30 septiembre 2009

Gota fría, gota gorda

Santiago González

Mientras buena parte de su comunidad seguía amenazada ayer por la gota fría, Francisco Camps empezaba a sudar la gota gorda en el Debate de Política General. No se notaba mucho porque las gentes delgadas sudan poco y porque los populares valencianos han decidido afrontar el asunto con ánimo fallero y una inexplicable alegría. El presidente Camps sonreía. El secretario general, Ricardo Costa y el vicepresidente Rambla también sonreían. Recíprocamente, incluso, a pesar de esa grabación en la que se oye decir al primero: “y que le digas que éste (por Rambla) es un hijo de puta”.

Todo es interpretable, como bien ha dicho Rajoy. Hace muchos años, Antonio Burgos escribió en ‘Triunfo’ un diccionario sevillano-español, en el que había dos voces singulares: “hijoputa.-Mala persona” “hijo de la gran puta.-Mi querido amigo, Antonio, hijo de la gran puta, cuánto tiempo sin verte”.

Había signos más interpretables. La sociedad valenciana es muy dada al espectáculo, a tomar posiciones en el balcón o la tribuna, ya sea para una mascletá o un debate parlamentario. Ayer, sin embargo, la tribuna de las Cortes valencianas estaba casi desierta y Francisco Camps era un hombre apenas sostenido por una sonrisa que merecía justamente el calificativo de ortopédica.

Rajoy le había invitado a explicarse, qué menos, pero el ‘lenda’ valenciano no está por la labor y, como sucede frecuentemente a nuestros políticos cuando se ven en apuros, mostró una rara inclinación a hablar de otros asuntos. Camps sólo entró en materia tras la intervención del portavoz socialista, Ángel Luna, y lo hizo para cerrar filas y enseñar discretamente el colmillo a Rajoy: “la Comunidad Valenciana es fundamental y necesaria para que cambien las cosas en España”. Hasta en tres ocasiones dio a entender que su tierra es la llave del triunfo en unas generales, en una versión política de la célebre ‘cláusula Camps’: hago mío lo que el PSC le plantea a Zapatero.

Camps no atendió el requerimiento de su partido. En vez de ofrecer un relato alternativo al que vamos conociendo a golpe de filtración, se acogió a sagrado en los resultados electorales: "Desde que empezó todo este lío arrasamos democráticamente en las Europeas y el TSJ archivó el asunto (…) usted ya sabe lo que ocurriría si hubiese elecciones anticipadas; no sólo ganaría el PP, sino que ampliaría su mayoría claramente", dijo, entre otros argumentos de parecida inconsistencia.

Sin una explicación coherente de los hechos, Camps y su partido harían bien en renunciar al método Ollendorf que emplean para cambiar de conversación. La presunción de su inocencia penal no les exime de la obligación de dar explicaciones políticas ante el diluvio de indicios acusadores. Tener por explicaciones la maldad de Rubalcaba (con la complicidad pervertida de la Brigada de Blanqueo de Capitales al completo) supone una grave desconfianza en la capacidad intelectual de sus votantes. Tampoco cuela la idea de que todo sea fruto de un malentendido por la concurrencia fortuita de los hechos. Lo decía Billy Wilder al explicar la construcción de la trama en un guión: “casualidades, las justas, y sólo en el primer cuarto de hora”.


28 septiembre 2009

Fallo contencioso

Santiago González

El universo etarra y sus organizaciones satélites gozan de una ventaja extraordinaria frente a la democracia que combaten, mejor dicho, de dos: ellos no se sienten atados por ninguna ética y gozan de una identidad difusa que les permite atravesar por ósmosis la porosa membrana de la legalidad. El pueblo vasco canta y baila a ambos lados de los Pirineos, dicen que dijo Voltaire.

No parece que el autor de ‘Cándido’ tratara de establecer una clasificación entre cantantes y danzantes de Iparralde y Hegoalde. Lo que éste en realidad escribió fue “au pied des Pyrenées” (al pie de los Pirineos), pero el exceso de sentido tan caro al nacionalismo viene bien para este caso, porque el pueblo vasco combatiente, antaño también llamado ‘Pueblo Trabajador Vasco’, canta y baila a ambos lados de la legalidad. Sobre todo de la española, que parece más permeable; más flete, si me perdonan la coloquialidad de la expresión.

Resulta que hoy y los días 28 y 29, una de esas organizaciones del entorno, llamada Etxerat, ha convocado tres concentraciones silenciosas en Mondragón contra la política penitenciaria del Gobierno. En medio de las tres convocatorias, el sábado 27, se celebra (sic) el 34ª aniversario de los últimos fusilamientos del franquismo, efeméride que ha sido bautizada por sus convocantes como ‘Gudari Eguna’ (Día del Soldado vasco). Y también resulta que la Sala de lo Contencioso del TSJ del País Vasco ha anulado una resolución del Departamento de Interior que prohibía la exhibición de símbolos y lemas terroristas, así como de fotos de terroristas presos.

O sea, a ver si me explico: Etxerat será Izquierda Abertzale en la misma medida que la ilegalizada Batasuna, pero es legal y tiene derecho a manifestarse para criticar la política del Gobierno acerca de los terroristas presos. Esto, que parece el diálogo entre Samuel L. Jackson y John Travolta al principio de ‘Pulp Fiction’, respecto a la legalidad de fumar hachís en Holanda, lo admite el Gobierno vasco. Es lícita la manifestación y también el lema. Lo que no es lícito es mostrar las fotos de los presos, porque esos reclusos son terroristas y su exhibición es enaltecimiento del terrorismo y humillación para las víctimas.

En dos ocasiones anteriores ya había pasado. De la negativa verbal del Gobierno pasaron a negociarlo y se autorizaron las concentraciones sin exhibición de símbolos.

Esta vez dieron la respuesta por escrito y se vieron ante un contencioso. El tribunal no podía autorizar o denegar la exhibición de fotos, sino mantener o revocar la prohibición del Gobierno. ¿Pudo hacer otra cosa? Sin duda. Pero tal vez Interior no habría debido dar nada por sentado y mostrar al tribunal, por ejemplo, videos y fotos de las manifestaciones convocadas por Etxerat, y darle hecho el cálculo de los siglos de condena que suman con la expresión del número de asesinatos cometidos por los tipos de las fotos. O, sencillamente, considerar que la concentración no es lícita, porque lo que congrega a los manifestantes no son los lazos de parentesco con los del retrato, sino la exaltación de la banda terrorista a la que pertenecen. Son los lazos de la sangre. De la que ponen las víctimas, claro.

26 septiembre 2009

Euskadi en tres pistas

Santiago González

Ayer, 27 de septiembre, Euskadi era un circo de tres pistas. Se cumplían 34 años de las últimas ejecuciones del franquismo, dictadas por consejos de guerra sumarísimos, que condenaron a dos etarras y a tres militantes del FRAP, mediante la aplicación retroactiva del decreto ley de Prevención del Terrorismo, aprobado ‘ad hoc’ el 26 de agosto de 1975. Desde hace unos años, el entorno político de ETA celebra en esta fecha el ‘Gudari eguna’ (Día del soldado vasco). La prohibición de la Audiencia Nacional dejó en nada la efeméride.

En la segunda pista, ETA introducía algo de confusión en el ambiente al desautorizar un comunicado publicado con su firma en el diario ‘Berria’ y publicar otro en ‘Gara’. Era también el último domingo de septiembre, fecha en que el partido-guía de los vascos celebra el ‘Alderdi Eguna’ (Día del Partido), tras comprobar que el primer ‘Aberri Eguna’ (Día de la Patria) había obtenido una respuesta masiva y unitaria. El horror del nacionalismo a los consensos le llevó a instituir una fiesta en la que los suyos pudieran estar solos.

Ayer, en las campas de Foronda hubo novedades. Se echó en falta al lehendakari, un comparsa de lujo que cerraba el desfile de los teloneros y anunciaba al presidente del partido. Hay que destacar que el baranda del EBB durante 25 años fue Xabier Arzalluz y eso le daba al tema otro color. Se ponía las botas de monte y el jersey de pico y a partir de ahí el discurso se le arriscaba solo. En los alderdis tuvo aquel hombre intervenciones magistrales: “el corrusco que nos dan está hecho con el trigo de nuestros campos”. Ya para entonces, los teloneros le habían calentado a la parroquia y su intervención era el delirio.

Ayer, para empezar, no hubo teloneros, ni lehendakari y un mitin sin teloneros es como un vodevil sin cuernos. Luego, la oratoria de Iñigo Urkullu tampoco es la de Arzalluz. Así denunciaba el primero el pacto PSE-PP: “Se han casado. Son un matrimonio de conveniencia, pero se han casado”. Compárenlo con esta pieza de Arzalluz en la noche electoral de 1998: "Parece que no quieren [entrar en el Gobierno vasco]. Sacan pecho, hinchan el garganchón, mueven la alas, promueven gorjeos,... pero son ritos de apareamiento. Y, salvo excepciones, todo el mundo quiere aparearse". No hay color. Ibarretxe también dio su punto a la fiesta en el alderdi de 2003, con una gran interpretación de Bruto, matizada por la tradicional sobriedad de los actores vascos. Y sin daga; con un simple abrazo. Se acercó y le dijo: “Xabier, te queremos. Agur”. Arzalluz le miró perplejo, como preguntando: “¿es que te vas?” antes de percibir el drama y caer a los pies del busto de Sabino.

Ayer no hubo lehendakari ni guión, todo fue más soso, menos la comida y por primera vez en este siglo no se reivindicó el derecho a decidir de los vascos. Este hecho viene a subrayar el acierto de quienes pensaban que el nacionalismo no se moderaría sin su paso a la oposición. Hay que destacar el sentido del fair play del nuevo Gobierno: aún urgido por la necesidad recaudatoria, el consejero de Interior no consideró la posibilidad de colocar controles de alcoholemia a las entradas de Bilbao y Vitoria.

25 septiembre 2009

Fallo contencioso

Santiago González

El universo etarra y sus organizaciones satélites gozan de una ventaja extraordinaria frente a la democracia que combaten, mejor dicho, de dos: ellos no se sienten atados por ninguna ética y gozan de una identidad difusa que les permite atravesar por ósmosis la porosa membrana de la legalidad. El pueblo vasco canta y baila a ambos lados de los Pirineos, dicen que dijo Voltaire.

No parece que el autor de ‘Cándido’ tratara de establecer una clasificación entre cantantes y danzantes de Iparralde y Hegoalde. Lo que éste en realidad escribió fue “au pied des Pyrenées” (al pie de los Pirineos), pero el exceso de sentido tan caro al nacionalismo viene bien para este caso, porque el pueblo vasco combatiente, antaño también llamado ‘Pueblo Trabajador Vasco’, canta y baila a ambos lados de la legalidad. Sobre todo de la española, que parece más permeable; más flete, si me perdonan la coloquialidad de la expresión.

Resulta que hoy y los días 28 y 29, una de esas organizaciones del entorno, llamada Etxerat, ha convocado tres concentraciones silenciosas en Mondragón contra la política penitenciaria del Gobierno. En medio de las tres convocatorias, el sábado 27, se celebra (sic) el 34ª aniversario de los últimos fusilamientos del franquismo, efeméride que ha sido bautizada por sus convocantes como ‘Gudari Eguna’ (Día del Soldado vasco). Y también resulta que la Sala de lo Contencioso del TSJ del País Vasco ha anulado una resolución del Departamento de Interior que prohibía la exhibición de símbolos y lemas terroristas, así como de fotos de terroristas presos.

O sea, a ver si me explico: Etxerat será Izquierda Abertzale en la misma medida que la ilegalizada Batasuna, pero es legal y tiene derecho a manifestarse para criticar la política del Gobierno acerca de los terroristas presos. Esto, que parece el diálogo entre Samuel L. Jackson y John Travolta al principio de ‘Pulp Fiction’, respecto a la legalidad de fumar hachís en Holanda, lo admite el Gobierno vasco. Es lícita la manifestación y también el lema. Lo que no es lícito es mostrar las fotos de los presos, porque esos reclusos son terroristas y su exhibición es enaltecimiento del terrorismo y humillación para las víctimas.

En dos ocasiones anteriores ya había pasado. De la negativa verbal del Gobierno pasaron a negociarlo y se autorizaron las concentraciones sin exhibición de símbolos.

Esta vez dieron la respuesta por escrito y se vieron ante un contencioso. El tribunal no podía autorizar o denegar la exhibición de fotos, sino mantener o revocar la prohibición del Gobierno. ¿Pudo hacer otra cosa? Sin duda. Pero tal vez Interior no habría debido dar nada por sentado y mostrar al tribunal, por ejemplo, videos y fotos de las manifestaciones convocadas por Etxerat, y darle hecho el cálculo de los siglos de condena que suman con la expresión del número de asesinatos cometidos por los tipos de las fotos. O, sencillamente, considerar que la concentración no es lícita, porque lo que congrega a los manifestantes no son los lazos de parentesco con los del retrato, sino la exaltación de la banda terrorista a la que pertenecen. Son los lazos de la sangre. De la que ponen las víctimas, claro.

23 septiembre 2009

Una familia discreta

Santiago González

En ‘Johnny Palillo’, una divertida comedia de Benigni, el protagonista viaja a Palermo. En el aeropuerto lo recoge un chófer de aspecto patibulario, el vivo retrato de Luca Brasi, que le va explicando las peculiaridades locales: “lo peor de todo, la más terrible de todas las plagas, que desacredita a Sicilia a los ojos del mundo, que enfrenta a familias con familias y hermanos con hermanos ¡es el tráfico!”

En Benidorm, la plaga siciliana son las mociones de censura: madres contra hijas y viceversa. Al consumarse la de ayer no pude evitar un sentimiento de piedad hacia la familia Pajín, cruelmente atravesada por la pasión política de la madre y el sentido del deber de la hija. ¿Y el pobre señor Pajín? Su papel entre su mujer y su hija es un drama como el que reflejaba el título de una obra que Arthur Kopit escribió en los dorados años 60: ‘Oh, papá, pobre papá, mamá te ha encerrado en el armario y a mí me da tanta pena’.

Víctor Márquez Reviriego escribió una serie de brillantes crónicas en los primeros años del Congreso, en las que bautizaba a las familias políticas como especies. Las clásicas, los ‘solanáceos’ y los ‘bustélidos’, repartían a sus individuos por diferentes nidos políticos, lo que no les impedía celebrar armoniosas comidas de familia los domingos. Ellos inventaron la transversalidad.

El modelo de familia en la España de Belén Esteban son los ‘pajínidos’, actores de un melodrama de pasiones políticas e intereses urbanísticos con acompañamiento de all i oli. Ellos son una de las cinco familias que cortan el bacalao en Benidorm desde hace 20 años. A pesar de las graves divergencias que han llevado a esa madre a desobedecer al partido y a su propia hija que encarnaba la ortodoxia, no se ha oído una palabra más alta que otra, no hemos visto lo que Arcadi Espada llamó con acierto el “aire suburbial” que Leire Pajín pone en sus reyertas. Qué discreción.

Es una rareza del lío de Benidorm. Al PSOE se le van doce concejales como doce apóstoles y nadie les hace el más leve reproche. Ni una leve incomodidad porque los tránsfugas usen el apellido socialista. Todos consideran que para tránsfugas, los del PP. Lean como lo dice la hija desobedecida: “Mi partido cumple sus compromisos en todas las ocasiones, a diferencia del Partido Popular, que no los cumple nunca”.

Pajín se expresa a menudo de forma categórica, que es la que mejor transmite sus verdades apodícticas. Otra cosa es la relación de éstas con los hechos: Desde la aprobación del pacto contra los tránsfugas en 1998, se ha vulnerado en 138 ocasiones, 80 veces el PSOE y 58 el PP.

Otra particularidad es la querencia socialdemócrata por las analogías tontas. Que un vicepresidente del Gobierno y el portavoz del Grupo Parlamentario coincidan en que lo más relevante del golpe de mano pajínido en Benidorm es la moción de censura que llevó a Zaplana a la alcaldía en 1991 es admirable. Éste es un juego de trileros, pero el asalto de Zaplana a la alcaldía a lomos de tránsfuga se produjo siete años antes de que se firmara el Pacto Antitransfuguismo. Es un matiz. ¿Se unirá la familia –socialista-en coalición para las elecciones de 2.011? Es un suponer.

16 septiembre 2009

Epitafios

Santiago González

Comparecieron juntos ante los medios en el atrio de las grandes ocasiones. Allí habíamos visto al presidente anunciar la renta de emancipación junto a la entonces ministra de Vivienda esa ayuda de 210 euros para invitar a los jóvenes a instalarse por su cuenta. Allí posó con Condoleeza Rice y allí compareció ayer junto a Evo Morales, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia.

Es rasgo común de ambos presidentes el optimismo de la voluntad. Evo Morales acometió una reforma de Gobierno en el pasado mes de febrero que parece inspirada en la de Zapatero de 2008: aumentó el número de miembros de 17 a 20. Ninguno de los dos es partidario acérrimo de la especialización como criterio para la selección de personal. Morales nombró ministra de Justicia a Casimira Rodríguez, una empleada de la limpieza con alguna experiencia sindical. La formación diplomática de su actual Moratinos, David Choquehuanca, se produjo en la Escuela de Formación de Cuadros ‘Niceto Pérez’, en Cuba.

“No sabiendo los oficios, los haremos con respeto”, escribió León Felipe y ésa es la actitud que ambos mandatarios parecen esperar de sus colaboradores más cercanos. Podría pensarse que a Solbes le ha podido la soberbia intelectual y que Zapatero ha preferido a una vicepresidenta más bisoña para acatar órdenes, pero eso no es del todo cierto. Solbes, cuyos conocimientos de Economía están fuera de duda, ha sabido hacerse el tonto como si fuera genuino: se lo hizo con los 210 euros de Chacón, con los 400 que el presidente todavía cita como ejemplo de instrumento de política fiscal, con los 2.500 del parto universal y así.

Preguntado por su cese como diputado, Zapatero ha rozado la perfección en una respuesta con algo de epitafio: “Es un servidor público ejemplar y debemos dejarle que descanse. Tiene derecho a descansar”. Ahora que lo dice el presidente, Solbes parecía cansado. Cansado y aburrido, o sea, que si ahora va a emplear su tiempo libre en descansar y divertirse, debemos alegrarnos por él.

La explicación ha debido de parecerle insuficiente al vicepresidente tercero, que la ha complementado con sus recursos analíticos: para los compañeros que han tenido una larga carrera política, "es difícil su encaje en el trabajo parlamentario". Por eso, dijo Chaves, algunos siguen su trayectoria en el Parlamento Europeo, en la Política exterior o en la actividad privada. A falta de saber la naturaleza del trabajo en el Parlamento europeo en su opinión, lo que es jodido es volver a la mina, como hizo Gerardo Iglesias. Eso sí que es difícil de encajar y no el trabajo parlamentario.

“Es un hombre que lo ha dado todo”, ha dicho Eduardo Madina, lo que sí es una razón de peso para irse: ya no le queda nada que aportar. Luego ha puesto a limpio la respetuosa consideración del presidente hacia el descanso ajeno: para que "otra persona llegue a hacer un trabajo de diputado más activo, con savia nueva, con otras ganas". Los medios explican en coincidencia transversal que Solbes se ha ido para no votar los presupuestos de Zapatero. Puede ser. También porque tiene adónde. Descanse en paz.


14 septiembre 2009

Entre Pimlico y Consuegra

Santiago González

Lástima que el cineasta Henry Cornelius muriese hace medio siglo, porque ayer habría disfrutado mucho en el referéndum de Arenys de Munt. Cornelius dirigió en 1949 ‘Pasaporte para Pimlico’, una divertida comedia ambientada, como su propio nombre indica, en Pimlico, una pequeña comunidad ubicada en el centro mismo de Londres, en el barrio de Westminster. Se trataba de un barrio encantador, muy visitado por turistas, en el que unos vecinos encuentran en un sótano bombardeado un antiguo tratado –probablemente de Utrecht-que les lleva a cargarse de razones para declarar unilateralmente la independencia del barrio.

O sea, Arenys de Munt, un municipio de 8.023 habitantes, según el censo de 2.008, situado en la comarca de Maresme y cuyos habitantes sienten el tirón catalanista como una vida mía: el partido más votado en las últimas municipales fue IpC, con el 25,2%. Los cinco partidos catalanistas, incluido el PSC, que quedó el cuarto, sacaron el 87,4% de los votos. El PP, el 1,4%, no diré más.

Cataluña era ayer un equilibrio entre la cola de los vecinos de Arenys votando su querencia independentista y las colas de 14 kilómetros de automovilistas que habían aprovechado el puente patriótico para negar en la medida de sus posibilidades la territorialidad. El modelo de Arenys de Munt está a medio camino entre Pimlico, en la definición de objetivos, y Consuegra, en el procedimiento. Consuegra es un municipio toledano, que en el último referéndum del franquismo, para aprobar la Ley Orgánica del Estado en 1966, registró más votos afirmativos que número de habitantes censados. En el que convocó Suárez diez años más tarde para sacar adelante la Reforma Política, pasó justo al revés. Los vecinos salieron a manifestarse en masa para protestar porque hubiera ganado el ‘no’, cuando era de general conocimiento de que la mayoría de los ciudadanos había votado afirmativamente. Los resultados de Consuegra fueron anulados.

En el caso de Arenys no va a hacer falta, porque el referéndum es ilegal y los resultados están condenados a ser nulos desde el mismo momento de su convocatoria. Aunque la participación está 15 puntos por debajo de la alcanzada en el referéndum del Estatut, va a cundir el ejemplo y dentro de un mes se van a convocar otros 60. Es natural que el censo haya aumentado con los chicos (y las chicas, claro) mayores de 16: si son independientes para abortar, ¿por qué no han de poder votar la independencia?

“Voy a hacer una España tan federal que no os vais a querer ir”, dijo Zapatero a la tropa de Esquerra Republicana en plan augur. "Cuando finalicemos la reforma del Estatut, Cataluña será más España y España estará más unida", dijo el número dos del partido, Pepe Blanco. “España está más cohesionada que nunca”, explicaron, cada uno por su lado, la vicepresidenta primera del Gobierno y José Montilla. En fin, que Santa Lucía, patrona de los ciegos y las modistas, extienda su manto protector sobre el Gobierno de España y acierte a conservar la vista a sus miembros y miembras, así como esa portentosa habilidad para dar puntadas sin hilo. Y sin aguja.