04 octubre 2008





Censuras comparadas

Santiago González

La Ley no es en Euskadi un valor supremo. Por eso, la iniciativa de socialistas y populares para instar al ente público EITB a no entrevistar a portavoces de organizaciones políticas ilegalizadas, se estrelló ayer en el Parlamento vasco contra la mayoría que formaron el tripartito, Aralar y el ilegalizado Partido Comunista de las Tierras Várdulas. La radiotelevisión pública vasca ha realizado 49 entrevistas a dirigentes de organizaciones ilegalizadas por formar parte del entramado de ETA, según dijo en su intervención el portavoz popular. El socialista invocó los acuerdos de la cámara legislativa sobre el papel que debe tener ETB para deslegitimar el terrorismo y fomentar los valores de la paz y la democracia.

Tal propuesta fue descalificada con invocaciones a la libertad de expresión y al pluralismo. El portavoz del partido-guía acusó a la oposición de “revivir el espíritu de Torquemada”. O sea, la Inquisición, da a entender nuestro Zizeron, mientras el ertzaina Jon Ruiz Sagarna todavía no se ha repuesto de las quemaduras que le produjeron los cócteles molotov el 24 de marzo de 1995. Quizá Uribe-Etxebarria se ha tomado en sentido literal la canción de Javier Krahe: “Dejadme, ay, que yo prefiera/ la hoguera, la hoguera, la hoguera”. La escuela del terrorismo es muy estricta y educa a sus alumnos en la ortodoxia de los castigos religiosos: fuego y lapidación.

El Gobierno Ardanza encargó en 1985 a cinco estudiosos europeos lo que unos meses, varios viajes, decenas de entrevistas y 600 millones después, se llamó ‘el informe de los expertos’. Los británicos Rose y Janke, el alemán Horchem, el italiano Ferracuti y el francés Leauté, hicieron al Gobierno observaciones y recomendaciones como las que siguen: “la Tv tiene una obligación especial de no socavar la autoridad constitucional y las Fuerzas de Orden público y su papel debe consistir en indicar la anormalidad del conflicto más que insensibilizar a la población y acostumbrarla a la violencia (…) Una función importante de la televisión es demostrar que el que perpetúa la violencia política no puede reclamar impunidad (…) La televisión no debe gozar en sus reportajes de la misma libertad que la prensa.”

Una característica de las analogías basque style consiste en comparar la parte ancha del embudo y despreciar alegremente todo lo demás. La paz de Stormont ha sido el norte y guía del nacionalismo vasco en la eterna búsqueda del armisticio con la parte rigurosamente letal de la familia ideológica. Pues bien, hay aspectos del proceso que ha llevado al desarme del IRA de los que no quieren ni oír hablar. Uno de ellos es la facultad del primer ministro británico de suspender la autonomía norirlandesa, prerrogativa que el presidente español no tiene y que Tony Blair empleó sin miramientos cuatro veces, la última de las cuales duró cuatro años, seis meses y 24 días.

En Irlanda se prohibió entrevistar a miembros del IRA en 1973. La experiencia fue muy positiva, especialmente porque lo hizo el Gobierno nacionalista de la República de Irlanda. Quince años después, el Reino Unido adoptó la Broadcasting Ban, prohibición de que la BBC entrevistara a los miembros del Sinn Fein, organización legal, sin doblar sus voces por actores.

Paul Wilkinson, uno de los más reconocidos expertos internacionales, era partidario de la experiencia irlandesa: "ese tipo de prohibición puede funcionar de manera eficaz durante muchos años sin amenazar en modo alguno a la democracia. Muy pocos comentaristas han observado que ninguna libertad de expresión es totalmente ilimitada. Muchos de nosotros pensamos que, por ejemplo, la pornografía debería estar prohibida en televisión y en radio. Invitar a terroristas a la televisión para que alardeen de su última atrocidad es la última pornografía de la violencia".

No eran estrictamente terroristas publicitando sus acciones. Rogelio Alonso daba cuenta en su libro “Matar por Irlanda” de que las prohibiciones legales impuestas por la República llegaron hasta el despido del equipo directivo de la radiotelevisión pública irlandesa, RTE, por haber entrevistado al líder del IRA, Sean MacStiofain, en 1972. Doce años más tarde, la RTE impidió que sus informativos reprodujeran los gritos de “¡Arriba el Sinn Fein!” con que sus partidarios saludaron en 1984 a Gerry Adams, tras obtener un escaño en Westminster por el distrito de West Belfast. O sea, un enfoque censor de otros tiempos, según expresó ayer el portavoz del PNV. El franquismo. O las alambradas, por decirlo con palabras de Ibarretxe.

Pie de grabado.-Jóvenes euskaldunes condenados a la hoguera por la Inquisición española.

No hay comentarios: