15 diciembre 2006

Las cañas se vuelven lanzas
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Texto de una esquela publicada hoy en El Mundo:
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72 ANIVERSARIO
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CARLOS GONZÁLEZ ÁLVAREZ, 19 AÑOS
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SOCIALISTA Y MINERO DEL CONCEJO DE MIERES
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MUERTO ENTRE EL 14 Y EL 16 DE OCTUBRE DE 1934, JUNTO CON NUMEROSAS COMPAÑEROS TAMBIÉN SOCIALISTAS Y MINEROS, EN LOS ENFRENTAMIENTOS CON UNA COLUMNA MILITAR ENVIADA DESDE LEÓN POR EL GENERAL FRANCO, Y AL MANDO DEL CAPITÁN RODRÍGUEZ LOZANO Y OTROS OFICIALES.
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Sus familiares ruegan una oración por su alma y por la de los casi 1.200 caídos y asesinados en este enfrentamiento fratricida -mineros, militares, civiles y religiosos-víctimas del odio irracional y del clima de guerra civil creados consciente y deliberadamente por los líderes socialistas FRANCISCO LARGO CABALLERO e INDALECIO PRIETO, que ordenaron la insurrección armada contra uin gobierno legítimo de la República.
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Y una oración también por nosotros, por nuestros hijos y nuestros nietos, para que no vuelvan a caer víctimas de un nuevo clima guerracivilista y de enfrentamiento entre españoles.
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En los enfrentamientos citados, el 14 de octubre, y cerca del poblado de Rouzón, el capitán Rodríguez Lozano, al frente de un grupo de reconocimiento, fue emboscado e intensamente tiroteado por los mineros socialistas en armas, y estuvo a punto de perder su vida cumpliendo con su deber. Si esto hubiera sucedido, la percepción de la realidad histórica por parte de su nieto, el Presidente del Gobierno D. JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO habría sido radicalmente distinta y la situación política de Edspaña también lo sería.
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NO PREGUNTES POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS.
¡ESTÁN DOBLANDO POR TÍ...!
John Donne citado pore E. Hemingway
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Como definición de nuestra trágica y sangrienta guerra civil, que algunos miserables, irresponsable y sectariamente, pretenden desenterrar y reinventar, olvidando y ultrajando a los muertos y a los más de 60.000 asesinados de "media España, de ellos 7.000 religiosos, en una de las más cruentas persecuciones de la Historia del cristianismo.
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posted by Santiago González @ 10:35 AM 11 comments

13 diciembre 2006

El proceso no discurre

Santiago González

El pasado 16 de octubre el Gobierno esperaba una declaración de ETA anunciando que el alto el fuego era irreversible y transmitió su esperanza a los medios de comunicación. Estos, insobornables fedatarios de la realidad, levantaron acta del optimismo gubernamental.
No había razones evidentes para ello. Tres semanas antes, la organización terrorista había protagonizado un mitin organizado en una campa del monte Aritxulegi, en la que congregaron a tres mil simpatizantes que fueron conducidos al lugar de autos con estrictas medidas de seguridad.
Allí, dos encapuchados ofrecían a los asistentes un experimento con gaseosa, haciendo siete disparos al aire con fusiles de asalto, mientras un colega suyo leía a la asistencia un comunicado en el que ETA explicaba sus intenciones con este nivel de explicitud:

"Reafirmamos el compromiso de seguir firmemente en la lucha con las armas en la mano hasta lograr la independencia y el socialismo de Euskal Herria. Estamos preparados para dar por ello nuestra sangre. ¡Lo conseguiremos!"

El pasado martes, entrevistado en Ondacero, el portavoz socialista en el Congreso de los Diputados Diego López Garrido, dijo en un momento dado "el llamado proceso de paz". Momento sublime de distanciamiento brechtiano. Llamado ¿por quién? Así lo han llamado desde hace un año el presidente del Gobierno y los ministros y ministras, los parlamentarios que tienen como portavoz a López Garrido, los dirigentes y los afiliados de su partido y de los partidos que mantienen sociedad con ellos, la prensa amiga y una buena parte de la opinión pública.
El "proceso de paz" es un sintagma nacido para la guerra y el amor: vale para ganar la guerra a la oposición y el amor de la opinión pública. El Gobierno y la prensa amiga han usado la expresión hasta la saciedad, qué digo saciedad, hasta el empalago. El 5 de junio, Ignacio Sánchez Cuenca publicaba en El País un artículo titulado "El proceso de paz y sus enemigos". Es un título que exime de la lectura del artículo, porque ya está todo en él: los enemigos son quienes no se muestran partidarios, curiosa distinción que permite considerar a ETA y Batasuna compañía más deseable que el partido de la oposición, puesto que participan en el proceso.
Proceso de paz es una locución sin costes, un bien en sí mismo. No es lo mismo que decir "proceso de negociaciones con los terroristas", pongamos por caso. En una negociación hay drama y en el mejor de los casos, coste: hay que dejar pelos en la gatera, estar dispuesto a dejar parte de lo propio en la mesa de negociación. Pero es que, además, todo puede terminar mal. En los últimos días se ha formulado alguna de las hipótesis que la ilusión institucional había considerado imposibles desde que arrancó el proceso: que ETA puede volver a matar.
Recordemos que el comienzo de toda esta historia fue una carta remitida por ETA al presidente del Gobierno en el verano de 2004. La carta es un misterio que el presidente del Gobierno no ha desvelado a nadie, pero él entendió de su lectura que la organización terrorista estaba dispuesta a dejar las armas sin exigir un precio político a cambio.
Era comprensible el mosqueo de los terroristas con la filtración hecha por Aralar de la carta que 'Pakito' y otros cinco dirigentes presos habían dirigido a la dirección de la organización, en la que criticaban la "lucha armada" y proponían dejarlo. Su filtración ponía en evidencia los planes de la banda. Pero si la carta que ETA envió a Rodríguez Zapatero estaba escrita en los términos en que éste la describió, la animadversión etarra no podía orientarse contra quienes compartían su estrategia de negociar el abandono, como para expulsarles de la organización varios meses después. Podría argumentarse que la expulsión se produce porque dieron copia de su carta a Aralar, pero es bastante probable que si Mujica Garmendia y los demás están de acuerdo con la organización es no es una carta de ruptura sino unacontribución al debate. No habría tenido ningún sentido filtrarla.
La otra carta, la que nadie ha visto, es el único elemento que soporta el proceso, siempre sobre la base de la fe y la confianza en el líder. El PSOE presenta una resolución en el Congreso que autoriza al Gobierno a negociar con ETA el fin de la violencia sin pago de precio político y siempre que garantice su voluntad de acabar definitivamente con sus actividades terroristas. Resumido el espíritu de la resolución del 17 de mayo de 2005 con una de esas frases tan del gusto del presidente, sería: "primero, la paz; luego, la política".
No hay un cálculo muy racional en este eslogan. Si ETA abandona las armas a cambio de algunos beneficios penitenciarios para sus activistas presos, ¿qué otra cosa habría de negociarse después en una mesa de partidos con su brazo político? Las mesas de negociación son indeseables por las razones que se han expuesto in extenso en el documento de la Fundación para la Libertad que han elaborado los profesores Corcuera, Blanco y Martínez Gorriarán, pero es que, además, sólo tienen un sentido lógico si la mesa "política" precede a la "desmilitarizadora" . Los terroristas y sus aliados se temen razonablemente que, si acuerdan primero la paz, luego no tendrán elementos de presión para negociar en la mesa de partidos. Dicho de otra manera: para ellos, el orden tiene que ser el siguiente: primero la política y después la paz, precisamente para que el terrorismo pueda condicionar la negociación.
No sólo para ellos, también para algunos aliados del Gobierno que, una vez sentados a la mesa de partidos, defenderían los mismos objetivos que los representantes de los terroristas. Esta es la razón de que el Ejecutivo haya intentado reunirse con ETA este verano y de que su llamada no haya obtenido respuesta por parte de la banda, tal como señaló el portavoz del PSE en el Parlamento vasco.
Si a eso le añadimos la dificultad básica para el proceso de no tener a su favor al partido de la oposición, se explicará su propensión al colapso, que López Garrido se haya distanciado conceptualmente, el cambio implícito en el mensaje del video contra "la otra negociación": el PP sí que era blando frente a ETA y el nuevo aire de firmeza presente en las últimas declaraciones del ministro del Interior: "el Gobierno no acerca presos etarras al País Vasco porque no cree que ETA haya demostrado su voluntad inequívoca de abandonar la violencia."
Fue el propio Rubalcaba el que en tres ocasiones, tres, presentó al presidente del Gobierno otros tantos informes de verificación en lo que se afirmaba justamente lo contrario, que ETA tenía la inequívoca voluntad de abandonar las armas, ¿recuerdan?, que la actividad de ETA se había ralentizado en Francia, ¿recuerdan?
Ayer, en la sesión de control al Gobierno, el presidente anunció su intención de seguir dando pasos, pero "pasos firmes, no pasos falsos". Debemos estar preparados para un cambio si las malas expectativas se confirman. Tenemos un gran modelo en Fernando VII: "Vayamos todos, y yo el primero, por la senda constitucional".

06 diciembre 2006

Cuarto de banderas


...en enero de 1985, el debutante lehendakari Ardanza colocaba la bandera española, junto a la ikurriña, en el palacio de Ajuria Enea. Seguramente no lo recuerda el propio Ardanza. Probablemente tampoco lo recuerda Xabier Arzalluz. Sin embargo, en 1985, Arzalluz se manifestaba en términos tan pragmáticos como los que siguen:

“Ahora se critica a Ardanza porque en su calidad de ‘representante ordinario del Estado’, fórmula vigente en el Estatuto del 36 y repetida y refrendada por nosotros en el vigente Estatuto, iza en su sede oficial la bandera de ese Estado al que representa. Y se ignora que Aguirre tenía izada la bandera española en el Carlton[1] y la llevaba en su coche junto a la ikurriña. Y se hace cuestión de vida o muerte el que en Ajuria-Enea esté la bandera que ya estaba, pero izándola veinte veces en vez de diez. Y se olvida que nuestro anterior lehendakari tuvo que asistir al homenaje a la bandera española en Burgos, junto a las demás autoridades del Estado.


Y se rasgan las vestiduras porque el lehendakari Ardanza ‘promete’ respeto a la Constitución, cuando este partido ha procalamado hasta la saciedad que no aprueba (y sigue sin aprobar la Constitución, pero la acata y todos sus parlamentarios, públicamente y con TV delante, han prometido acatamiento a la Constitución.”
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[1] Hotel Carlton, de Bilbao, que fue la sede del primer Gobierno vasco en octubre de 1936.
[2] X. Arzalluz. Las verdades simples. “Entre el Estado…” o.c. Pág. 211.
('Palabra de vasco', Santiago González. Ed. Espasa, 2004)

03 diciembre 2006


RESUMEN DEL DOCUMENTO "NO A LA MESA DE PARTIDOS"

"La libertad consiste en hacer lo que las Leyes permiten, porque si se pudiera hacer lo que prohíben, todos tendrían ese derecho y ya no habría libertad". (Montesquieu, Del Espíritu de las Leyes)

1ETA reclama una mesa de partidos, lo viene haciendo desde hace 30 años, porque quiere obtener mediante la negociación los dos objetivos que no consiguió en décadas de asesinatos: la autodeterminación y la unidad territorial de Euskal Herria. La mesa de negociación no es una herramienta de paz sino el complemento perfecto de las acciones terroristas.
2La Mesa de Partidos reconoce a la organización terrorista la categoría de interlocutor, supera la ilegalización de su brazo político por el Tribunal Supremo, legitima su trayectoria y sus asesinatos en la misma medida en que deslegitima el sistema democrático y lo desborda y, finalmente, nos acerca al objetivo totalitario de los terroristas.
3Las mesas se negociación y diálogo sólo tienen razón de ser en procesos de transición, para cubrir provisionalmente el vacío de instituciones democráticas que aún no existen en la etapa preconstitucional. Constituirlas en un régimen democrático supone la suspensión de las instituciones democráticas.
4Todas las experiencias anteriores de mesas para la negociación con los terroristas han fracasado como medio para conseguir la paz y la causa del fracaso en todas ellas ha sido la falta de voluntad de la organización terrorista. La única rama de ETA que puso fin a la violencia, no exigió cambios en el marco jurídico-político, no reivindicó su trayectoria delictiva, no pidió la constitución de mesa negociadora alguna.
5Negociar fuera del Parlamento cuestiones que son de su competencia constituye una suplantación de las instituciones democráticas. Hacerlo mientras ETA aún existe supone, además, condicionar el fin del terrorismo al triunfo de sus tesis políticas.
6Una mesa de negociación es un instrumento inútil para acabar con el terrorismo. Las reivindicaciones de los terroristas que se acuerden en la mesa de partidos supondrán menos libertad para una parte de la sociedad vasca. Por otra parte, los nacionalistas, terroristas o no, nunca ponen coto a sus aspiraciones ni fecha de caducidad a sus proyectos. Sus compromisos, en cambio, nunca son definitivos.
7El "derecho a decidir" es una muestra del lenguaje creativo que permite aparentar acuerdos inexistentes. Los nacionalistas entienden por tal el derecho a la autodeterminación. Si un partido no nacionalista acuerda talderecho en una negociación con la reserva mental de que los ciudadanos ya ejercemos ese derecho desde la aprobación de la Constitución, demostrará que no conoce a sus interlocutores. El Estatuto de Autonomía aún vigente está lleno de formulaciones ambiguas que han sido después fuente inagotable de conflictos.
8Ningún país de nuestro entorno democrático admitiría debatir el cambio de su status jurídico-político en una instancia extraparlamentaria. Tarea semejante es de exclusiva competencia parlamentaria. El Parlamento es una institución representativa de la voluntad ciudadana, que está legitimada por los votos y ejerce sus labores conforme a la ley.
9Los miembros del Parlamento están sujetos a obligaciones: a representar a la ciudadanía conforme al mandato recibido de sus votantes mediante el compromiso electoral y el voto; a respetar el marco legal que forman la Constitución y el Estatuto de Autonomía y a seguir el procedimiento, las normas que ordenan la discusión en el parlamento. Los citados textos legales son reformables, pero dentro del mismo Parlamento, con sujeción al procedimiento que las citadas leyes prevén para su reforma y de acuerdo con las normas parlamentarias.Las mesas de partidos no están sujetas a procedimiento legal, ni a normas que ordenen el debate, ni sus integrantes tienen mandato ciudadano para definir nuevas reglas ni otros marcos jurídicos.
10Las decisiones que se adoptan en el Parlamento son precisas, estánclaramente definidas y se toman de manera transparente. La mesa de partidos, en cambio, no es un órgano electivo y por tanto no está legitimada por los ciudadanos, no tiene otras funciones que la que sus miembros quieran definir sin legitimación para ello y adopta sus decisiones sin necesidad de que sus acuerdos sean adoptados a la vista de la opinión pública.
11La mesa de partidos no es un instrumento democrático porque sus miembros pueden actuar al margen de cualquier previsión legal y no están constreñidos por las condiciones que impone el Parlamento, descritas en el punto anterior. Carece de reglas fijadas de antemano y los participantes pueden alterar las reglas del juego a su conveniencia.
12La mesa de partidos es una vieja fórmula que: No sólo es inútil para conseguir paz y normalidad política, sino un síntoma evidente de una sociedad que no ha alcanzado la normalidad en términos deconvivencia democrática. Es ineficaz, porque de ninguna manera puede sustituir al Parlamento en su tarea. Es un atajo aventurero y anticonstitucional, que legitima históricamente al terrorismo al tiempo que viola la Constitución. Es radicalmente contraria al espíritu de la democracia, porque pretende acometer cambios públicos mediante acuerdos privados entre sujetos no legitimados para ello.