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El preso etarra, Iñaki de Juana Chaos, explicaba la esencia del ser vasco, el profundo misterio de la identidad en un artículo publicado en el diario Egin el 1 de junio del 98. El antiguo dirigente del comando Madrid relataba en una página entera del periódico citado las instructivas conversaciones adoctrinadoras que él, Preso Político Vasco, mantenía en el patio de la cárcel con un preso común cualquiera, un chorizo de base, tan lleno de buena voluntad y ganas de aprender, como de ignorancia. La cosa quedaba a mitad de camino entre el diálogo socrático y el catecismo del padre Astete:
Preso Común.-Buenos días, Político.
Preso Político.-Hola. ¿Te pido un café?
P.C.-Mejor cómprame tabaco
P.P.-Bueno. Te pago el café y el tabaco.
P.C.-Tú llevas mucho tiempo en el talego, ¿no?
P.P.-No. Mucho no. Cerca de doce años.
P.C.-¡Joder!¿Y siempre en aislamiento?
P.P.-Casi siempre.
P.C.-¿Y eso?
P.P.-Así son las cosas...
P.C.-Yo no aguantaría.
P.P.-Bueno... si tienes la cabeza y las cosas claras, es muy fácil aguantar.
P.C.-En la radio os están poniendo a parir...
P.P.-Es normal, para eso les pagan.
P.C.-¿No te importa?
P.P.-No.
P.C.-Yo no entiendo toda esta historia vuestra.
P.P.-Pues es muy sencilla. Tú pregunta, que yo te explico.
P.C.-¿Qué es lo que queréis los vascos?
P.P.-Depende. No todos los vascos opinamos igual, pero la mayoría de los vascos lo que queremos es ser vascos.
P.C.-No entiendo. Ahora ya podéis ser vascos, ¿no?
P.P.-Pues no. Ahora somos vascos por múltiples razones y sobre todo por un sentimiento y una convicción íntima que nadie puede arrancar, pero políticamente sólo podemos ser vasco-españoles o vasco-franceses.
P.C.-¡Ah! Ya… vosotros queréis vivir los vascos solos y separados de los españoles y los franceses…
P.P.-Como te decía, hay quienes queremos ser independientes y quienes no lo quieren ser.
P.C.-¿Y qué sucede con el que no quiere serlo?
P.P.-Pues nada, que se le respeta igual, siempre y cuando él respete a los que queremos serlo.
P.C.-¿Y por qué matáis pikolos?
P.P.-Diciéndotelo de forma muy sencilla, te explicaré que nosotros no empezamos la pelea. Históricamente y en diferentes fases, el Estado ha desatado una violencia brutal para que los vascos dejemos de serlo y para que seamos asimilados. Ante esa violencia, nosotros también nos hemos idoadaptando a cada fase represiva, y respondiendo con otra violencia defensiva.
P.C.-¿Y esa violencia se puede acabar?
P.P.-Claro, es muy sencillo.
P.C.-¿Cuándo?
P.P.-Hoy mismo.
P.C.-¿Cómo?
P.P.-En cuanto se respete la voluntad de los vascos y podamos decidir libremente nuestro futuro.
La tautología a veces puede parecer una simple gilipollez, pero no debía de ser éste el caso, porque ante la admiración del chorizo, el Preso Político perseveraba en el concepto al explicar acto seguido a su interlocutor que hay quien no descansa en sus esfuerzos para impedir a los vascos tan nobles propósitos. La Constitución, por ejemplo, contaba De Juana a su preso catecúmeno, fue hecha “para impedir a los vascos ser vascos”.
('Palabra de vasco'. Santiago González. Editorial Espasa, 2004)
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