16 enero 2009

Érase una vez

Santiago González

La generación de socialistas que hoy gobierna nació en el bajofranquismo y fue acunada por unos padres de izquierdas que les cantaron unos versos de José Agustín Goytisolo con música de Paco Ibáñez: “Érase una vez un lobito bueno/ al que maltrataban todos los corderos./ Y había también/ un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado./ Todas estas cosas había una vez,/ cuando yo soñaba un mundo al revés.” No hay, pues, razón para extrañarse de que el PSOE vaya a llamar a los jueces para que se expliquen ante el Ejecutivo/Legislativo, un solo poder con dos funciones.

En la democracia española es el Gobierno el que controla a la oposición y al Parlamento. No se recuerda una ocasión en que el grupo mayoritario haya votado contra el Ejecutivo, como es normal en otras partes (En EEUU con el plan de rescate de Bush y en GB contra Blair en la guerra de Irak). Es lógico que ahora traten de dar un paso más para controlar al Poder Judicial en línea con los esfuerzos de Ibarretxe, un precursor que reclama derecho de veto.

Total, que el grupo socialista ‘Amigos de Montesquieu’ ha convocado urgentemente al presidente del Consejo General del Poder Judicial, a los presidentes de las asociaciones de jueces y al presidente de Iberia, por si nieva. En cambio, parece que la comparecencia de Zapatero para hablar de sus ideas sobre el paro no corre prisa y puede retrasarse casi un mes, aunque cada día que pasa aumente en 5.000 el número de parados.

¿Quiere esto decir que el presidente es reacio a dar explicaciones? En modo alguno. Lo que pasa es que él y su equipo prefieren dar cuentas al pueblo, en ‘Tengo una pregunta para usted’, o sea, cuánto cuesta un café o un billete de metro. O tal vez haya que pensar en una comunicación más abierta y fluida, en plan ‘Aló, presidente’, todo se andará. Eso es democracia directa y no dar cuentas a unos tíos que ya se sabe cómo van a votar y son tan aficionados a hacer pellas.

¿Qué hace la oposición? No la mienten en vano, que bastante tiene con lo suyo. ¿Y qué es lo suyo? Dar cuentas al Ejecutivo de su comportamiento. Ahora, por ejemplo, deberían explicar minuciosamente el ‘caso Nebrera’, una tertuliana de la SER con carné del PP que hizo un comentario burlón sobre el deje de la ministra de Fomento, en lugar de protestar y/o burlarse de sus conceptos, sus palabras, su incompetencia y su estilo. Cómo va la instrucción del expediente, si van a expulsarla; qué piensan hacer, en fin, para acabar con estos comportamientos y estos brotes de crispación.

Esto ocurre un mes y medio después de que el alcalde socialista de Getafe y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias llamase en público “tontos de los cojones” a los votantes del PP. Zapatero le manifestó su implícito respaldo en un acto que compartieron días más tarde. En el PSOE no hay ningún Arenas cabreado y a nadie se le ocurrió instruir un expediente al coloquial alcalde. Claro que en la asamblea de lobos buenos, brujas guapas y piratas escrupulosos con el dinero público, no es lo mismo que se te caliente la boca al frente de una institución que en una tertulia de la radio.

No hay comentarios: