05 noviembre 2008

Transustanciación en Navarra

Santiago González

La derecha, en general, es más creyente que la izquierda. Nada tiene de extraño que sus parlamentarios vivan en su propio ser el milagro de la transustanciación. Las almas populares están en el Congreso durante las votaciones, que vienen a ser la consagración en las misas parlamentarias, pero vayan ustedes a saber dónde se encuentran entre tanto sus cuerpos serranos. En el actual periodo de sesiones han registrado una media de 19 pellas por votación, frente a tres del PSOE. Así las cosas, la mayoría absoluta se le pone al PP en 195 escaños y otro más para compensar el imprevisible voto de UPN, después de que la ruptura entre ambos partidos quedara ayer definitivamente consumada.

El presidente Miguel Sanz ha tenido una reacción sorprendente. Ha dicho que no le preocupa que se vayan quienes “nunca debieron estar en UPN”. Lo malo es que, al mismo tiempo, ha acusado a los cargos públicos que ingresan en el PP de ‘tránsfugas’, con un razonamiento doblemente contradictorio: tránsfuga es quien se lleva el cargo fuera del partido o la coalición en que lo obtuvo, pero éste no es el caso. Item más: Si pactaron el matrimonio ahora roto bajo el principio de separación de bienes, habrá de hacerse una liquidación de los mismos y si fue en régimen de gananciales, lo mismo. Lo más absurdo de Sanz, con todo, es que llame ‘tránsfugas’ a aquellos de quienes piensa que nunca debieron estar en UPN. Eso significa que tránsfugas, en sentido estricto, sólo lo fueron mientras llevaron los colores de UPN.

La democracia es una religión alternativa. Lo que convierte a los trásfugas en réprobos es que se van con el cargo puesto. Esta es la cuestión esencial, que el cargo revela al ser cada vez con más fuerza en nuestro sistema representativo. ¿Qué razón hay entonces para que el ser prevalezca sobre el cargo?

Esto lo entendían muy bien los lugareños de ‘Amanece, que no es poco’. En una de sus secuencias se congregaba el pueblo llano para recibir a su alcalde, un Miguel Sanz albaceteño que volvía de la capital y, entre otras muestras de adhesión, recibía la de un vecino que gritaba muy puesto en razón: “Alcalde, ¡todos somos contingentes, pero tú eres necesario!”

El 17 de marzo de 2007 se celebró en Pamplona una gran manifestación convocada por Miguel Sanz para exigir lealtad a Zapatero y «para decir al Gobierno de España que queremos garantías de que Navarra será siempre una línea infranqueable en el proceso de negociación con ETA-Batasuna».

Parece que a Sanz ya no le afligen dudas sobre el PSN. Entonces había razones. El propio Zapatero fue preguntado en la SER el 18 de abril de 2006 por Navarra y franqueó la línea. Ocho veces dijo ‘Euskadi’ en la respuesta y ni una sola vez ‘Navarra’. Entre los cargos que se van, están los cinco concejales de Burlada, donde les quitó la alcaldía el PSN, apoyado por Nafarroa Bai e Izquierda Unida, pese a ser la lista más votada.

Los órganos directivos del PSN expresaron sus preferencias por NaBai e IU como socios frente a UPN con el voto de 104 de los 105 miembros de su Comité Regional, los 24 integrantes de su Ejecutiva y sus 12 parlamentarios. ¿Será posible que los mismos dirigentes y cargos de UPN piensen ahora justo lo contrario? Vaivenes de la política navarra. Recuerden a Alli, adversario implacable de Sanz. Después de perder siete escaños en 1999, pasó de presidente del Gobierno navarro a valet de chambre de UPN hasta la fecha. Tal vez Sanz devuelva al PSN a la presidencia y pase a sustituir a Juan Cruz Alli en el papel de contrafuerte. Ya veremos.

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