Homenaje a Joxeba Pagaza
Estamos aquí los amigos y la
Me toca hacer balance de cinco años sin Joxeba. Este balance tiene algo de ajuste de cuentas. Es inevitable, si queremos desprendernos del dolor del pasado y plantar cara al futuro con esperanza y con una especie de orden lógico. Eso nos enseñó Pilar desde pequeños y yo cumplo, una vez más, este rito ante los problemas difíciles y ante las situaciones realmente importantes en la vida. Hablo hoy en nombre de mi
Hace cinco años estalló la rabia en el salón de plenos del Ayuntamiento de Andoain, por la tarde mientras Joxeba agonizaba a pocos kilómetros de aquí, porque el instinto democrático os decía que era injusto y absurdo que los cómplices de los asesinos de Joxeba gobernasen el Ayuntamiento donde os habíais ido encontrando, en medio de la desolación. En realidad, acertábais en el fondo, la ilegalización de Batasuna y de EHAK y de ANV serán claves para la derrota de ETA. Serán la pieza clave, pero todavía hay que hacer frente al miedo que generan en la población.
Supimos de muchas personas que se lamentaban por el sufrimiento del pobre Lehendakari a causa de nuestro comportamiento, en lugar de enfrentarse a la realidad de que el liderazgo institucional viene fallando estrepitosamente desde 1998. Cuando mataron a Fernando Buesa y
Con respecto a la tregua de 2006, cocinada desde 2002, nos parece que Arnaldo Otegi imaginó que engañaría al Estado español en torno a las páginas finales de un libro del Presidente del Partido Socialista de Euskadi. Había, desde luego, una diferencia con respecto al Pacto de Lizarra. Otegi había descubierto el pago a plazos. Los de Batasuna estaban dispuestos a negociar para que el Estado fuera pagando a plazos la soberanía y la territorialidad. La vía estaba, por tanto, abocada al fracaso por mucho que la mayoría política vasca estuviera dispuesta a abrir la mano para acatar parte del modelo social nacionalista en un nuevo Estatuto o en un modelo confederal. La carta oculta era, sin embargo, la excarcelación progresiva de presos, el pago más severo que se reservaban los negociadores. Por eso nunca se nombraba y por eso resultaba estratégico el mundo de las víctimas.
Sin embargo, siempre ha resultado evidente que no manda Batasuna en ETA, sino al revés. Y es claro que para alcanzar la reinserción es preciso el arrepentimiento, puesto que todo lo demás es fraude de ley, tal como analizó Tomás y Valiente antes de su asesinato. Esto en adelante lo deberían estimar nuestros legítimos líderes políticos y algunos de nuestros grandes poderes mediáticos. Nos merecemos un final del terrorismo sin fraude de ley, porque una idea progresista de los derechos humanos nos exige algo distinto a esos sitios con leyes de puntos final o de esos lugares donde se han cruzado las venganzas y los terrorismos. Creemos en los derechos humanos y debemos ser coherentes en pleno siglo XXI.
Para nosotros ha sido doloroso ver la invasión de la opinión pública española de parecida propaganda a la que sufríamos ya en la opinión pública vasca. De hecho, nos abrió todas las heridas. Nos dolía y además nos sentíamos asfixiados también fuera de Euskadi y era como una pesadilla, como el mundo al revés. Hace menos de dos años Pilar Ruiz y Titi creyeron morir cuando Patxi López se reunió con Arnaldo Otegi en un hotel de San Sebastián, a pocos metros de su propia casa. Mientras De Juana acaparaba protagonismo público, Pilar Ruiz y Titi lloraron ante la puerta del Hospital en el que estaba internado, el mismo hospital donde murió Joxeba. Cuando una persona, más papista que el papa, amenazó a Pilar con que nos dejarían solos y nos harían el vacío si no aceptábamos la paz que iban a traer ellos, sufrió de una forma brutal.
Joxeba, desde luego, no se jugó la vida para que además vejasen a su madre y a su
Hemos sufrido dolor innecesario por las decisiones de gente que creía que tenían que intentar terminar con ETA y que la oportunidad existía fuera de la estrategia antiterrorista que se pactó en el año 2000. Con todo respeto a quienes toman las grandes decisiones, cuando uno se juega la vida, en democracia, por la democracia, se tiene derecho a saber cuál es la estrategia de fondo y si se desea cambiar de estrategia y pasar de la derrota de los fanáticos a la conciliación sin vencedores ni vencidos, lo coherente es defenderla a las claras, para que cada cual sepa a qué atenerse y decida seguir jugándosela o no. Joxeba no tuvo la oportunidad de realizar esta evaluación. Queremos pasar página, por tanto, en adelante, es algo que deberían tomar en consideración los grandes líderes y algunos de los grandes grupos de comunicación. En una política progresista, en el mundo occidental, si creemos en el avance de los derechos humanos, los que se juegan la vida no son piezas lelas con las que jugar como en el Antiguo Régimen. Somos ciudadanos que nos comprometemos voluntariamente a defender la democracia en una estrategia sin dobleces. La que sea, pero con transparencia.
Lo que Joxeba hizo fue arriesgarse conscientemente contra la obligatoriedad de ser nacionalista, contra la conciencia de esclavos que tanta gente ha interiorizado en la sociedad vasca, peleando por la derrota de ETA, sin legitimaciones históricas del fanatismo. La teoría de un conflicto histórico entre el Estado y Euskadi para justificar la impunidad e irresponsabilidad de los delitos del terrorismo significaría la derrota perpetua para las víctimas. Nos parece inaceptable, porque además de inmoral entronizaría políticamente el nacionalismo obligatorio, o sea, liquidaría la pluralidad y la libertad.
Joxeba creía en la derrota de ETA. Creía en la ilegalización de Batasuna. Creía que cuando el Estado es consciente de su poder, durante el tiempo suficiente, sin oportunismos electorales, sin angelismos, aplicando la ley y sólo la ley, en suma, con estrategia histórica se puede derrotar a ETA.
He hablado en nombre de mi
Por estrategia histórica deseo con todas mis fuerzas que los grandes partidos lleguen lealmente a un diagnóstico común y a una estrategia conjunta para terminar con ETA. Ojalá que sea pronto.
Me gustaría que dentro de cinco años algunos de los que trataron a Joxeba y no están aquí hoy se reúnan con nosotros en esta plaza y puedan mirar y abrazar sin incomodidad a la viuda de Joxeba y a sus hijos, Alain y Ander. Y a Pilar. Espero que sea antes de cinco años. Mucho antes.
Son cinco años sin Joxeba. Creo que habría estado orgulloso de cómo nos hemos protegido en la
Os lo tenía que contar. Os debía este balance. Joxeba también estaría orgulloso de sus amigos, por eso diré lo que ya sabéis que habría dicho Joxeba. Las palabras que nos lo devuelve a todos un poco:
¡Viva la libertad!
1 comentario:
Es obvio que España nos protege de los irracionales. Los nacionalistas,eufemísticamente llamados moderados lo saben mejor que nadie si no son políticamente nulos, que tal vez lo sean , si no es por el enorme beneficio que han sacado de la violencia que indirecta y subrepticiamente no han condenado y contra la cual no han actuado como debieran. Esa verdad que nadie se atreve a enfrentar destruye cualquier solución real. La de la defensa de los derechos humanos infinítamente superior a la defensa de cualquier patria que en ningún momento tiene ningún derecho a interponerse en una sociedad democrática occidental a la cual hoy por hoy no pertenece el país vasco.
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