Las perífrasis del lehendakari

Santiago González

Hay varias cosas que me llaman la atención en su comparecencia de ayer, lehendakari. La primera es el formato. Tienden ustedes a escoger los públicos equivocados: mítines de partido para explicar la acción de Gobierno y cargos del Ejecutivo para describir los intríngulis del terrorismo. Para compensar, los actos del Gobierno se cuidarán de los intereses del partido, un suponer. Una frase me llamó mucho la atención en su discurso: "Debemos hacer posible la integración en el sistema democrático de los colectivos que hasta la actualidad han mantenido posiciones totalitarias cercanas a la violencia".

Vayamos por partes, que diría un forense al comenzar la autopsia. Debemos hacer posible la integración. ¿Hay algo que la democracia no haga o haga indebidamente? Dice usted que tienen que cambiar ellos, pero es usted el que modifica su discurso. “A ver si nosotros cambiamos también un poquitín”, le había dicho al Follonero Jesús Eguiguren. El presidente de su partido será un verso suelto, pero al final siempre consigue arrastrar a todo el partido hacia sus posiciones. Lo que no ha conseguido nunca es mover los hechos, pero no deja de intentarlo.

¿La integración, dice? Con el debido respeto, me temo que están más integrados que usted. Compare los euskobarómetros que le afectan con la masiva manifestación de apoyo a los terroristas presos que se produjo en Bilbao hace una semana. O, si no quiere comparar magnitudes heterogéneas, trate de imaginar una manifestación parecida en apoyo del cambio que usted protagoniza. Dicho de otra manera, mucho me temo que en la plantilla de la Real, no habría ocho jugadores dispuestos a saltar al campo con una leyenda en el pecho que dijera “I Y Patxi López”. 

“Los colectivos que hasta la actualidad han mantenido posiciones totalitarias cercanas a la violencia”. Mucha perífrasis para cosa buena, lehendakari. ¿Hasta la actualidad? ¿En qué momento dejó de ser operativa la identidad funcional que el Supremo estableció entre Batasuna y ETA (17-3-2003), en sentencia avalada por el Constitucional y el Tribunal de Estrasburgo? ¿Se ha producido ya la ruptura entre ambas y me he perdido algo? “¿Y cómo es él y en qué momento se enamoró de ti?”, cantaba José Luis Perales. No han expresado los batasunos un propósito de enmienda similar al de los controladores aéreos el 15 de diciembre pasado. Sin embargo, el Gobierno prorrogó el estado de Alarma. ¿Por qué al Gobierno de España (y al parecer a usted mismo) le merecen más crédito los batasunos que los controladores?¿Cercanas a la violencia?¿La ‘kale borroka’, por ejemplo.

No tengo para olvidar, lehendakari, aquel 30 de mayo de 2006, primera jornada del Debate sobre el Estado de la Nación. El presidente había convencido a Mariano I el Crispador de que no tocase el asunto del terrorismo. El citado empleó menos de dos minutos en el tema, y aquel mismo día, después de que el líder del PP agotara su turno de palabra, usted soltó en Radio Euskadi que iba a reunirse con Otegi y compañía. ¿En qué han cambiado sus interlocutores del 6 de julio en el hotel Amara Plaza?  

Aunque usted era muy joven, recordará los tiempos en que HB se presentaba a las elecciones para no ejercer su representación. La democracia les pagaba los sueldos que no se trabajaban, pero mostraba además mala conciencia, como si aquellos escaños vacíos fueran un desdoro para el sistema, un déficit democrático. Y se tendían alfombras rojas para ver si se animaban, mientras su ausencia posibilitaba las mayorías del PNV. Un día empezaron a participar y muchos años más tarde se llegó a la conclusión que el desdoro  para las instituciones era su presencia. Por eso la Ley de Partidos. 30 urte eta gero hau? No se tome estas palabras como un acto de disidencia y menos aún como censura, querido lehendakari. Son sólo la expresión de una perplejidad. He comparado sus declaraciones de ayer con el vibrante discurso que hizo en las escaleras del Ayuntamiento de Bilbao tras el asesinato del policía Eduardo Puelles y tengo la sensación de que no acaban de explicarse ustedes.