28 febrero 2011




El ‘sortu’ de Venus


Santiago González
 ‘Sortu’ significa ‘crear’ o ‘nacer’. Su anagrama es un sol naciente, y su imagen, ‘El nacimiento de Venus’ que se exhibe en la florentina Galería de los Uffizi. Ahí está la criatura, en pelota picada entre la espuma, saliendo de la concha (venere, de ahí su nombre) y auxiliada en todo momento por gente de la ilegal Batasuna que tiene su protagonismo en el parto de las aguas, según la representación de Botticelli: los angelotes que soplan, la abogada que le tiende el manto, y los que no están en el cuadro: el ginecólogo, la matrona, los redactores de los estatutos, todos batasunos. También están las estrellas invitadas: el constitucionalista español y el juez que puso en libertad a Usabiaga para el cuidado de su anciana madre, en un auto delirante, que advertía al mismo tiempo del riesgo de que reincidiera en el mismo delito que lo había llevado a la cárcel: reconstituir la ilegalizada Batasuna, una profecía autocumplida de Baltasar Garzón. Tenía razones el ex juez de la Audiencia Nacional para temerse que el excarcelado no iba a emplear su tiempo en llevar a su madre de paseo, sino en quedar con la cuadrilla, Iruin y Rufi, para hablar del tema. La vida moderna es en sí misma una extraordinaria paradoja, como un auto de Garzón: éste, sin ir más lejos.

Los informes policiales acreditan sobradamente todo esto. También dan  fe de que la presentación del “nuevo proyecto político y organizativo de la izquierda abertzale”, realizada en el Hotel Tres Reyes de Pamplona, el 27 de noviembre. Los maestros de ceremonias fueron Rufi Etxeberria y la alcaldesa de Hernani, Marian Beitialarrangoitia, y tuvieron detrás unos coros que ni los del Ejército Soviético en los años de esplendor del Bolshoi: cerca de un centenar de personas detrás, de las cuales, las FSE identificaron a 92 como “relacionadas con órganos de dirección de HB/EH/Batasuna”, las tres marcas de la cosa expresamente ilegalizadas por sentencia del Supremo el 27 de marzo de 2003.

Todavía no se ha pronunciado el alto tribunal sobre el asunto, pero la criatura ya tiene hecha la campaña electoral. Nunca tantos soplaron tanto a favor de una candidatura. Nunca se expresó tanta fe en unos estatutos no leídos, ni en una presunta voluntad de ETA de abandonar la violencia que la banda terrorista jamás ha insinuado.

Éste es un problema para el nuevo ‘proceso’. La mera posibilidad de que una parte de ETA rechace la idea de abandonar y lo exprese como suele, tiene que inquietar no poco al Gobierno, que no puede permitirse más riesgos, aparte de los que ya arrostra. Rubalcaba no cree que haya división en ETA, pero el futuro no es una ciencia. ¿Y si tiene razón Jáuregui?

La nueva Batasuna, o nueva marca blanca están ya en marcha y, pese al énfasis gubernamental ya ha recibido un regalo inapreciable: la propaganda. Hoy se siente mucho más fuerte que hace tres meses y su listón va a estar más alto. De una posición agónica ha pasado a ocupar el centro del debate político español, por no hablar del vasco: el lehendakari ha completado brillantemente una ronda de conversaciones con los partidos vascos para hablar de ‘Sortu’ y, coherentemente, el presidente del PNV le ha exigido  que acorte la legislatura y convoque elecciones autonómicas en el momento en que lo que venga sea legalizado.

No hay que extrañarse de nada. Las mitomanías de hoy se alimentan de las mismas paradojas que la mitología clásica: Después de todo, Venus nace virgen en su concha y a nadie le sorprende que, a pesar de su falta de experiencia, estuviera predestinada a ser la diosa del amor y a prestar su nombre, ay, a las enfermedades venéreas.

23 febrero 2011


Chaves se explica
Santiago González
El vicepresidente tercero del Gobierno se está revelando como un personaje clave en estos tiempos, en los que la tragedia queda aliviada, y aun podríamos decir que redimida, por la farsa. Ayer, el PP pidió su cabeza en el Senado y yo espero de todo corazón que el Gobierno esté en su mejor tradición respecto a las peticiones del PP: hacer oídos de mercader.
Un columnista no puede imaginarse la vida sin Manolo Chaves. Este ángel fieramente humano de la Junta, un híbrido de don Tancredo y Buster Keaton, ya había dado muestras de su talento cuando el caso de la empresa Matsa. La Junta por él presidida dio con su voto una subvención de diez millones a la citada compañía cuya apoderada era Paula Chaves, en abierta vulneración del artículo 7.1 de la Ley de Incompatibilidades 3/2005 de 8 de abril, aprobada por un Gobierno suyo.
¿Está mal? Sí, pero sólo si concurren las circunstancias siguientes: que Chaves fuera presidente de la Junta de Andalucía en la fecha de la subvención; que fuera al mismo tiempo el padre de Paula Chaves; ésta fuese apoderada de Matsa, gestionara con poder de la empresa ante la Junta presidida por su padre una subvención y la Junta se la diera. Dirán que se cumplen todos los supuestos, pero valga como atenuante el hecho de que este mundo es un pañuelo.
No dio respuesta Chaves a este asunto y no había razón para esperar una explicación a lo de los EREs, cuando ayer comparecía en el Senado a la sagrada hora de la siesta, las cuatro en todos los relojes, las cuatro en sombra de la tarde, por decirlo en plan lorquiano. Nuestro héroe, voz firme y gesto impávido, señaló a los verdaderos culpables del escándalo que se extiende por Andalucía como mancha de aceite (de Jaén): el PP. Si te engaño una vez, la culpa es mía; si lo consigo dos veces, la culpa es tuya; si tres, la culpa es del PP.
Chaves explicó que la responsabilidad es de Arenas y Zaplana, en tanto que ministros de Trabajo, y de Zoido, delegado del Gobierno del PP en Andalucía y actual candidato a la alcaldía de Sevilla. Los expedientes de regulación de empleo son competencia exclusiva de la Junta y que el Ministerio se limita a ratificar. Como es obvio, la Junta de Andalucía sólo ha estado presidida por socialistas desde sus orígenes: Escuredo, Pepote Rodríguez de la Borbolla, Chaves y Griñán. Luego estaba el argumento empleado por la popular Sánchez Camacho en los pasillos contra una acusación que roza el ridículo: acusar a los Gobiernos del PP de aprobar ayudas fraudulentas para militantes del PSOE que se cayeron de las listas electorales. Claro que Chaves, o quizá Pajín, aún podrían sacarle algo más de punta al argumento, si se esforzaran un poquito: Eso demuestra que los del PP, además de corruptos, son tontos. Los nuestros no incurrirían en un error tan básico.
Tal vez el PP no esté libre de culpa. Si conocían nuestra naturaleza, ¿por qué nos dejaron solos tantos años? Manolo Chaves, como Groucho, nunca pertenecería a un club que fuera capaz de elegirle como presidente. A partir de ahí se explica casi todo, incluida su falta de respeto a la capacidad intelectual de sus votantes.

19 febrero 2011


Un eterno retorno
Santiago González
Las paronomasias del presidente las heredan sus epígonos. Dijo ayer el lehendakari que “se han hecho demasiados autos de fe” respecto a ETA y Batasuna, que han acabado en “frustración para la sociedad vasca”. Tiene vagamente razón, pero eran actos. Los autos de fe eran los castigos públicos que el Tribunal de la Inquisición imponía a sus penados. El error no tendría más importancia que un castigo adicional de nuestros políticos a la lengua extraña, si no fuera porque proporciona a los batasunos una excelente metáfora para alimentar su victimismo: los autos de fe de la Inquisición española contra el akelarre vasco, las cárceles de exterminio, el genocidio.
Dijo, además, que le importaría poco dejar el cargo si esa fuera “la derivada del fin del terrorismo”. Estamos ante una impostación de altruismo lamentable. Tanto como aquella en la que incurrió Zapatero, antes de su llegada a La Moncloa, cuando le dijo a Aznar: “Nada me gustaría más que ver el final del terrorismo, siendo tú el presidente del Gobierno y yo el jefe de la oposición”. Forzosamente había otra que le gustaba más. Hablar por hablar, impostaciones buenistas, cosas que no pueden ser. Lo que esperamos de los políticos es que intenten hacerse con el poder y mantenerlo (con respeto a unas ciertas reglas) porque ese empeño en su propio beneficio supone que tratarán de conseguir el bien común para que la sociedad les vote. Igual que los empresarios crean empleo y aumentan la riqueza de un país, como el resultado natural de su ambición, del ánimo de lucro.
Patxi López, por lo demás, hizo un discurso contradictorio: advertía que son “ellos los que deben moverse”,  no la democracia, para argumentar lo importante que sería para ésta que decidieran integrarse. O sea, no vamos a ponerles alfombra roja, pero aquí estamos esperándoles con los brazos abiertos. Una vuelta a los años 80, vamos. Para rematar, Egibar fusilaba sin citar autoría una de las amables sansiroladas con las que Zapatero empedró su error de 2006: “la política puede contribuir a acercar la paz”, olvidando la primera parte del enunciado: “la paz no tiene precio político, pero…”
Mientras el Parlamento vasco celebraba estos juegos florales se abría paso la noticia de que Egibar e Ibarretxe hacían para el Euskadi Buru Batzar el mismo papel que Txusito en la Ejecutiva del PSOE antes del proceso de 2006 y ahora: se han reunido con el vicario Rufi Etxeberria a espaldas de la dirección de su partido. Las Ejecutivas no lo saben, pero consienten. La del PNV no convoca oficialmente a su peña a la manifestación de mañana, pero Arzalluz era un firmante  de la declaración política que servía de base a la manifestapena y Zarraoa, ese intelectual, figuraba entre los promotores de la marcha. La dirección dará libertad a sus afiliados, que estarán sin haber ido.
Todo va encarrilándose como si las estrategias de los partidos las definieran sus más torpes afiliados. EA será el caballo de Troya para que los batasunos vuelvan a las instituciones, sin reparar en un pequeño detalle: en la misma operación se quedarán con el partido, si la cosa cuela, que yo creo que sí. Si tanta fe ha suscitado Sortu, cuánta no levantará un partido fundado en 1986 por el mismo lehendakari Garaikoetxea, que el 16 de mayo de 1982 se volvió hacia sus conmilitones de hoy, que en el Ibilaldia de aquel año le gritaban “¡faltan los presos!”, para replicarles con gesto categórico: “también faltan los muertos”.
Un eterno retorno

Santiago González

Las paronomasias del presidente las heredan sus epígonos. Dijo ayer el lehendakari que “se han hecho demasiados autos de fe” respecto a ETA y Batasuna, que han acabado en “frustración para la sociedad vasca”. Tiene vagamente razón, pero eran actos. Los autos de fe eran los castigos públicos que el Tribunal de la Inquisición imponía a sus penados. El error no tendría más importancia que un castigo adicional de nuestros políticos a la lengua extraña, si no fuera porque proporciona a los batasunos una excelente metáfora para alimentar su victimismo: los autos de fe de la Inquisición española contra el akelarre vasco, las cárceles de exterminio, el genocidio.

Dijo, además, que le importaría poco dejar el cargo si esa fuera “la derivada del fin del terrorismo”. Estamos ante una impostación de altruismo lamentable. Tanto como aquella en la que incurrió Zapatero, antes de su llegada a La Moncloa, cuando le dijo a Aznar: “Nada me gustaría más que ver el final del terrorismo, siendo tú el presidente del Gobierno y yo el jefe de la oposición”. Forzosamente había otra que le gustaba más. Hablar por hablar, impostaciones buenistas, cosas que no pueden ser. Lo que esperamos de los políticos es que intenten hacerse con el poder y mantenerlo (con respeto a unas ciertas reglas) porque ese empeño en su propio beneficio supone que tratarán de conseguir el bien común para que la sociedad les vote. Igual que los empresarios crean empleo y aumentan la riqueza de un país, como el resultado natural de su ambición, del ánimo de lucro.

Patxi López, por lo demás, hizo un discurso contradictorio: advertía que son “ellos los que deben moverse”, no la democracia, para argumentar lo importante que sería para ésta que decidieran integrarse. O sea, no vamos a ponerles alfombra roja, pero aquí estamos esperándoles con los brazos abiertos. Una vuelta a los años 80, vamos. Para rematar, Egibar fusilaba sin citar autoría una de las amables sansiroladas con las que Zapatero empedró su error de 2006: “la política puede contribuir a acercar la paz”, olvidando la primera parte del enunciado: “la paz no tiene precio político, pero…”

Mientras el Parlamento vasco celebraba estos juegos florales se abría paso la noticia de que Egibar e Ibarretxe hacían para el Euskadi Buru Batzar el mismo papel que Txusito en la Ejecutiva del PSE antes del proceso de 2006 y ahora: se han reunido con el vicario Rufi Etxeberria a espaldas de la dirección de su partido. Las Ejecutivas no lo saben, pero consienten. La del PNV no convoca oficialmente a su peña a la manifestación de hoy, pero Arzalluz era un firmante de la declaración política que servía de base a la manifestapena y Zarraoa, ese intelectual, figuraba entre los promotores de la marcha. La dirección dará libertad a sus afiliados, que estarán sin haber ido.

Todo va encarrilándose como si las estrategias de los partidos las definieran sus más torpes afiliados. EA será el caballo de Troya para que los batasunos vuelvan a las instituciones, sin reparar en un pequeño detalle: en la misma operación se quedarán con el partido, si la cosa cuela, que yo creo que sí. Si tanta fe ha suscitado Sortu, cuánta no levantará un partido fundado en 1986 por el mismo lehendakari Garaikoetxea, que el 16 de mayo de 1982 se volvió hacia sus conmilitones de hoy, que en el Ibilaldia de aquel año le gritaban “¡faltan los presos!”, para replicarles con gesto categórico: “también faltan los muertos”.

18 febrero 2011

Acta taquigráfica del Congreso de los Diputados


-DE LA DIPUTADA DOÑA MARÍA SORAYA SÁENZ DE SANTAMARÍA ANTÓN, DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO, QUE FORMULA AL SEÑOR VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DEL INTERIOR: ¿CÓMO VALORA EL VICEPRESIDENTE PRIMERO LA DESTRUCCIÓN DE TEJIDO PRODUCTIVO QUE AFECTA ESPECIALMENTE A LOS TRABAJADORES AUTÓNOMOS? (Número de expediente 180/001346.)

El señor PRESIDENTE: Preguntas para el señor vicepresidente primero del Gobierno. Para formular la primera tiene la palabra doña Soraya Sáenz de Santamaría.

La señora SÁENZ DE SANTAMARÍA ANTÓN: Muchas gracias, señor presidente.
Señor vicepresidente, desde que empezó la crisis más de 300.000 autónomos han cerrado su negocio, en el último mes 400 al día. Eso pasa en España porque los trabajadores autónomos trabajan por cuenta propia y riesgo ajeno, porque su Gobierno es el principal riesgo para los autónomos españoles. Les han subido los impuestos, les han subido la luz, han subido los carburantes. Lo único que su Gobierno les ha bajado es la moral, porque no han hecho ni caso a ninguno de sus problemas: al acceso al crédito, a la falta de liquidez, a los impagos de las administraciones públicas. Señor Rubalcaba, mientras su Gobierno siga hundiendo a los autónomos, ni se recuperará la economía ni se creará empleo. ¿Cuándo van a entender algo tan sencillo como eso? (Aplausos.)

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Sáenz de Santamaría.
Señor vicepresidente del Gobierno.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DEL INTERIOR (Pérez Rubalcaba): Muchas gracias, señor presidente.
Usted sabe -y en eso estoy de acuerdo con usted- que el Gobierno ha dado mucha importancia a los autónomos, la tienen. Son un sector clave en nuestra economía y por eso hemos adoptado un conjunto de medidas, algunas con el acuerdo de esta Cámara, que las conoce perfectamente el Partido Popular. (Aplausos.)

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.
Señora Sáenz de Santamaría.

La señora SÁENZ DE SANTAMARÍA ANTÓN: Señor Rubalcaba, de esta sesión de control no se sale por el garaje y le voy a poner las cosas un poquito más fáciles… (Rumores.)

El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.

La señora SÁENZ DE SANTAMARÍA ANTÓN: …para que conteste usted por sus métodos habituales, tipo test: no o nunca, que es como usted contesta a las preguntas escritas en temas que le son incómodos. Primero, ¿va usted a cumplir la propuesta de esta Cámara llevada a cabo por el Partido Popular de que los autónomos no paguen el IVA hasta que lo cobren? Segundo, ¿va usted a adaptar la tributación por módulos a la realidad de la crisis o los hosteleros van a tener que seguir pagando por cinco mesas vacías como si estuvieran llenas? Tercero, ¿va usted a permitir la compensación de deudas tributarias con deudas de otras administraciones públicas? Porque les deben 12.000 millones de euros, y esa cifra es la diferencia entre cerrar el negocio o crear empleo.
Señor Rubalcaba, creo que usted estuvo este fin de semana en Sevilla, aunque por lo visto no le dejaron hablar. (Rumores.)

El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.

La señora SÁENZ DE SANTAMARÍA ANTÓN: Más le hubiera convenido haber ido a Cádiz, a la convención de autónomos -su circunscripción, por cierto-. Yo estuve allí  ¿y sabe lo mínimo que decían los autónomos de su Gobierno? Que de su Gobierno no esperan nada nuevo, que ellos pagan religiosamente el IVA aunque no cobren el trabajo, y que en Andalucía, si eres socialista, cobras la jubilación aunque nunca hayas trabajado,...(Protestas.- Varios señores diputados: ¡Hala! - Un señor diputado: ¡Madre mía!)

El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.

La señora SÁENZ DE SANTAMARÍA ANTÓN: ... y que la Junta de Andalucía tarda trescientos días en pagar a los autónomos, porque para ellos no hay fondos -los fondos los reservan los amigos del señor Chaves para los reptiles-. (Un señor diputado: ¡Muy bien!) Señoría, tanto trabajar usted por cuenta propia en el Gobierno que se ha olvidado que gobernar es siempre una tarea por cuenta ajena al servicio de los españoles, que quieren de usted una respuesta.
Muchas gracias. (Aplausos.)

            El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Sáenz de Santamaría. (Continúan los aplausos.)
            Muy bien, muchas gracias.
            Señor vicepresidente del Gobierno.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DEL INTERIOR (Pérez Rubalcaba): Muchas gracias, señoría.
Señoría, traía un conjunto de medidas sobre autónomos previsto para leer en esta Cámara y para explicarle a usted, pero su intervención me ha dado pie a cambiar sobre la marcha, por lo siguiente. (Rumores.) 

El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DEL INTERIOR (Pérez Rubalcaba): Es la segunda vez, señoría -usted lo ha hecho dos veces hoy- que usted trae el asunto este de los ERE de Andalucía y hace una comparación que me parece ruin, ruin. (Rumores.) 

El señor PRESIDENTE: Silencio.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DEL INTERIOR (Pérez Rubalcaba): Le voy a explicar. Cuando la escuchaba se me ocurría una respuesta inmediata, que es coger los cientos de millones de euros de la trama Gürtel… (Varios señores diputados: ¡Oh! - Rumores.)

El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DEL INTERIOR (Pérez Rubalcaba): Coger los cientos de millones de la trama Gürtel, dividir por el salario mínimo de un español y saber el  número de desempleados que podríamos haber contratado en España (Protestas y aplausos.) -calma-, si usted o, perdón, la gente de su partido no hubiera, presuntamente, robado. ¿Y sabe qué pasa? No lo quise hacer el otro día y no lo quería hacer hoy, lo que pasa es que usted hoy ya se ha pasado.  No lo quiero hacer porque me parece -no es que usted no se lo merezca, se lo merece-  que quien no se lo merece son los parados, los autónomos, las clases medias. No se merecen ese debate que usted pretende, señoría, no se lo merecen. (Rumores.) 

El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DEL INTERIOR (Pérez Rubalcaba): No me parece edificante que en esta Cámara utilicemos el sufrimiento de la gente para lanzar basura de un lado a otro del hemiciclo. No me parece edificante. Ahora, le voy a decir una cosa, señoría. No la voy a seguir por ahí, no lo voy a hacer, pero tampoco voy a consentir que usted trate de manchar la acción de mi Gobierno. No me refiero criticar, que es legítimo; me refiero a  manchar y a ensuciar. Eso no se lo voy a consentir, ni a usted ni a nadie de su partido.
Muchas gracias. (Aplausos.)

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor vicepresidente. (Continúan los aplausos.)
            Muchas gracias.

La corte de Manhué

Santiago González

Es un misterio la afición de los humanos a dar explicaciones estrambóticas, cada vez que se les piden cuentas. Lo hizo el miércoles Rubalcaba cuando la intrépida Sáenz de Santamaría le preguntó por los ERE de Andalucía, un milagro de la transustanciación en que los amigos se jubilan con cargo a los fondos públicos, no sólo en empresas en las que jamás han trabajado, sino que las propias empresas estaban ya cerradas cuando seguían amparando sus vidas laborales.

Rubalcaba se arriscó ante la pregunta: “Es la segunda vez, señoría -usted lo ha hecho dos veces hoy- que usted trae el asunto este de los ERE de Andalucía”. En realidad había sido sólo una vez en la sesión. Sí le había preguntado por ello el miércoles pasado, pero Rubalcaba no respondió. El vicepresidente es el alter ego de Rufus T. Firefly, el primer ministro de Libertonia que encarnaba Groucho Marx en ‘Sopa de Ganso’. Cuando su ministro de Hacienda le propone tratar el tema de los aranceles, replica: “Ese es un asunto nuevo. ¿No hay asuntos viejos? ¡Hablemos entonces de los nuevos!”. “Pues los aranceles…” empieza el ministro, que es cortado inmediatamente por Groucho
: “Lo siento, pero ese ya es un asunto viejo”.

O sea que tampoco respondió. En su lugar propuso un bonito acertijo sobre la cantidad de salarios mínimos que podrían pagarse con el pillaje de la Gürtel. Si se hubiera atrevido sumar el saqueo de los EREs habría multiplicado por seis el número de salarios mínimos.

Ayer, en el Parlamento Andaluz, los populares intentaban crear una comisión de investigación. Era la segunda vez. Quiere la tradición que el cartero siempre llame dos veces y que las dos esté condenado a perder el viaje, porque le atiende el presidente Griñán. En diciembre de 1995, una comisión de investigación creada en el Parlamento andaluz a propósito de condonaciones de créditos por la desaparecida caja de Ahorros de Jerez, estaba a punto de presentar sus conclusiones. Eran tiempos de la dinastía de Manhué el Egipcio (© Carlos Herrera) y los socialistas andaluces llegaron a la conclusión de que esto de las comisiones parlamentarias es para líos. Eran los tiempos de la pinza entre Anguita y el PP, y Chaves, poniéndose en lo peor, disolvió el Parlamento. Nunca más desde entonces se ha vuelto a autorizar una. Cien veces las ha pedido la oposición y cien veces se las ha negado el Gobierno.

Se ha salvado la tradición y el honor, que ayer reivindicaba Griñán con un audaz quiasmo, en plan por quién nos toma: si su señoría no es capaz de valorar el honor de los demás, nunca tendrá el honor de ser el presidente de la Junta, le dijo al jefe de la oposición, que ya casi es como de la familia. El socialismo gobernante en el sur soporta mal que se le pidan cuentas y quienes lo hacen sólo pretenden “mantener la estrategia de la mentira con inmunidad parlamentaria”. Griñán y su Gobierno son hombres de honor y sólo aspiran a mantener el consolidado estatus que les garantiza la impunidad gubernamental.

16 febrero 2011

El mediador unilateral
Santiago González
Brian Currin presentó ayer a su equipo con éxito notable, porque apenas terminada su rueda de prensa, la portavoz del Gobierno vasco explicaba que no van a precisar de sus servicios y que ni siquiera piensan mantener una reunión con el abogado sudafricano y sus mediadores. Tampoco el Gobierno central parece mucho más entusiasmado que el vasco por las capacidades del sudafricano. El mismísimo Urkullu parecía echar de menos un poco de discreción hace dos meses: "todos deberíamos hablar y especular menos sobre ETA, incluidos los mediadores internacionales".

¿A quién representa entonces? Los mundos de la paz son muy propicios para el oxímoron. ‘Pluja seca’ (Lluvia seca) se titulaba un documental de Lokarri para TV3 a mayor honra y gloria de su maña para los conflictos. Pero, ¿cómo podrá mediar si una de las partes no acepta su ministerio? No importa. Con él nace el mediador unilateral, del que dijo con mucha precisión el vicepresidente Rubalcaba “El señor Currin parece más bien un mediador entre ETA y Batasuna. Su mediación se limita al campo de la izquierda abertzale”.

Debe insistir. Empezar por limar aristas entre EA y Nafarroa Bai, por ejemplo. Después podría intentar la mediación entre el PNV y EA, entre la Ezker Batua post Madrazo y su escindida Alternatiba,  que encabeza Oskar Matute y luego mediar entre los conjuntos resultantes. Currin no puede entender que si de algo tiene excedentes Euskadi es de mediadores y de txistularis. Desde muy antiguo venían resolviendo la tradicional parquedad del personal autóctono en la lucha de los sexos concertando bodas. Gozó de justa fama un tal Arriaga, de Markina, que, amén de casamentero era ebanista y en el mismo servicio concertaba el himeneo y vendía el ajuar a la feliz pareja. Después vinieron los intermediarios tipo Juan Félix Eriz, que apañaban acuerdos entre los extorsionadores y sus víctimas a cambio un por qué. De ambos modelos se deriva lo existente: la Fundación Carter que organiza bodas y procesos de paz, y Currin, más parecido a lo de Eriz, levemente más sofisticado.

Brian Currin y sus mediadores creen en la buena voluntad de ETA y animan al Gobierno a legalizar Sortu y revisar la ley antiterrorista y la política penitenciaria para corresponder. Es asombroso el número de portavoces que nos explican en estos días que ETA ya lo ha dejado: los mediadores, batasunos, una juez con mando en plaza, Eguiguren, periodistas, profesores universitarios, sociólogos, nacionalistas de condición variada. Todos hablan de la voluntad de ETA, menos la propia ETA, que el pasado noviembre se ratificaba: "Partimos de la base de que la estrategia político militar es incuestionable"

Han pasado ya 23 años desde el pacto de Ajuria Enea: “Si se producen las condiciones para un final dialogado de la violencia, fundamentadas en una clara voluntad de poner fin a la misma y en actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción, etc.” Cuatro veces han visto desde entonces las almas bellas actitudes inequívocas (y han oído voces). Al parecer, los tres fracasos anteriores no les han servido para ahorrarnos el cuarto que viene. 


14 febrero 2011


Los domingos toca mitin
Santiago González
Durante años tuve por consigna de obligatorio cumplimiento una observación de Vicent en una de sus columnas dominicales. Venía a decir que los domingos los hizo el Señor para pasarlos en pijama, rascándose la entrepierna. Era una metáfora. Los domingos no pasaba nada, no funcionaban los parlamentos, los gobiernos, los ayuntamientos,  ni las empresas. España se convertía en una muchedumbre de individuos que se dedicaban mayormente a asuntos particulares: tomar el vermú y sestear en el sofá. Esa es la razón de  que los partidos se hayan inventado la necesidad de comunicar con su público. Para eso se han inventado las convenciones y los mítines, reuniones que podrían parecer de distinta naturaleza, pero con un fin primordial es abrir los telediarios.

“En el mitin lo importante no eres tú, son los aplausos”, se sinceró Zapatero ante su biógrafo De Toro. En el momento de leerlo comprendí cabalmente la abnegación y la capacidad de sacrificio de este hombre que jamás ha vacilado en sacrificar su rigor intelectual y su respeto por los hechos ante un bien superior. Ayer tocaba convención municipal en Sevilla, es decir, un mitin ante un auditorio seleccionado: dos mil alcaldes y concejales socialistas.

“El PP está convencido de que va a ganar de calle las elecciones. Se les olvida sólo una cuestión que yo tengo presente cada minuto: para ganar unas elecciones hay que merecerlo”. Una afirmación así requiere una confianza extraordinaria en la Divina Justicia de Dios, Nuestro Señor, que “premia a los buenos y castiga a los malos”, según dejó escrito el padre Jerónimo de Ripalda en el siglo XVI, siglos antes, incluso, de que se inventaran las elecciones. Y el fútbol. Las elecciones se rigen por una lógica despiadadamente cuantitativa, para ganarlas basta con sacar más votos que los adversarios.  O, como le oí a un gran delantero hace unos años: “hemos ganado porque les hemos metido más goles que ellos a nosotros”.

Tuvo razón en una cosa el presidente: la campaña del PP se resume en “la culpa es de Zapatero”, obcecación incomprensible después de los esfuerzos empleados por el PSOE (una palabra más) en dejar claro que “la culpa no es de Zapatero”.

Fue en otra convención municipal, celebrada en San Sebastián el 15 de enero de 2005, el presidente del Gobierno aceptó el reto formulado por Otegi en el legendario mitin de Anoeta del 14 de noviembre anterior y reiterado la víspera por carta: "He oído al señor Otegi, y quiero decir que todos los ciudadanos queremos escucharles. Pero para ello es necesario que cese de una vez el ruido de las bombas y de las pistolas, que tengan la valentía de rechazar y condenar la violencia".

Les escuchamos y no rechazaron, ni condenaron, y ETA volvió a matar y dos treguas después volvemos a estar en las mismas y siguen sin condenar pero al muñidor Eguiguren y a muchos socialistas de alma cándida tampoco les importa mucho.

Ayer pidió a sus alcaldes y al partido en general una campaña sin rifirrafes y por el empleo, lo cual es de mucho interés en época de austeridad, porque nos saldrá más barata. Después de todo, el cartel y su eslógan ya están hechos: “Motivos para creer. Por el pleno empleo”.

12 febrero 2011

¡Qué Sortu!

Santiago González

El vicepresidente Rubalcaba ha dicho que exministro del Interior, o sea, él mismo, ha paralizado la inscripción de Sortu en el Registro de Partidos Políticos. No ha debido de impresionarle mucho el número de avalistas de buena fe que le han salido a este partido por doquier, dispuestos a presuponer la virginidad a la Veneno: si ellos dicen que sus estatutos son impecables así será.

Caamaño expuso una visión algo más compleja del funcionamiento de la justicia. No se trata sólo de una valoración de parte. Sus estatutos deberán ser contrastados con la Ley de Partidos, por supuesto, pero también todas sus actuaciones, un suponer, la presentación pública del lunes en Bilbao. Algo debieron sospechar las almas bellas cuando la criatura fue apadrinada por dos batasunos de raza y había entre el público más antecedentes penales de los que caben en el registro de Martutene.

Rubalcaba afirma que las pruebas recogidas por las Fuerzas de Seguridad demuestran que es Batasuna “la que ha presentado los nuevos estatutos. Es evidente que se trata de Batasuna y por tanto, hay lo que se llama continuidad”.

Las palabras del vicepresidente son de una lógica inatacable. Tanto, que llama la atención tan escandalosa ostentación de los padrinos para arruinar la fina pasamanería jurídica que adorna los estatutos. No es descartable que Sortu sea una liebre mecánica y tengan preparada una operación de marca blanca entre los partidos ya inscritos. Sobre esto admito no tener pruebas, sólo un montón de precedentes.

Así las cosas, resulta difícil comprender la extraña alegría del lehendakari. Patxi López ha dicho que “ojalá Sortu sea legal, porque eso significa etc.” No se si ha reparado que la presteza con la que ha anunciado una ronda de partidos contradice los mensajes de los ministerios de Justicia e Interior, y que sus palabras incurren en abierta confusión de sus convicciones con su responsabilidad (Max Weber, hace casi un siglo). Es también una torpeza porque puede inducir a Batasuna a la creencia de que la democracia tiene tanto interés como ella en su legalización. En esta tarea le ayuda con mucho entusiasmo el popular Oyarzábal, que tampoco descansa en la tarea de extender alfombra roja: la democracia será generosa y por ahí. Tal vez los dos son demasiado jóvenes para recordar los tiempos en que HB concurría a las elecciones para dejar vacíos sus escaños en los parlamentos y los partidos democráticos se empeñaban en convencerles de que su asistencia era la piedra angular del sistema democrático. Un día entraron y muchos años después tuvieron que hacer la Ley de Partidos para echarlos.

Produce, además, otros efectos secundarios. Iñigo Urkullu ha vuelto a repetir uno de sus reclamos favoritos en los dos últimos años: la ilegalización es de interés partidista para el PSE, porque eso les permite detentar la lehendakaritza, confesión paladina de que, durante los 31 años anteriores, el poder del PNV se asentó sobre los escaños batasunos, especialmente en aquellos viejos tiempos en los que no los ocupaban. Por eso es partidario de que, si Sortu es legalizado, se adelanten las elecciones, para que los escaños de los sucesores de Batasuna les ayuden a volver a Ajuria Enea. Como toda la vida del Señor, vamos.


11 febrero 2011

El ‘faisandage

Santiago González
Quienes hayan seguido con atención la trayectoria de Alfredo Pérez Rubalcaba, recordarán una frialdad y una contención admirables. Ni siquiera en los oscuros días del escándalo Gal y la corrupción de los primeros 90 era fácil verle perder  la compostura. Nunca se le vio tan desasistido de gesto y de palabra como en la última sesión de control por el caso Faisán, pero, sobre todo, nunca se le habían escuchado argumentos de tan baja calidad intelectual y tan seguidos.

Fue la del miércoles la segunda ocasión en que soslayó las preguntas con un proceso de intenciones a la oposición, en plan: “usted hace esto para lucirse en las cadenas de la extrema derecha” o “a usted no le gusta lo que está pasando: estamos ante el principio del fin de ETA, esta semana mejor que la anterior y la semana que viene mejor que ésta”, razonamientos sólo capaces de satisfacer a los desechos de tienta de su grupo. Otra prueba de los nervios fue la de usar la misma construcción lógica de la ‘medalla del amor’, más que ayer, menos que mañana, que Zapatero empleó el 29 de diciembre de 2006, veinte horas antes de la T-4.

 Los éxitos que hoy celebramos en la política antiterrorista se han producido cuando el gobierno aplicó la que nunca habría debido abandonar. La falacia causal de que los éxitos de ahora vienen de aquello no se sostiene. Si fuera cierto, abordarían gallardamente otro proceso de paz, a negociar, a negociar, hasta enterrarlos en el mar.

No parece que la llamada al bar supusiera para ETA una ventaja inapreciable. Es el hecho en sí, es que la policía entre al garito del crimen gritando: “¡agua, agua, que viene la madera!” Es la imagen de una corrupción policial, no por dinero, sino por los intereses políticos del mando. Aquel día visitaba el bar Faisán el fallecido dirigente del PNV Gorka Agirre, imputado por Marlaska en la trama del cobro de la protección. Aquel día iba a recibir Zapatero en La Moncloa al presidente del PNV, Josu Jon Imaz y lo que menos convenía era la detención de un miembro de su Ejecutiva.

Está la comisión rogatoria de la juez Levert y esos famosos nueve folios secretos. Se dice que vienen los teléfonos de seguridad para etarras en apuros, tal vez las actas de las conversaciones a las que Eguiguren acudía con los pantalones arrugados. Todo hace pensar que en estas charlas habrá mucho más picante que en la de Suiza.

Gorka Agirre, muñidor junto a Egibar del pacto PNV-EA-ETA, previo a la tregua de Lizarra, en el verano de 1998, tuvo un disgusto con la Justicia seis años después. No fue por aquel miserable acuerdo en el que dos partidos considerados democráticos pactaron con una banda terrorista la exclusión política de sus adversarios, (PP y PSE) sino porque Marlaska lo imputó en la trama que recaudaba el impuesto revolucionario. Los nervios de Rubalcaba también llegan  años después de aquello. A veces, la justicia recorre caminos insospechados y se presenta de improviso, con una tregua de retraso.

09 febrero 2011




Nos basta su palabra


Santiago González
Hay una parte no desdeñable de la sociedad que tiende a encandilarse con bobadas y a tomar cualquier declaración de intenciones por una descripción minuciosa de los hechos. Es impresionante la gran acogida que han tenido los alegatos que Rufi Etxeberria e Iñigo Iruin expusieron el lunes en Bilbao a favor de la legalización del nuevo partido de Batasuna. Iruin es uno de los mejores constitucionalistas de España, dicho sea sin ánimo de. E hizo un resumen de los estatutos de Sortu muy eficaz, aunque a falta de dos detallitos: algún pesar retrospectivo y exigir la disolución de ETA.

Entre el público, además de dirigentes de varias camadas de la Mesa Nacional, destacaba la presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Garbiñe Biurrun, que se manifestó al término del acto “muy ilusionada y muy contenta”, abrazó cariñosamente a Iruin y opinó que “los estatutos son impecables” y acordes en espíritu y letra a la Ley de Partidos. Y todo sin conocerlos en detalle, porque se presentan hoy; a ella le bastó el resumen del ponente. Excuso decirles que si los hubiera leído, la cosa sería mucho peor. ¿Qué es fe? Creer lo que no vimos. Eso sí que es un uso alternativo del Derecho. Jueces que no atienden tanto a los hechos como a las intenciones. ¿Y cómo se pueden verificar éstas? Por confesión de parte: nos basta su palabra. Después de todo no son controladores aéreos.

Había precedentes. En una escena de ‘La vida de Brian’, un funcionario romano inquiere amablemente a cada uno de los presos: “¿Crucifixión?” y ante la respuesta afirmativa, indica: “Muy bien. Salga por esa puerta, alinéese a la izquierda. Una cruz por persona”. Uno de los reos niega sonriente: “No, libertad”, a lo que el romano responde: “Ah, me alegro por usted. Puede irse”. “Que no, que es una broma”, replica el condenado y se apresta a salir por la puerta, alinearse a la derecha y coger la cruz que le toca.

El artículo 12.1.b de la Ley de Partidos establece la ilicitud de todo partido que sustituya a uno ilegal. ANV ‘repudió’ la violencia, pese a lo cual fue ilegalizada por contaminación de listas. Y ahora resulta que los padrinos de la nueva criatura son el abogado de Batasuna y el vicario de ‘la referencia obligada’ en la Mesa Nacional. Lo que era ya no va ser y si lo es, rechazaremos. Somos los de antes que, sin renegar del pasado anunciamos el futuro. Desde la Santísima Trinidad no se había visto prodigio semejante. Decía Rufi que rechazarán la violencia, “incluso la de ETA, si la hubiera”. Qué quiere decir ‘incluso’ y qué quiere decir ‘hubiera’. Qué par de cuchilladas a los hechos, después de 858 asesinatos, que pretenden obviar por una mera decisión: de esto no se habla. Y en cierto modo ya está conseguido. Como si ETA no existiera y como si no hubiera existido nunca. Ayer, estábamos todos tan gozosos por sus buenas intenciones que no cupo en los periódicos un breve por el octavo aniversario del asesinato de Joseba Pagaza, en una triste parábola de lo porvenir.

El ministro del Interior ha hecho lo que le tocaba; serán los jueces quienes se pronuncien, salvo que a la Fiscalía también le parezcan impecables. Sólo nos falta rogar, virgencita, virgencita, que no sean de la misma escuela jurídica que Garbiñe Biurrun.


06 febrero 2011


Las bayonetas de Talleyrand

Santiago González

Telleyrand era un cabrón con pintas, pero tenía un admirable sentido del poder que le permitió instalarse en él durante décadas en la Francia más convulsa que imaginarse pueda. Una de sus más célebres sentencias es la advertencia que hizo a Napoleón: “Sire, las bayonetas sirven para todo, menos para sentarse sobre ellas”. Alguien debió explicársela a Zapatero. Es verdad que ahora no hay bayonetas, sino encuestas y el presidente ha hecho de ellas, más que un argumento, una razón de ser.

Han sido innumerables las ocasiones en que el zapaterismo ha justificado en los sondeos, el impulso a algunas medidas o a determinados candidatos, recuerden el intento de imponer a Trinidad Jiménez sobre Tomás Gómez para las autonómicas de Madrid. Durante los seis años anteriores, los socialistas felizmente gobernantes han atacado a la oposición a encuesta calada, pero las cañas se han vuelto lanzas para un gobernante cuyas primeras palabras en aquella noche fundacional de marzo de 2004 expresaron un compromiso público rotundo: “el poder no me va a cambiar”.  
     
La encuesta de Sigma Dos indica que Rubalcaba como candidato acortaría en cuatro puntos la diferencia de 16,1 puntos que le llevaría el PP al PSOE con Zapatero. Lo que se entiende como el mayor handicap del actual vicepresidente podría ser su mejor activo: su condición de superviviente. El de Rajoy es el de estar en la oposición. Los socialistas y el resto de los españoles acusan la fatiga de tantas emociones resueltas en fracasos, muy especialmente y sobre todos, el de la gestión económica. La encuesta insiste en algo no constituye novedad, las expectativas de Rajoy se deben al desplome del zapaterismo y no a los propios méritos. De rebote, las cualidades que reivindica en sí mismo el líder de la oposición, (previsibilidad, independencia, patriotismo, moderación y resolución) le bastan para adelantar a Zapatero en valoración de líderes, pero es superado por Rosa Díez y Durán i Lleida. La mayoría de los españoles, con buen criterio, no cree que Rajoy sea capaz de acabar con la crisis en un par de años.

Churchill, que era un señor de derechas muy razonable, hizo el mayor elogio de la previsibilidad de la democracia, un estado de cosas en el que, si llaman a tu casa de madrugada ya sabes que es el lechero. En el sentido contrario, la aventura y la imprevisibilidad del mando está el ‘vivere pericolosamente’ de Mussolini. Aunque nuestra izquierda conserva aún un diccionario propio: niega la independencia de Rajoy, pero no acaba de preguntarse “¿comparado con qué?” El mismo presidente que arrostró la censura de la UE por impedir la opa de Eon sobre Endesa ha escenificado esta semana una notable escena de sumisión a los dictados de Merkel. “Salir de la crisis por la izquierda”, al parecer era esto. La misma izquierda que renegaba del patriotismo (“Nuestra única patria es la humanidad”, rezaba la pancarta de las JJSS en la manifestación de protesta por el atentado contra Madina) ha pasado a aceptarlo para llamar antipatriota a la derecha “por no arrimar el hombro”. 

Tampoco acaba de parecerles moderado el candidato Rajoy y respecto a su capacidad de resolución, son aún más rotundos. Han interiorizado, no sólo las tiras de Peridis, como señala Victoria Prego, sino las acusaciones de indolente, perezoso, haragán y holgazán, que le aplican sin recato los dirigentes socialistas, a pesar de que sólo un dirigente español ha plantado una cumbre internacional para quedarse durmiendo: Fue José Luis Rodríguez Zapatero, a una reunión hispano-polaca, el 14 de diciembre de 2004.