estos brotes de crispación.

Esto ocurre un mes y medio después de que el alcalde socialista de Getafe y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias llamase en público “tontos de los cojones” a los votantes del PP. Zapatero le manifestó su implícito respaldo en un acto que compartieron días más tarde. En el PSOE no hay ningún Arenas cabreado y a nadie se le ocurrió instruir un expediente al coloquial alcalde. Claro que en la asamblea de lobos buenos, brujas guapas y piratas escrupulosos con el dinero público, no es lo mismo que se te caliente la boca al frente de una institución que en una tertulia de la radio.

14 enero 2009

Todo va bien

Santiago González

Este es un país muy extraño en el que manifiestan los obispos, los jueces se declaran en huelga y los autobuses urbanos hacen campaña a favor de la existencia de Dios o en contra de la misma. Tenía razón el presidente del Gobierno en su entrevista de Onda Cero, al explicar que no es partidario de la huelga de los jueces. Servidores muy cualificados de uno de los tres poderes del estado no deberían plantarse en huelga, ni siquiera con el atenuante de que el ministro sea Bermejo, o que la vicepresidenta haya opinado públicamente sobre la condena que, en su opinión, debería imponerse al juez Tirado.

Las entrevistas del presidente, en general, no son aptas para diabéticos, pero cuando estamos en campaña, como ahora, habría que mantener a los pacientes conectados a una bomba de insulina. “Quiero a mi alrededor gente optimista”, dijo en línea con una de sus grandes certezas sobre el modo en que opera el mercado de trabajo: que el pesimismo no es capaz de crear un solo empleo. Éste es un hecho bastante incuestionable, aunque sería un ejercicio de funambulismo epistemológico deducir de ahí que el optimismo sí los crea.

Su optimismo institucional es a prueba de estadísticas y catástrofes. Cree que Magdalena Álvarez es una ministra competente y que tenemos una economía sólida. Hemos superado en renta per cápita a Italia y estamos a tres puntos de Francia. A partir de marzo va a empezar a crearse empleo, aunque no dice que en una cantidad muy inferior a la del empleo que se destruye, por lo que el paro seguirá aumentando después de que los ayuntamientos hayan invertido los 8.000 millones de euros, durante el segundo semestre.

Tenemos la tasa de paro más alta de Europa, el déficit exterior mayor del mundo, una de las productividades más bajas de la UE y un sistema educativo que nos permite alternar en el furgón de cola de las naciones desarrolladas, defectos estructurales para los que no tenemos recetas. Teníamos un superávit que hemos fundido en regalos electorales de dudoso efecto práctico sobre la economía. Podemos tener dificultades para colocar la deuda a un tipo razonable. Después de marzo llegará junio, mes de exámenes e impuestos y es bastante probable que la recaudación sufra una merma espectacular. El índice de producción industrial y la fabricación de coches se han desplomado en noviembre y el presidente se comprometió con las familias catalanas que le saludaron hace unos días en Sanlúcar de Barrameda: “Oye, Zapatero, queremos una buena financiación”. “Una buena financiación terminará con el auge del independentismo”, remachó la entrevistadora. Mientras esto se comprueba, parece que se notarán antes otros efectos. Por ejemplo, que las políticas sociales en las comunidades más pobres van a depender de la parte menguante del Estado en la recaudación de impuestos o del déficit.

A la hora de terminar esta columna nevaba en varias comunidades. Si vuelve a cuajar y volvemos al marasmo, alguien tendría que pagarlo: que dimita el presidente de Iberia, o se destituye al jefe de gabinete de la ministra o a su jefe de Prensa o, mejor aún, que pague el pato Rajoy que ha perdido ya dos elecciones y es un pesimista nato.

12 enero 2009

Esto no funciona

Santiago González

En las elecciones de 1982, preguntaron a Felipe González por el significado del eslogan que consiguió aglutinar aquella mayoría tan holgada: “Por el cambio”. González respondió: “El cambio es que España funcione”.

Veintiséis años y algunos cambios después, aún no se ha conseguido. Nos bastan veinte centímetros de nieve para que la capital se colapse y se cierre el aeropuerto de Barajas. En febrero de 2004, aún gobernaba el PP, la nieve cerró las autopistas. La oposición no tenía como función la de arrimar el hombro y Rubalcaba dijo que “nunca están cuando hacen falta” (los ministros) advirtiendo al de Fomento que "no eche la culpa a los automovilistas por haber tenido la osadía de salir de casa". Diez meses después, ya gobernando el PSOE, volvió a pasar. La directora general de Protección Civil culpó a los automovilistas: [salir de casa] «fue una grave irresponsabilidad, dada la gravedad de la situación».

A la misma hora en que el Canal 24 horas ofrecía ayer en directo la rueda de prensa de Barajas, otra cadena de TVE, La Uno, emitía desde el mismo lugar las imágenes del caos que ha atrapado allí a 45.000 personas durante tres días. Alguna de las cifras de la ministra da idea del desastre. Por ejemplo, que se habían servido 16.500 comidas, una cantidad asombrosa para un restaurante de cocina de autor, pero en relación con el gentío de Barajas quiere decir que una de cada tres personas tuvo acceso a una comida en tres días. Muchos aeropuertos de Europa y EEUU se han cerrado, dijo la ministra, aunque no explicó si también hubo caos en ellos. Si es por el hielo, habrá qué ver lo que pasa en Reikiavik.

La ministra repartió responsabilidades y culpas: a Iberia, al invierno (que empieza en octubre, según ella) a Rajoy, por haber pedido su dimisión, cuando es él quien “tendría que haber dimitido por sus fracasos electorales”, a Montserrat Negrera (sic) por haber dicho que tiene acento de chiste. Aquí me parece que hemos tocado el meollo del asunto: contra la clamorosa incompetencia de la ministra, una tertuliana del PP busca la culpabilidad en el acento. Asombroso.

Un mes después del hundimiento del túnel del AVE, Magdalena ha conseguido un nuevo éxito, que Barajas se parezca asombrosamente a El Prat. Pero no está dispuesta a dejarlo, porque su cargo está en manos del presidente.

Tiene razón, pero a veces, la dignidad de los altos cargos les lleva a tomar decisiones para liberar de la suya al presidente. Es un raro procedimiento llamado ‘dimisión irrevocable’. El responsable de Fomento es ya Zapatero. ¿Es la soberbia lo que le lleva a sostenella y no destituílla? Quizá se trate sólo de que él tiene una idea banal de las tareas de gobierno. En 2005 contó a Millás en una entrevista que él tenía desmitificado el poder: “Todas las noches le digo a mi mujer: ‘no sabes, Sonsoles, la cantidad de cientos de miles de españoles que podrían gobernar’”.

Debe admitirse que sus nombramientos son coherentes con esta impresión, pero alguien debería convencerle de que, aún con un banquillo tan grande, no es forzoso elegir al equipo por sorteo. Estaría bien que se esforzase en buscar a los mejores.

10 enero 2009

Lo que se juzga en Bilbao

Santiago González

Llevamos meses, qué digo meses, años, oyendo la cantinela de que estamos ante un juicio político, el que se sigue en Bilbao contra cinco miembros de Batasuna por un delito de desobediencia, y contra el lehendakari y los socialistas Patxi López y Rodolfo Ares, por prestar a los anteriores la colaboración necesaria para la comisión de dicho delito al reunirse con ellos.

Y ahora, cuando llega el juicio, quienes habían denunciado sin desmayo su carácter político desprecian la posibilidad de mantener una defensa jurídica de sus intereses para defender sus posiciones políticas. Quienes han lamentado una y otra vez la ‘judicialización de la política’ quieren que el tribunal se moje y sentencie que “la política puede aportar mucho para la paz y la normalización de este país”, por decirlo con palabras de Balza, convertido el jueves en un espontáneo abogado de la defensa.

Se recordará que a los encausados no se les imputa una estrategia inadecuada “para la paz y la normalización”, sino un delito de desobediencia a una orden del Tribunal Supremo, que en su sentencia del 27 de marzo de 2003, dice: “Los expresados partidos políticos, (Batasuna, EH y HB) cuya ilegalidad se declara, deberán cesar de inmediato en todas las actividades que realicen una vez que sea notificada la presente sentencia”.

El 11 de diciembre de 1998, tres meses después de la tregua que ETA había decretado en septiembre, tres enviados de Aznar, Zarzalejos, Martí Fluxá y Arriola, se reunieron en la localidad burgalesa de Ibeas de Juarros con Otegi, Barrena, Rafa Díez e Iruin.

¿Por qué se juzga al lehendakari y a los dos dirigentes socialistas por mantener reuniones con las mismas personas con las que se habían reunido años antes los representantes de Aznar? Porque esas personas no eran dirigentes de un partido ilegal en diciembre de 1998 ni habían recibido orden del Tribunal Supremo de “cesar de inmediato todas sus actividades”.

¿Es legítimo darle a un amigo cama, comida y 500 euros para que siga su viaje? Pues depende. Si es un prófugo de la Justicia, lo que podría haber sido una obra de misericordia se convierte en un delito de encubrimiento.

El entonces arcipreste de Irún, José Ramón Treviño, fue condenado por la Audiencia Nacional en julio de 1992 a tres años de prisión como autor de un delito de colaboración con banda armada, por haber alojado un año antes a dos miembros del comando ‘Mugarri’ de ETA, Ignacio Rekarte y Luis Angel Galarza. El Tribunal Supremo elevó la pena a seis años. No es adecuado llamar ‘caridad cristiana’ a la colaboración con ETA.

También resulta muy notable que entre las defensas de Otegi y el lehendakari hayan llamado a tantos vocacionales de la mediación como testigos, sin que tengan con los hechos, las conversaciones, otra relación que la de ser acérrimos partidarios. Algunos de ellos han sido distinguidos en el pasado con premios de la Fundación Sabino Arana, como Francesco Cossiga, premio ‘Amigo de los Vascos 2000’ y el sacerdote redentorista Alec Reid, premio ‘Espejo del Mundo 2003’, el sudafricano Roelf Meyer, premio René Cassin de Derechos Humanos del Gobierno Vasco; Matthew Phosa, del Congreso Nacional Africano; Harry Barnes, de la Fundación Carter y Mateo Zuppi, sacerdote de la Comunidad de San Egidio y, en tanto que tal, perito en creer lo que no vimos.

Es una lástima que entre tanto mediador no se hayan acordado de llamar a los únicos profesionales que saben algo relacionado con el llamado ‘proceso de paz’: los responsables de la fundación suiza Henri Dunant, custodios de las actas de las reuniones entre los representantes del Gobierno y ETA, por más que la negociación con ETA no es lo que se está juzgando en Bilbao.

Patxi López y Ares tampoco están exactamente en el mismo caso que Ibarretxe. No es que lo suyo sea uno de los misterios gozosos del Rosario. Se trató más bien de un error político dentro de un proceso que fue todo él un error en sí mismo, como lo prueban los resultados y la rectificación de facto de su primer impulsor, ya que no su reconocimiento público. Pero el 6 de julio de 2006, López y Ares se reunieron con tres dirigentes de la izquierda abertzale, esa nebulosa en la que se difumina la responsabilidad penal, mientras el lehendakari convocó a sus rondas de reuniones con los partidos parlamentarios a una organización ilegalizada, Batasuna, sobre la que pesaba una prohibición del TS para actuar.

“¿Por qué me multan, si todo el mundo lo hace?”, se quejaba el bañista acusado de orinar en la piscina. “Porque sólo usted lo ha hecho desde lo alto del trampolín”.

09 enero 2009

Una vaga querencia

Santiago González

Jacques Vergès, defensor de terroristas como ‘Carlos’ y criminales nazis como Klaus Barbie, escribió en sus tiempos izquierdistas un interesante librito, ‘Estrategia judicial en los procesos políticos’. Distinguía en él la ‘estrategia de connivencia’, consistente en la aceptación de las reglas del juego por el procesado, de la ‘estrategia de ruptura’, en la que éste aprovecha la ocasión para erigirse en acusador de un sistema injusto. Es ejemplo de este último la defensa que Fidel Castro hizo de sí mismo al ser juzgado por el asalto al Cuartel Moncada. Un proceso de ruptura más cercano a nosotros fue el de Burgos de 1970.

Se hacían cábalas hasta ayer sobre la posibilidad de que Batasuna convirtiese el juicio en un proceso contra el sistema. No hubo tal. La abogada de Arnaldo Otegi hizo una defensa técnica y jurídica de sus posiciones y pidió la suspensión del juicio, al igual que hicieron la defensa de Patxi López y Rodolfo Ares y la fiscal jefe del TSJPV. Sorprendentemente, fue Mikel Casas, el letrado del Gobierno Vasco que defiende a Ibarretxe quien adoptó la línea de defensa más próxima a la ruptura. Después de lamentar las seis ocasiones perdidas por el tribunal para cerrar la causa, en el broche de su intervención transformó su alegación previa en un alegato político a favor del diálogo como procedimiento para resolver conflictos y exigió la continuación del juicio, para luchar por la absolución.

Es el mundo al revés. El 3 de diciembre de 2003 se cumplían 33 años del comienzo del Proceso de Burgos. Aquel día, en el mismo palacio de Justicia de Bilbao estaba llamado a declarar Juan Mª Atutxa. Un grupo de compañeros de partido, dirigidos por Xabier Arzalluz, lo recibió al pie del coche oficial entonando el ‘Eusko Gudariak’ (Soldados vascos) himno con el que Mario Onaindía había roto la vista del consejo de guerra hacía 33 años.

Es una vaga querencia sin fundamento. El magistrado Díaz de Rábago, que preside esta causa, no se parece al coronel Ordovás, presidente del Sumarísimo 31/69, ni la fiscal Montes recuerda a su vocal ponente, el capitán Troncoso, ni el PNV fue un gran agitador en diciembre de 1970, ni a aquellos procesados se les habilitó un ‘living’ en las dependencias del Gobierno Militar de Burgos, como los que se prepararon para los procesados en los sótanos del palacio de Justicia de Bilbao, con sofá, teléfono, televisión y cafetera.

No hay razón para que el lehendakari se sienta humillado, como ha dicho su partido, ni es cierto, como dijo ayer su defensa que no haya hecho “nada distinto a otros gobiernos democráticos”.

Esta negativa no es precisamente un modelo de rigor. Ningún otro gobernante ha convocado una organización ilegal a sus rondas de consultas con los representantes legítimos de los ciudadanos antes de formar gobierno. Por otra parte, en democracia, el método para resolver conflictos no es tanto el diálogo como la aplicación de la Ley. Es la Ley quien establece las reglas, los interlocutores y los asuntos del diálogo democrático.

Claro que en estas cosas siempre hay algo de subjetivismo. Un personaje de Elvira Lindo y amigo de Manolito Gafotas, Yihad, describía en un ejercicio de redacción la causa de que su hermano mayor llevase dos años en Carabanchel: “Hace dos veranos fue cuando mi hermano le dijo a una vieja: “señora, ¿me da el bolso, por favor?” y la vieja montó un pollo como si la estuvieran matando. Le dio con el bolso en la cara que por poco le salta una ceja y luego va la vieja y se tira al suelo haciéndose la víctima. Y la vieja se rompió un brazo, pero mi hermano es inocente.”

07 enero 2009

España yuxtapuesta

Santiago González

Tras haber hablado el lunes con los presidentes de las dos Castillas, Aragón y Murcia, Zapatero va a recibir hoy, de uno en uno y sucesivamente, a los de La Rioja, Cantabria,-que llegará en taxi y con anchoas,- y las dos comunidades insulares.

Es bastante notable el acuerdo que los lendakaris van expresando con el plan presidencial, si es que lo hubiera. Es normal. Son los encargados naturales de convertir las opiniones de sus mandantes en hechos de Gobierno. Incluso cuando son tan pintorescas como las manifestadas estos días en las encuestas. Los votantes del PSOE y el PP, que son casi el 90% de la población española, coinciden en que quieren pagar menos impuestos y desean más gasto en obra pública.

Es lo que tienen las encuestas, que en vez de preguntar a la gente por sus experiencias, aquello de lo que puede dar fe, le preguntan por sus opiniones, aquello de lo que no sabe. Lo paradójico es que la casilla idónea para la mayoría, ns/nc, tiene cada vez menos visitantes, porque vivimos en estado de opinión. Y si estábamos acostumbrados a creer lo que no vimos por el padre Ripalda en su catecismo y por el presidente Zapatero en su proceso de paz, ¿por qué no vamos a dar doctrina sobre lo que no sabemos?

Y se pregunta al personal por la eficacia de las medidas contra la crisis, un suponer. Y el 70% dice que le parece eficaz el aplazamiento del pago de las hipotecas para los parados, tomando por antibiótico efectivo lo que no es más que medida paliativa. Tampoco cabe extrañarse de un hecho portentoso: entre el 60 y el 70% de los españoles confiesa no haber restringido gastos en viajes, ni en cenas, copas, cine, cambio de coche, compras de electrodomésticos o de pisos. Sin embargo, el 63,2% de los ciudadanos cree que la economía irá peor en 2009 que en 2008. Bien se ve que una cosa es predicar y otra ahorrar trigo.

Hablaba Billy Wilder de la vieja costumbre de los estudios de Hollywood de preestrenar las películas entre un público seleccionado al azar, de cuyas reacciones y opiniones salían los últimos ajustes y el montaje definitivo del filme antes de su estreno. No entendía el viejo maestro que quinientas personas que eran perfectas mediocridades tomadas de una en una, se transformasen en un genio colectivo cuando estaban juntas, capaz de imponerle cambios definitivos en su propia obra. La cosa en nuestras encuestas nunca llega tan lejos, porque al final Zapatero hace siempre lo que quiere, hace creer a todos que es lo que le han pedido ellos y a la mayoría le parece bien.

Uno ha pensado durante mucho tiempo que la nueva financiación era un imposible lógico, que la relación bilateral con Cataluña era un contradiós, no ya para un estado unitario y autonómico, como el nuestro, si es que la Constitución mantiene aún vigencia, sino para un estado federal en sentido estricto, y que la redistribución no podía hacerse sin quitar a unos lo que se da a otros.

Era un error. Todo consiste en definir la multilateralidad como una suma de bilateralidades, y en crear los fondos adecuados de finaciación: a los de renta más alta porque pagan más y a los que pagan menos, por ser más pobres. Así vamos añadiendo fondos, el último, comprometido el lunes, para aumentar la población y tal vez hoy para el genotipo de la nueva masculinidad que anda buscando Bibi Aído. De Montilla, Camps y Aguirre para abajo, todos somos autonómicos y preferimos mirar lo que nos van a dar en condición de tales que lo que nos toca pagar como españoles. España es sólo una abstracción de pago, una yuxtaposición de asimetrías. Todo el mundo va a quedar contento, ya verán.


03 enero 2009

Dos por una

Santiago González

El lehendakari reunió ayer a su Gobierno para tomar la decisión que dio a conocer al mediodía: convocar elecciones para el próximo 1 de marzo. No le hacía falta; disolver el Parlamento y convocar elecciones es algo que, al revés que la convocatoria de referendos, sí está dentro de sus exclusivas competencias.

Quizá por eso, los miembros del Gobierno vasco se repartieron la tarea: una parte se quedó para disolver y la otra fue a concentrarse ante la sede de EiTB para protestar por el atentado. El populismo, signo de los tiempos, llevó a los gobernantes a secundar un llamamiento del sindicato ELA, en lo que la portavoz Azkarate considera “la mejor respuesta que se le puede dar a ETA tras el atentado”, como si manifestarse disfrazados de pueblo llano fuera más pertinente que investirse de gobernantes para detener a los terroristas y perseguir a sus cómplices.

Produce un efecto raro ver a un Gobierno tras el lema: “Porque somos trabajadores y abertzales. No estamos de acuerdo”, levísima forma de disentimiento que parece buscar la complicidad de LAB y el ilegalizado partido de las ‘nekanes’. “Killing me softly with his song,/ telling my whole life with his words” (Suavemente me mata con su canción, contando mi vida entera con sus palabras), cantaba Roberta Flack en los años setenta, sin saber que estaba describiendo la historia de este amor entre abertzales resuelto en maltrato doméstico.
El caso es que Ibarretxe ha convocado para el mismo día en que se van a celebrar las autonómicas gallegas. Dos elecciones por una es oferta razonable para una peña en tiempo de rebajas. Puede parecer sorprendente que sigamos la estela de lo que Arzalluz llamó ‘las autonomías de la envidia’, pero hay razones para ello. La primera es la coincidencia en el tiempo de la campaña con el juicio al lehendakari. Es verdad que también está procesado su principal contrincante, pero éste todavía está un poco verde en la práctica del victimismo.

La segunda es que los apoyos exteriores del PSE van a tener que repartirse entre apoyar a López (Álvarez) y apoyar a Pérez (Touriño). Esto puede llevar a cierto estrés al presidente Zapatero, además de obligarle a practicar un discurso esquizofrénico, elogiando la colaboración con el nacionalismo en Galicia y reclamando sustituirle en Euskadi. Este argumento no tiene mucho peso, la verdad. Los nacionalistas no se han dado cuenta de que no tienen nada que enseñar al presidente del Gobierno en el arte de sostener una cosa y su contraria al mismo tiempo.

La tercera es que el Gobierno vasco ha copiado la estrategia de Zapatero frente a la crisis: primero negarla, decir después que a nosotros no nos afecta, que nuestra economía es muy sólida, etc. Qué gran frase la de la vicelehendakari Zenarruzabeitia, al adornar hace veinte días sus dotes predictivas con su exquisita sintaxis: "La economía vasca ni está decreciendo ni mucho menos en recesión, ni lo va estar". El 1 de marzo votaremos sin conocer los datos económicos de febrero, mucho menos aún el terrorífico balance del primer trimestre; hasta el mitin del cierre de campaña se van a poder incorporar algunas fantasías al discurso. Como la de Ibarretxe en su comparecencia de ayer: “Nadie va a parar a este país. Ni ETA, ni los atentados, ni la crisis económica”. Se nota que no es partidario de ninguna de las dos (ni ETA, ni la crisis) pero eso no debería impedirle percibir la diferencia política y moral entre un Expediente de Regulación de Empleo y un coche-bomba. ¿No comprende, lehendakari, que la misma comparanza jode?

02 enero 2009

Una bomba en EITB

Santiago GonzálezJustificar a ambos lados

El objetivo del coche-bomba que sacudió Bilbao a las 11:04 del día de Nochevieja era EITB, la Radiotelevisión pública vasca, aunque el mismo edificio alberga varios medios de comunicación: ‘El Mundo’, el diario ‘Deia’, ‘Antena-3 TV’ y ‘Onda Cero’. También allí se encuentra la sede de la Hacienda Foral, que es, al igual que EITB, otro símbolo del autogobierno. Como la ‘Ertzaintza’.

El lehendakari reaccionó con una expresión de fastidio: “una y otra vez ETA tiene la costumbre de amargar las Navidades”, a la vez que pedía a la sociedad vasca “una respuesta contundente, pero serena. No podemos permitir que ETA nos amargue las navidades”.

El lehendakari debería considerar que los vascos han delegado en él la tarea de dar esa respuesta a los terroristas. Es aplicar la Ley, toda la Ley y nada más que la Ley. Por debajo de esta consideración elemental, llama la atención la banalidad sentimental de la expresión ‘amargar las Navidades’. No sé qué puede hacer para que no le amarguen, pero su negativa a cambiar el discurso de Nochevieja, para que ETA no le cambiara la agenda, no es realista. Él mismo tuvo que cambiarla para acudir a mediodía al escenario del atentado.

Los nacionalistas deberían revisar sus experiencias con ETA. Luis Alberto Aramberri, director de Comunicación de Petronor, era en 1983 director de la recién creada Televisión vasca (ETB). Aquel verano declaró a El País: “ETA sabe que ésta es su televisión” y lo argumentaba a partir del trato preferente que los miembros de la banda daban a sus demandas informativas, tanto en las cárceles como en el País vasco francés.

En 1978, el entonces diputado del PNV, Marcos Vizcaya, explicaba a los estudiantes de Económicas de la UPV, entre los que se encontraba Ibarretxe, que en cuanto se creara la Ertzaintza, a ETA le quedaban dos meses de vida. Hoy la Policía Autonómica es una de los objetivos prioritarios de la banda, aunque no se dé una relación de reciprocidad estricta. La última operación antiterrorista digna de tal nombre contra un comando etarra, el ‘Vizcaya’, se produjo hace varios años. Un total de 15 agentes de la Ertzaintza han sido asesinados por ETA.

Colaborar lealmente con las Haciendas vascas no exime a los empresarios de pagar la extorsión que los terroristas bautizaron como ‘impuesto revolucionario’, como tampoco les libra de ello su condición de nacionalistas. Hace ya 32 años y nueve meses que ETA secuestró y asesinó al gerente de Sigma, Ángel Berazadi, afiliado al PNV.

Los medios de comunicación no son “la esencia de la democracia”, como dijo Zapatero el miércoles, con esa tendencia tan suya a dejarse llevar por el sustantivo categórico. Hasta la fecha ha atribuido la condición de ‘esencia de la democracia’ a: la participación (11-1-2003), la igualdad (13-5-2003), la aceptabilidad de la derrota, © Felipe González, (22-7-2003) nuestros derechos y libertades irrenunciables (10-3-2005), la Constitución (16-7-2005) y la cintura (23-5-2006). Los medios independientes no son la esencia, pero su existencia es consustancial a la sociedad de libertades. Los nacionalistas no deberían equivocarse, como el sindicato ELA al convocar para hoy una concentración en el lugar de autos bajo un eslogan excluyente: 'Langileak eta abertzaleak garelako. Ez gaude ados'. (Porque somos trabajadores y abertzales. No estamos de acuerdo). Nos amargaron las navidades anteriores en las Casas del Pueblo y los Palacios de Justicia. Los terroristas no son ‘trabajadores y abertzales’, sino totalitarios y abertzales, y los miembros de ELA deberían estar en contra en tanto que ciudadanos y demócratas.